Las cosas que antes proporcionaban un placer inmediato, como el primer trago de cerveza, ahora se están convirtiendo en un lujo pospuesto. El país, este, tiene una urgencia casi, casi histérica por llenarse de transcendencia mediante las frases, las sentencias, las citas, los proverbios, las revelaciones, los consejos de autoayuda y demás cosas que se transmiten continuamente a través de los tuits. La felicidad está en la limitación que decía Goethe y nada más limitado que ser uno mismo no siendo lo que nos están obligando a ser, o sea un arquetipo, un borrego, un robot... No tengo muy claro que resulte demasiado saludable pasarse todo el santo día tratando de arreglar el mundo en las vertiginosas y superpobladas redes sociales, no solo porque el mundo nunca ha tenido arreglo, sino porque en ese empeño cotidiano, gigantesco, hueco, homérico, nos perdemos casi siempre el primer trago de cerveza, entre otras pequeñeces tan placenteras como la lentitud caliente de una taza de café entre las manos, la sutil melodía del viento meciendo los pinares o la huida, repentina, de la lluvia que, de pronto, sin previo aviso, sin anunciarlo en tuit alguno, ha dejado de repiquetear sobre las macetas repletas de geranios.
El tiempo que nos ha tocado vivir, siempre limitado, incierto, huidizo, tiene, entre otras calamidades, la presencia en nuestras vidas de individuos como Mariano Rajoy, Saenz de Santamaría y Maria Dolores de Cospedal. Cierto. Pero, bueno, nuestros antepasados, los pobres, tuvieron que verselas con José Antonio Girón, por ejemplo, con el general Franco, el Cardenal Segura y la Imperial Aguila de la España Una, Grande y Libre; ademas, por si eso fuera poco, los pobres tuvieron como banda sonora de sus pálidas vidas las canciones de Estrellita Castro, entre otros conocidos desastres históricos nacionales. En este mundo ya se sabe, todo es relativo y todo depende más de las circunstancias que de la voluntad, - digan lo que digan los psicologos del voluntarismo y los propagandistas de todas esas patrañas que aseguran, por ejemplo, que “quién quiere puede”
Tenemos por delante un año electoral. Todos sabemos lo que eso significa. Los días venideros resultarán cuando menos agotadores. Los medios de comunicación, con la habitual intensidad dramática del periodismo actual, nos llenarán las horas, los minutos, los segundos de mitines, declaraciones, debates, tertulias, ruedas de prensa, mentiras y propaganda electoral, mucha, mucha propaganda electoral, para hacernos vivir – sobresaltados – la ficción de una democracia moderna, europea, dinámica... El instante lo es todo. En esta vida el instante lo es todo. Tal vez por eso fuera conveniente desatender, de cuando en cuando, la cochambrosa realidad, política, social, económica, para certificar nuestra propia existencia degustando, o compartiendo con alguien íntimo, cercano, placeres tan mínimos como no atender al último guasap, no tratar de arreglar el mundo con un tuit lapidario, no estar al tanto de la última sandez propagada en las redes sociales o simplemente con pasear por las calles sin propósito alguno y, a ser posible, sin utilizar el móvil para fotografiar un puente, una estatua, un contenedor de basura o un perro cagando.
Sobre este blog
Viento del Norte es el contenedor de opinión de elDiario.es/Euskadi. En este espacio caben las opiniones y noticias de todos los ángulos y prismas de una sociedad compleja e interesante. Opinión, bien diferenciada de la información, para conocer las claves de un presente que está en continuo cambio.
