Helecho de agua: Otra invasora que ha venido para quedarse y ocupa el 25% de un pantano de Badajoz
Se ha hecho fuerte en el embalse de Valuengo, en Jerez de los Caballeros, donde invade una tercera parte de la superficie. Es el helecho de agua, otra de las especies invasoras que inunda charcos, regatos y ríos de toda Extemadura.
Este helecho (azolla filiculoide) procede de América tropical y en apenas medio siglo no solo la región extremeña, sino también Andalucía, Castilla y león y La Mancha según consta en el el catálogo español de especies invasoras.
Ya llegó a colonizar por completo entre dos y tres kilómetros del río Tajo, con un espesor amplio, según confirman fuentes de la Dirección General de Medio Ambiente.
Centran su mirada en el embalse Valuengo junto con el servicio de calidad de las aguas porque el pantano está destinado al consumo humano. No obstante las fuentes de Medio Ambiente aclaran que no es un peligro para la salud pública porque es un simple helecho flotante. Estiman que las próximas lluvias lo reducirán hasta quedar controlado.
El único método efectivo contra esta invasora parece ser la retirada mecánica, aunque la planta es del tamaño de una moneda de 1 ó 5 centímetros y resulta complicado eliminarlo por completo. Habita en aguas limpias de curso lento y su temperatura óptima de crecimiento está en los 22 grados. También se aloja en las orillas del Guadiana, donde puede verse en sus orillas e incluso ha llegado a cubrir algunas láminas de agua con un color cobrizo.
¿Por qué ha crecido en Valuengo tanto?
En el sur de Badajoz ha encontrado las condiciones idóneas para experimentar un rápido crecimiento. El motivo que trasladan los técnicos de Medio Ambiente es que es un embalse pequeño, de poca profundidad, donde se han dado en las últimas semanas altas temperaturas acompañadas a continuación de lluvias. Unas lluvias que han arrastrado hasta las aguas lo que los científicos denominan la ‘contaminación difusa’, entendido como los organismos procedentes de la ganadería con muchos nitratos, el elemento que necesitan estas plantas.
Piensan no obstante que con un control adecuado no tiene por qué haber especial impacto sobre las aguas, siendo más bien un impacto social porque la lámina se expande e impide la pesca.
Los peligros y otros usos
Eso sí, en caso de que cubra todo el embalse a modo de película puede impedir la fotosíntesis y sí que puede generar problemas de eutrofización de las aguas. Detalla la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) que puede llegar a disminuir la entrada de luz bajo la lámina de agua y provocar una alteración de las condiciones físico-químicas.
Aunque es una especie catalogada como invasora la CHG apunta que su simbiosis con 'Cyanophtya' (una bacteria) les da un gran valor agronómico como fijadora de nitrógeno atmosférico, muy usada como abono verde y forraje, comenta la confederación.