Los hospitales de Navalmoral, Llerena y Coria tendrán unidad de cuidados críticos
El Servicio Extremeño de Salud dotará a los hospitales de Navalmoral, Llerena y Coria de unidades de cuidados críticos, según anuncio del consejero de Sanidad y Políticas sociales, José María Vergeles.
“Entre este año y 2017 dotaremos de tres unidades de cuidados críticos a los hospitales que no cuentan en este momento con UCI”, manifestó en la inauguración del X Congreso de la Asociación de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor que se celebra en Cáceres.
Se trata de unidades especializadas en cuidados críticos quirúrgicos, atendidos por profesionales muy especializados del ámbito de la anestesiología y la reanimación, y con especialistas como intensivistas o internistas, según informa la Junta en una nota.
Vergeles ha señalado que de este modo se da respuesta a una demanda ciudadana que es mayor en el área de salud de Navalmoral, por lo que será el primer hospital en contar con ella.
La Consejería va a realizar un estudio sobre la configuración de estas unidades, de las que ya hay experiencia en otras comunidades, y pactará la cartera de servicios con los profesionales, ha añadido Vergeles.
Las unidades de cuidados crítico se caracterizan según esas explicaciones por ser unidades especializadas, constituidas y dotadas para la asistencia de pacientes en estado crítico y con un “alto nivel tecnológico y una infraestructura adecuada para el manejo de estos pacientes”.
Es una dotación pensada para hospitales medianos que no cumplen los criterios requeridos -como tasa poblacional y número de intervenciones quirúrgicas de alta complejidad- para acoger una UCI.
Dolor posquirúrgico
En su discurso inaugural el consejero también ha añadido que a lo largo de la legislatura se van a implantar unidades de dolor posquirúrgico en todos los hospitales que tengan actividad quirúrgica de alta complejidad a fin de que el confort de los pacientes después la cirugía “sea el adecuado”.
Asimismo ha indicado a los congresistas su propósito de asegurar el derecho de la mujer que quiera hacer uso de la anestesia epidural.
Para Vergeles, se trata de hacerlo de manera “más programada” de como se ha venido haciendo hasta ahora, donde la evaluación anestésica se hace casi al momento del parto.
La idea es que esa evaluación anestésica se produzca en una consulta previa a la necesidad o al ejercicio de ese derecho a la epidural.