El Gobierno apoyó en octubre el cierre del laboratorio europeo para el que Feijóo postuló a Galicia en noviembre
Nadie postuló a Galicia oficialmente como posible sede del laboratorio de referencia de la Unión Europea para el seguimiento de los contaminantes virales y bacteriológicos de los moluscos bivalvos. La candidatura gallega, publicitada por la Xunta desde la pasada primavera y solemnizada por Alberto Núñez Feijóo el pasado 24 de noviembre en Vilagarcía en el marco del vigésimo quinto aniversario del Instituto Tecnológico para o Control do Medio Mariño de Galicia (Intecmar), nunca llegó a ser asumida por el Gobierno de España, que no realizó gestión alguna ante las autoridades comunitarias para que llegaran a Galicia las competencias que hasta ahora asumía el Centre for Environment, Fisheries and Aquaculture Science (Cefas) de Weymouth, en el Reino Unido, entidad que está trasladándose a una nueva sede y que las pierde a causa del Brexit. Tampoco cuando la UE decidió cerrar este laboratorio, clausura que España apoyó.
Como adelantó Faro de Vigo, mientras la Xunta aseguraba estar en condiciones de optar a esa sede comunitaria el Gobierno de España sabía, al menos desde el pasado mayo, que este laboratorio se iba “a suprimir por motivos presupuestarios” y sus competencias serían distribuidas entre otros departamentos. A esta revelación, que trascendió a través de una respuesta del gabinete de Mariano Rajoy al diputado del PSOE en el Congreso Miguel Ángel Heredia, se añade ahora otra que llega de la propia Comisión Europea como contestación a otro representante socialista, el eurodiputado gallego José Blanco, y que evidencia aún más que las posibilidades gallegas en esta virtual pugna simplemente no existían.
Ante las “declaraciones” efectuadas por la Xunta la pasada primavera Blanco se dirigió por escrito el 30 de junio al Ejecutivo comunitario para preguntar si “consideraba” la “oportunidad de trasladar la ubicación de este laboratorio a Galicia” y, en este sentido, si ya “había recibido algún tipo de comunicación o solicitud oficial en relación con la reubicación” tanto de España como de algún otro Estado miembro. La respuesta del comisario de Salud y Seguridad Alimentaria, el lituano Vytenis Andriukaitis, llegó este 8 de diciembre y en ella explica que la Comisión “no ha recibido ninguna notificación o petición oficial de ningún Estado miembro sobre la reubicación” de este laboratorio.
Votación un mes anterior al anuncio de Feijóo
Más allá de constatar que la solicitud gallega nunca llegó a producirse, la respuesta de Andriukaitis permite conocer también que el Gobierno de España no solo sabía que la UE decidió el cierre del laboratorio, sino que apoyó la decisión. Entre los múltiples trámites necesarios para la “supresión” formal del organismo, comunicada a los Estados ya en mayo, figura la reforma de las normas de funcionamiento de la propia Comisión a través de una propuesta de Reglamento que, señala el comisario, fue presentada el pasado 18 de octubre ante el Comité Permanente de Vegetales, Alimentos y Piensos, uno de los organismos que asiste el trabajo del Ejecutivo de la UE y del que forman parte los Estados.
Las actas de esa reunión, que la UE publica en sus portales de transparencia, revelan que en ese encuentro participaron 25 de los aún 28 Estados miembros de la Unión y que España estaba representada por la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN), que depende del Ministerio de Sanidad. Según esos documentos esos 25 Estados votaron a favor de la propuesta de la Comisión y la única objeción que consta en el acta llegó de Suecia, que advirtió del “riesgo” de que el nuevo modelo sea menos “eficiente”.
El texto fue remitido al Consejo -donde están representados todos los Estados- el 8 de noviembre, esto es, más de dos semanas antes del anuncio de Feijóo en el Intecmar. En él se desgrana cuál será la nueva redacción del Reglamento que en el año 2004 otorgó estas competencias al Cefas del Reino Unido y se deja claro que la Comisión considera que “deja de ser necesario un laboratorio de referencia de la UE” para el “control de las contaminaciones bacterianas y virales de los moluscos bivalvos, por lo que este debe ser retirado” de esa normativa de hace 13 años.
Como explica la respuesta de Andriukaitis a Blanco, el mismo documento “también establece” cómo quedan distribuidas las competencias que hasta ahora estaban centralizadas en el organismo británico. Las pruebas de detección de bacterias fecales, salmonella y virus serán “reasignadas” a laboratorios de referencia de la UE ya existentes en Italia, Países Bajos y Suecia. Mientras, “las tareas relativas a la clasificación y control de las zonas de producción de moluscos bivalvos” recaen “en el laboratorio de referencia de la UE para las biotoxinas marinas”, un organismo dependiente de la AECOSAN con sede en la Ciudad Tecnológica del Campus de Vigo.
De este modo, la Xunta promocionó una candidatura que nunca existió para acoger en Vilagarcía una entidad europea que iba a cerrar y al tiempo, al menos aparentemente, ignoraba que un laboratorio que ya está instalado en Vigo va a asumir parte de las competencias del organismo comunitario suprimido. No en vano, Feijóo no hizo mención alguna a esa reasignación de competencias cuando realizó el anuncio en el Intecmar. No obstante, la pasada semana, tras conocerse la noticia del cierre, el presidente sí señaló ante la prensa que “las pruebas más importantes” que se realizaban en Weymouth “se encargan al laboratorio comunitario de Vigo”.