Cinco ideas erróneas sobre trasplante capilar que pueden costar caras
En los últimos años el trasplante capilar se ha popularizado notablemente, pero el marketing agresivo de muchas clínicas ha perpetuado ideas que, lejos de ayudar a los pacientes, pueden llevarnos a tomar malas decisiones. Desmontamos algunos de estos mitos con uno de los médicos capilares más reputados de España.
Según el estudio 'Percepción y uso de la Medicina Estética en España 2023' de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), el sector tiene un alto nivel de intrusismo que se deriva, entre otras cosas, del desconocimiento que los ciudadanos tenemos sobre esta especialidad de la salud. Los mitos y desinformaciones nos llevan a veces a elegir opciones que no son las más seguras o las más adecuadas para nuestro caso.
Muchos de los bulos más comunes sobre trasplante capilar corren como la pólvora en foros, blogs y redes sociales, o son directamente alimentados por el marketing agresivo de algunas clínicas. No se sostienen desde un punto de vista médico, pero desorientan a muchos pacientes que no saben qué deben preguntar o exigir a la hora de elegir un buen centro médico para su injerto. Algunos de esos mitos que los mejores especialistas se afanan en desmentir son:
“Cuantos más folículos, mejor”
Este es, probablemente, el más extendido y el más dañino. Algunas clínicas promocionan trasplantes de 3.000, 4.000 o incluso 5.000 folículos como si se tratara de comprar pelo al peso. Sin embargo, la cantidad de folículos no garantiza por sí misma un buen resultado. Además hay muchos casos en que esa ‘promesa’ no se puede cumplir, pero el paciente jamás llegará a saberlo. “La clave de un trasplante capilar es la zona donante del paciente, no cuantos folículos le vamos a poner. Si le prometen 5000 unidades foliculares en la publicidad, pero luego no las tiene en su zona donante, ¿cree que se lo van a decir? Y el paciente nunca lo sabrá, porque no puede contar unidades foliculares. O peor aún, puede que se las quiten y creen una nueva calvicie para tapar la anterior. Esquilmar la zona donante para cumplir promesas de miles de unidades foliculares es un clásico y un desastre seguro”, alerta el doctor Ney Arencibia, titular de la clínica que lleva su nombre. Sin una buena zona donante, un buen diseño de trasplante y una buena técnica quirúrgica, miles de unidades foliculares pueden no dar un buen resultado. Y es que un trasplante capilar es un procedimiento médico, cada caso es único y así debe ser tratado.
La clave de un trasplante capilar es la zona donante del paciente, no cuantos folículos le vamos a poner
“La mejor técnica es DHI, Long Hair, FUE zafiro…”
Cada año surgen supuestas innovaciones en el trasplante capilar que se presentan como “la técnica definitiva”. Esto genera confusión entre los pacientes, que acuden a las clínicas pidiendo métodos concretos para su caso, simplemente porque creen que son más modernos o eficaces.
La realidad es que no existen ‘nuevas técnicas’, ni revolucionarias ni de ningún tipo: desde hace más de cincuenta años solo hay dos métodos reconocidos de trasplante capilar, FUE y FUSS. De hecho, el 99 % de los trasplantes se realizan con técnica FUE, variando únicamente el tipo de instrumental empleado.
Muchas clínicas aprovechan estas pequeñas variaciones en los bisturíes como herramienta de marketing, sabiendo que nuestra atracción por lo novedoso es un poderoso gancho. Pero en medicina, lo más reciente no siempre es lo más fiable: se requieren años de estudios científicos, resultados contrastados y evidencia clínica para validar cualquier avance.
Depende de cada caso: lo que sirve a un paciente puede ser completamente inadecuado para otro
Dentro de la técnica FUE existen pues esas distintas modalidades de implantación —como DHI, Zafiro, Long Hair, Keep, entre otras— que no son superiores unas a otras, sino que se adaptan mejor a distintos tipos de pacientes o zonas del cuero cabelludo, las cejas o la barba. De hecho, como explica Ney Arencibia, “con algunos pacientes usamos una sola modalidad y con otros podemos llegar a usar cuatro o cinco. Depende de cada caso: lo que sirve a un paciente puede ser completamente inadecuado para otro”, explica Arencibia. Por eso, no debe ser el paciente quien elija el método, sino el médico, tras valorar qué opción o combinación es la más adecuada en su plan de trasplante.
“El injerto capilar ofrece resultados inmediatos y permanentes”
Hay que dejarlo claro: el injerto capilar no es magia. Tras el procedimiento, el cabello trasplantado cae temporalmente antes de volver a crecer entre el cuarto y el sexto mes. Y aunque a los seis meses se pueden ver ya excelentes resultados en muchos pacientes, se considera que el resultado es definitivo cuando ha pasado un año. Por otro lado, el trasplante capilar no detiene la caída del cabello no trasplantado, ni la caída del cabello que se produce según la edad avanza. “Un trasplante capilar puede durar décadas”, asegura Ney Arencibia. “Pero si el paciente tiene una alopecia no estabilizada, el cabello no trasplantado seguirá cayéndose. Y por supuesto, a medida que cumplimos años, el pelo se va perdiendo. Incluso aquellos pacientes que jamás sufrirán alopecia van perdiendo densidad con la edad”. Por eso un buen trasplante capilar debe incluir seguimiento médico y puede implicar terapias complementarias para mantener la densidad con el tiempo.
“El precio es el factor más importante a la hora de elegir clínica”
En temas de salud, buscar lo más barato puede salir caro. Una clínica que ofrece precios muy bajos sin duda estará reduciendo costes con respecto a otras en aspectos que pueden incluir la preparación de su personal médico, el seguimiento al paciente, la tecnología empleada o los controles de calidad. Por el contrario, las clínicas más recomendadas suelen contar con altos estándares médicos e invertir en personal altamente especializado, tecnología y otras garantías para los pacientes. El doctor se muestra tajante: “La medicina privada también debe perseguir los más altos estándares, no vale todo para ganar dinero”. “En Arencibia desarrollamos nuestro propio sistema de administración de anestesia, más seguro para el paciente y el equipo; y disponemos de anestesista profesional para casos especiales. Aunque el trasplante capilar es una cirugía mínimamente invasiva, tenemos un sistema de reanimación para hacer frente a cualquier emergencia, por improbable que sea. Son cosas invisibles para el paciente, pero que garantizan su total seguridad”. Dado que se trata de procedimientos estéticos, la opción para acceder a clínicas de calidad puede ser perfectamente la financiación del tratamiento.
La medicina privada también debe perseguir los más altos estándares, no vale todo para ganar dinero
“Cualquiera puede hacerse un trasplante capilar”
La calvicie común, que representa el 90% de de todas las alopecias, es el motivo más frecuente por el que se realiza un trasplante capilar, pero no es el único. Además, existen otros tipos de alopecia que no se deben tratar con un trasplante capilar. Por eso lo primero y fundamental es un buen diagnóstico. Una vez confirmada la alopecia androgénica debemos recordar que no todos los pacientes son candidatos viables a un injerto. “Para algunos pacientes no es buena opción”, apunta Arencibia. “Y hacérselo puede llevar a malos resultados o al agotamiento de la zona donante, que le creará problemas futuros. Cada año reparamos varias docenas de estos trasplantes”. Una correcta evaluación inicial es fundamental para saber si el trasplante es la mejor opción en nuestro caso.
Porque un trasplante capilar mejora la imagen, pero para la mayoría de los pacientes también mejora notablemente su autoestima: elegir bien no es solo una cuestión estética, sino una decisión médica y personal importante. Y parece que la clave está en encontrar una clínica con buena reputación (que no siempre es lo mismo que mucha publicidad) y que comience por una evaluación concreta de nuestro caso. Una clínica que no prometa ‘cabello al peso’ o técnicas revolucionarias para todos por igual, y con un buen equipo de profesionales certificados con experiencia. ¿Cómo saberlo? Preguntando y evitando los mitos y los consejos de patio de vecinos.
“En Arencibia invertimos tiempo y esfuerzo en desmentir mitos e informar honestamente a nuestros pacientes sobre su caso. Hay mucha confusión por ahí fuera y a veces encontramos personas que creen que el éxito del procedimiento vendrá de una cifra muy alta de cabellos que quizá no tengan en su zona donante, o de una nueva técnica. Aunque en general, tenemos suerte porque nuestros pacientes están muy bien informados”, asegura el doctor Arencibia.
0