Los vecinos de Madroñera mantienen su lucha : “Nos sentimos indefensos ante una urgencia sanitaria”
- Los vecinos de Madroñera, conocedores de las aficiones musicales del ‘barón rojo’ de Extremadura, han optado por el rap para transmitir a Monago que la sanidad “no se toca” en un vídeo de moda en las redes sociales
Han protagonizado decenas de protestas, han gastado suelas en marchas y concentraciones... todo para recordar a Monago que la sanidad no se toca. Los vecinos de Madroñera han hecho vídeos, han bailado rap, han cantado y mantienen su reivindicación: la reapertura de las urgencias rurales.
La lucha les ha unido más que nunca. El cierre de las urgencias sorprendió a este pequeño municipio de 3.000 habitantes de Cáceres que vio cómo el Centro de Atención Continuada (PAC) de la localidad echaba el cierre bajo el gobierno de José Antonio Monago.
En Madroñera han aprendido a trabajar en equipo, y su protesta moviliza desde niños hasta amas de casa, desempleados o mayores. Sus vídeos se han puesto de moda en la red, con temas como ‘Monago, córtate el dedo’, en alusión a unas declaraciones en las que el presidente extremeño llegó a decir que antes que hacer recortes se cortaba una falange. Y la última, un ‘temazo’ a ritmo de rap en el que le vuelven a recordar con rimas y estrofas a Monago que la sanidad “no se toca”.
Todos a una, haciendo una ‘Fuenteovejuna’, han logrado que tras cerrarse totalmente en 2012, Monago reabriera las urgencias por la tarde y el fin de semana. Los vecinos lanzan un aviso a navegantes: no van a parar hasta que sus urgencias reabran las 24 horas del día, y energías, entusiasmo y originalidad no faltan.
Una urgencia rural con horario reducido para un enfermo crónico
Entre los protagonistas de esta historia está Santi, un vecino de 54 años que ha protagonizado junto a su mujer y sus dos hijas, de 11 y 17 años, varios de los vídeos elaborados por la Plataforma Ciudadana por la Apertura Total del Punto de Atención Continuada (PAC).
La historia de Santi adquiere especial importancia en esta lucha vecinal si se tiene en cuenta que es un enfermo crónico que padece una cardiopatía. Operado de corazón, le han implantado cuatro bypass y ha superado dos infartos cerebrales.
En el último de los infartos que sufrió, la diosa Fortuna quiso que las puertas de las urgencias rurales de la localidad estuvieran abiertas en ese justo momento. Allí le hicieron las primeras reanimaciones, hasta que llegó un helicóptero y lo trasladó al hospital. Está convencido de que si se hubiera topado con las urgencias de su localidad ‘chapadas’ la suerte hubiera sido diferente. Piensa que en caso contrario ahora estaría muerto.
Ha habido otros casos en la localidad, como el de un enfermo que, tras llamar a la ambulancia y esperar su llegada durante unos minutos que se hicieron interminables, murió de camino al centro sanitario de Trujillo. “Se nos queda la duda, no sabemos si se hubieran salvado en caso de que las urgencias rurales hubieran estado abiertas en Moraleja en ese momento”, según explica Santi, que reconoce que vive intranquilo, teniendo en cuenta su historial clínico.
Dentro de lo malo, este hombre dispone de un coche y una mujer que le pueden trasladar de urgencia en caso de sufrir una crisis --fuera del horario de apertura de las urgencias--, aunque sabe también que hay otros muchos mayores que viven solos en el pueblo, y que no tienen esa ventaja.
“No entendemos cómo se puede jugar con la salud de la gente de esta manera. Una vez más los recortes los sufrimos el pueblo, los contribuyentes”, según transmite indignado este enfermo.