El Estatuto de Autonomía cumple 39 años como marco de convivencia de extremeños
La Asamblea de Extremadura ha conmemorado durante esta semana el 39º aniversario de la aprobación del Estatuto de Autonomía, norma que se erige como el marco de convivencia principal de los extremeños y extremeñas aprobada el 25 de febrero de 1983.
En una campaña realizada a través de las redes sociales oficiales de la institución, los diputados y diputadas de la Cámara regional, encabezados por su presidenta, Blanca Martín Delgado, han leído diversos artículos del Estatuto de Autonomía, según informa la Asamblea en nota de prensa.
Este viernes, en coincidencia con el aniversario de la aprobación de este texto normativo, han sido los tres presidentes que ha tenido la Junta de Extremadura quienes han tomado la palabra para analizar los cambios que ha experimentado la región desde entonces, así como los logros del Estatuto y lo que aún queda por hacer.
El actual presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha señalado que el principal cambio experimentado en la comunidad viene dado por la disminución de las tasas de abandono escolar, así como los avances experimentados en el ámbito sanitario en lo relativo al sistema de trasplantes y también los logrados en cuanto al cuidado de las personas mayores.
En relación al mayor logro del Estatuto, ha apuntado a la convivencia entre las dos provincias, las diferentes comarcas y ciudades, así como entre los extremeños que vinieron de otras regiones y las personas que han llegado a la comunidad procedentes de otros lugares del mundo.
Sobre lo que aún falta por hacer, Fernández Vara ha apuntado a la empleabilidad y los trabajos aún pendientes para conseguir no solo más empleo, sino que éste sea de calidad.
Por su parte, el que fuese presidente de la Junta de Extremadura entre los años 2011 y 2015, José Antonio Monago, considera que el cambio principal experimentado en la región ha sido el tener conciencia de ser extremeño, algo que, a veces, se escondió por un cierto sentimiento de inferioridad pero que tras el Estatuto y con la democracia se visibilizó y se empezó a tomar conciencia de la importancia que tenía la región.
José Antonio Monago ha resaltado como mayor logro el autogobierno y el poder desarrollar una serie de competencias que han permitido acercar las instituciones a los pueblos, las comarcas, la provincia y, por ende, a la ciudadanía.
No obstante, ha dicho, Extremadura aún presenta carencias en materia de infraestructuras y ha destacado que es preciso generar las condiciones para reducir las tasas de paro y pobreza y crear una sociedad de oportunidades que evite que los jóvenes se tengan que marchar a otros territorios.
El primer presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha añadido que con el Estatuto surgió la posibilidad de que los extremeños de forma colectiva fuesen capaces de abordar su futuro, al tiempo que ha destacado que fue la primera vez en la que Cáceres y Badajoz fueron capaces de hacer algo juntos en la historia.
Rodríguez Ibarra ha apuntado que a Extremadura no le hace falta un nuevo Estatuto, sino la capacidad de rastrear y buscar el ingenio, la imaginación y las capacidades de todos sus ciudadanos.
De este modo, ha subrayado que hay extremeños y extremeñas que han destacado independientemente del nivel de infraestructuras que hayan existido, por lo que entiende que lo que falta es la capacidad de creer en sus posibilidades para propiciar las condiciones que les permitan desarrollarlas aquí para que un futuro reciban la medalla de su comunidad y no la de otra región que sí supo atender su potencialidad.
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