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Reclaman que las colonias penitenciarias franquistas de Montijo sean Bien de Interés Cultural

Estado actual de uno de los edificios de la colonia / ARMHEx

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Este lugar carece de de la más mínima protección jurídico patrimonial, por lo que se corre el riesgo de que lo que “debe ser un lugar de memoria, se convierta en un lugar de olvido o desaparezca”. 

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Extremadura ha reclamado que con carácter urgente se incoe expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de sitio histórico, al terreno donde se ubicaban las colonias penitenciarias de Montijo

En ellas unos 1.450 presos republicanos participaron en la construcción de una parte del Canal de Montijo y de una parte de la presa del mismo nombre. La asociación ha presentado un escrito a la Secretaria General de Cultura de la Junta de Extremadura donde le insiste en que acuerde incoar el citado expediente, algo que viene haciendo desde hace casi seis años.

Para la asociación urge una rápida actuación de la administración competente al amparo de la Ley 2/1999, de 29 de marzo, de Patrimonio Histórico y Cultural de Extremadura, y de acuerdo al artículo 6. 1º de la norma que regula la acepción de Sitio Histórico. Se trata de aquel lugar o paraje natural que “forman parte de una unidad coherente por razones históricas, culturales o de la naturaleza vinculadas a acontecimientos, recuerdos del pasado”.

Además, la ARMHEX basa su petición en Ley de la Memoria Histórica que “sienta las bases para que los poderes públicos lleven a cabo políticas públicas dirigidas al conocimiento de nuestra historia y al fomento de la memoria democrática”. La asociación ha subrayado que las colonias penitenciarias de Montijo son “un referente de la memoria histórica” y que su significado en el ámbito de la “represión franquista” seguida a la guerra civil, lo configuran como un “símbolo en la región que le hacen merecedor de su máximo reconocimiento y protección”. 

El campo de Castuera

Considera que los mismos argumentos que la entonces Consejería de Cultura empleó para la declaración de BIC del terreno donde se ubicaba el “Campo de concentración de Castuera” son “aplicables y extrapolables” para las colonias de Montijo.

En este último caso “las instalaciones son las mejor conservadas (o casi únicas en toda España), pues aún está en pie la que fue la casa del comandante del campo y algunos barracones, si bien las instalaciones se utilizan actualmente para una explotación agropecuaria”. Ha explicado que el servicio de colonias penitenciarias, creado por el régimen franquista al término de la Guerra Civil española, era el eufemismo para “los campos de concentración”, donde permanecieron “prisioneros políticos como trabajadores forzados”.

Las colonias 

Estas agrupaciones llevaron a cabo el trabajo con presos republicanos en la construcción de canales y presas en diferentes ríos, esencialmente: Guadiana, Tajo, Guadalquivir, Alberche y Jarama. Desde 1939 a 1942 se articularon seis agrupaciones, la segunda agrupación en el Canal de Montijo, donde se ubicaron las colonias penitenciarias y donde llegaron a trabajar unos 1.450 presos republicanos “de los que hay constancia documental, con nombres y apellidos, en los archivos públicos”.

Casi un 20% fueron presos extremeños, un 29,5% andaluces y un 12,4% catalanes, entre otras procedencias, los cuales participaron en la construcción de una parte del Canal de Montijo y de una parte de la presa del mismo nombre, se precisa en la nota.

La colonia contaba con varios centros de trabajo repartidos a lo largo de todo el canal: por un lado, el campamento principal con sede en Montijo y, por otro, varios pabellones como el de Lácara (frente a Torremayor) o el de la Garrovilla. El campamento principal se construyó a las afueras de Montijo.

La ARMHEX ha lamentado que estos acontecimientos hayan “sido silenciados de forma indigna” y entiende que es “una obligación legal y democrática el reconocimiento público, al menos de forma simbólica, de las personas que fueron objeto de la represión y obligadas a realizar trabajos civiles en condiciones de precariedad y sufrimiento”. 

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