Misterpiro, el grafitero de Plasencia que pinta en Nueva Delhi y El Bronx de Nueva York
De repente el mundo hizo ‘click’ y cambiaron las tornas. El vándalo que ensuciaba las calles y estropeaba el mobiliario urbano pasó a denominarse ‘artista’. Lo que antes era una faena para el servicio de limpieza local ahora lo gestiona la oficina de turismo.
Ya no es raro encontrar a extranjeros perdidos por barrios humildes buscando arte urbano, como si fueran museos con las obras escondidas. En la última década las expresiones artísticas callejeras han conseguido ganarse el respeto de la sociedad, cada vez son más los artistas que se dan a conocer mediante su arte en la calle, y no solo son pinturas con sprays, también pega de carteles, plantillas, acciones sobre el mobiliario urbano… en general obras que de forma altruista el creador regala a la sociedad.
Charlamos con Misterpiro, un artista plástico y urbano natural de Plasencia que, gracias a su estilo propio, ha conseguido ganarse un hueco en el mundillo del arte, tanto en la calle como en las galerías.
Con tan solo 20 años gracias a su arte ha podido pintar en distintas partes del mundo como Nueva Delhi o, el mítico barrio de El Bronx, en Nueva York. “Es una experiencia única, la gente valora mucho lo que haces y te trata con cariño, es muy enriquecedor y te ayuda a seguir creando”.
Misterpiro comenzó a pintar graffitis hace 9 años. “Yo siempre había dibujado en papel, me encantaban las acuarelas pero cuando tenía 11 años conocí el graffiti, me llamó mucho la atención poder dibujar en superficies tan grandes ¡y en la calle!”.
Para este joven lo que a día de hoy se entiende como arte urbano es tan solo una consecuencia de la evolución del graffiti. “La gente cambia, algunos continúan con el bote de spray y otros investigamos nuevas técnicas, lo que importa es seguir pintando en la calle, aunque tengas proyectos paralelos” asegura el artista.
La investigación fue precisamente lo que le llevo a conseguir un estilo propio, Misterpiro destaca por llevar a soportes urbanos una técnica que simula la acuarela, fusionando distintos colores y tonalidades que consiguen un resultado final único. “Me gustaba pintar en papel con acuarela, un día se me ocurrió simular ese efecto en pared, entonces supe que había encontrado el camino”.
Pero aunque pintar en la calle sea algo muy bonito, no parece demasiado rentable, según este artista casi todo el mundo hace “algo más” para ganarse la vida, en su caso, ha realizado numerosas exposiciones en galerías además de trabajar con importantes marcas como Samsung o Converse. “Cuando pintas en la calle no puedes pensar en el dinero, a veces veo un muro y sé que tengo que pintarlo, pero no pienso en beneficios, pienso en quedarlo bonito”.
Después muchos años en los que se ha considerado el “street art” como algo marginal, parece que el movimiento ha encontrado su sitio, en una sociedad en la que cada vez es más respetado, ahora quedan años de evolución y sobre todo de experimentación y, quién sabe, quizás dentro de 50 años todas las ciudades del mundo sean más bonitas.
Todas sus creaciones se pueden visitar en su web.
