Fiscalizar la monarquía en tiempos de periodismo cortesano

Durante todos estos años los principales medios de comunicación decidieron mirar hacia otro lado y blanquear la figura de Juan Carlos I. El jefe del Estado se convirtió en un intocable para las grandes cabeceras españolas pese a las sospechas ya convertidas en evidencias de un comportamiento que no tenía nada de ejemplar. Incluso cuando hemos sabido de las comisiones presuntamente cobradas por el rey emérito, su patrimonio millonario, oculto en paraísos fiscales a través de testaferros y fundaciones opacas que investiga la fiscalía suiza, todavía hay quien intenta disculparlo. Lleva desde el 3 de agosto en Emiratos Árabes y muchos de esos medios se limitan a lamentar que haya optado por este destino, pero insisten en que lo importante fue el papel que jugó durante la transición y los años que siguieron para fortalecer la democracia.  

Los que hicieron del juancarlismo un principio editorial y que han tenido que reconocer que el monarca no era aquel rey honesto que retrataron durante décadas ahora se aferran al felipismo para subrayar que lo importante es fortalecer la institución. ¿Y los españoles qué piensan? Pues cuesta saberlo porque el CIS no pregunta por la monarquía desde 2015 y su presidente, José Félix Tezanos, decía hace unos días se escudaba en que esta es una cuestión que ni interesa ni preocupa a los ciudadanos. La gira que Felipe y Letizia realizaron este verano permitió comprobar que sus niveles de popularidad también se han visto tocados por los escándalos protagonizados por Juan Carlos.  

En elDiario.es consideramos que el objetivo de cualquier medio debe ser el de fiscalizar al poder, independientemente de quien lo ostente. Lo contrario es seguir alimentando espejismos. Ignacio Escolar, director de elDiario.es, y Neus Tomàs, directora adjunta de elDiario.es.

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