Protestas contra el derribo del hogar del jubilado en Getxo: “Se llevaron en volandas a una mujer de 72 años”
Los usuarios del hogar del jubilado de Romo, en Getxo, también conocido como Ibar Nagusien Etxea, sabían que este día llegaría. Y estaban preparados para ello. En 2013 el Ayuntamiento anunció por primera vez su intención de derribar el edificio y en 2018 les retiró su apoyo para la gestión. Durante estos años, debido a las protestas de las personas mayores, que llegaron a encerrarse dentro durante 20 días para evitar el derribo, las aguas se calmaron, hasta ahora, que el Ayuntamiento y la Diputación de Bizkaia planean abrir - con fondos europeos Next Generation- un “centro intergeneracional” en el que convivirán juntos un centenar de personas mayores con dependencias de grado 2 y 3 y jóvenes, con la construcción de 40 apartamentos dotacionales exclusivamente para ellos.
Los jubilados recibieron la orden de que debían abandonar las instalaciones el pasado 24 de junio, sin embargo, los tribunales paralizaron el derribo hasta que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) anuló la paralización y el Ayuntamiento comenzó a desmantelar el hogar del jubilado. A pesar de que los usuarios del centro, que han creado una asociación para evitar su derribo, van a presentar un recurso de casación ante el Tribunal Supremo, las labores de derribo han comenzado esta semana.
Con el objetivo de evitarlo, las personas mayores, acompañadas de un grupo de jóvenes se han concentrado “de forma pacífica” ante el edificio para evitar que los operarios entrasen. Esto ha hecho que desde el lunes se activara un dispositivo policial y movilizara hasta el lugar la Brigada Móvil de la Ertzaintza. “Hicimos una sentada pacífica por la mañana, pero la Policía ha actuado con violencia y se han vivido momentos de gran tensión”, asegura Paco, el presidente del hogar del jubilado. Los disturbios se saldaron con una joven detenida por “atentado a la autoridad”, según confirman desde el Departamento de Seguridad del Gobierno vasco.
Desde Elkarrekin Podemos-IU han pedido en las Juntas Generales de Bizkaia la paralización del derribo, además de explicaciones en el Ayuntamiento de Getxo y en el Parlamento Vasco. “Lo sucedido en el barrio de Romo nos parece una intervención inaceptable y desmedida. Hemos pedido en las Juntas Generales de Bizkaia que se paralicen los trabajos de derribo inmediatamente y que se haga una condena rotunda a los hechos que estamos viviendo estos días”, ha asegurado el juntero Xabier Benito. La portavoz del grupo en el Parlamento Vasco, Miren Gorrotxategi, ha compartido un vídeo de lo sucedido durante las protestas seguido del mensaje “Las imágenes de la actuación policial en Nagusien Etxea son inaceptables. Lo que hay en el fondo es la lucha entre un modelo de atención digno, activo, humano; y el modelo PNV de aparcar a las personas mayores y apartarlos de la vida social”.
“A una mujer de 72 años se la llevaron en volandas, para ellos da igual que seamos jóvenes o viejos, nos tratan con violencia igualmente”, sostiene Paco. La mujer, que llevaba un chaleco en el que se leía “No al derribo. Nagusien Etxea aurrera”, fue levantada del suelo por un grupo de cerca de seis agentes de la Ertzaintza cuando realizaban la sentada pacífica y devuelta a la multitud cuando el resto de los protestantes achacó a los policías que “es una persona mayor”, “tiene huesos de cristal” y “tiene osteoporosis”. “Hemos realizado una concentración para denunciar la represión que estamos sufriendo. Llevamos años con esta reivindicación y no vamos a parar hasta conseguirlo y no vamos a permitir que utilicen la violencia contra nosotros”, señala el presidente, que asegura que un joven ha recibido un “golpe en la cabeza” y no han dejado que una de las protestantes, que es enfermera, le atendiera. “Ha tenido que esperar tirado en el suelo a que viniera la ambulancia y se lo han llevado”, explica.
Los 6.000 usuarios del hogar de jubilado de Romo son conscientes de que evitar la paralización del derribo no es tarea fácil, pero, según aseguran, van a seguir luchando por seguir como hasta ahora, con un centro autogestionado de 1.200 metros cuadrados en el que ellos son quienes organizan las actividades y gestionan todo lo relacionado con ellas. Desde el Ayuntamiento de Getxo informan a este periódico de que en el nuevo edificio que se construirá tras el derribo los miembros de Ibar Nagusien Etxea podrán contar con un espacio de 280 metros cuadrados, mientras que, en el tiempo que duren las obras podrán recibir hasta 1.500 euros al mes para el alquiler de un local, además de 3.000 euros para los gastos de mudanza y adecuación de la lonja que alquilen. También indican que las personas mayores pueden ir a la Romo Kultur Etxea, la casa de la cultura del barrio, a realizar sus actividades. Algo que para los 6.000 usuarios no es suficiente, debido a que “se trata de un espacio pequeño para tantas personas”. “Nuestro objetivo sigue siendo el mismo que cuando empezamos esta pelea: que no derriben el edificio. Nos parece un despropósito. A día de hoy seguimos peleando por lo mismo y, aunque cada día sea más difícil, tenemos claro que no nos vamos a rendir”, insiste Paco. Por el momento, planean seguir protestando cada día frente al hogar del jubilado, los alrededores y en la plaza del pueblo y no descartan llevar a cabo más acciones para conseguir quedarse con el edificio tal y como está.
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