Los problemas de la palabra inclusión, el centralismo informativo de Madrid y un salvador de libros: tres podcast y un show sonoro
Hora y medio de show sonoro en directo para analizar en tres podcast cómo Madrid actúa como fuerza centrípeta de la atención informativa, cómo impacta en diferentes generaciones el racismo y la historia de Antón Patiño Regueira, un intelectual que promovió la cultura y la literatura gallega para defenderla de la oscuridad de la censura franquista. Movidas Varias, de Quan Zhou; Un tema al día, que dirige Juanlu Sánchez en elDiario.es; y Carne Cruda, el espacio presentado por Javier Gallego y Violeta Muñoz, han grabado un episodio en directo en la plaza de María Pita dentro del Festival de las Ideas y la Cultura.
El periodismo “podría ser menos centralista”. Es el resumen de Neus Tomás, directora adjunta de elDiario.es ante la pregunta de si la atención de los medios de comunicación está demasiado puesta en Madrid. A veces la actualidad “obliga”, argumentó, pero existe espacio para hacer coberturas desde otros puntos, en especial si la información se obtiene a través de llamadas telefónicas. Esa atención privilegiada al centro de la Península deriva en situaciones como que, para ilustrar cuánto son los tres kilómetros que voló una tapa metálica en una explosión en Tarragona hasta llegar a un edificio y provocar la muerte de un vecino, la comparación se hizo con la Castellana y el Bernabéu. O el desconocimiento fuera de Galicia sobre el clan Baltar, pese a las tres décadas que pasaron controlando la Diputación de Ourense entre acusaciones de caciquismo.
“Madrid también es una provincia, no sé si lo sabían”, dijo Gonzalo Cortizo, adjunto al director y director de la edición de Galicia de elDiario.es en su reflexión sobre la expresión que se aplica para todo lo que ocurre fuera de Madrid: en provincias. Juanlu Sánchez, con disculpa por el autobombo incluida, recordó que este periódico tiene personal en todas las comunidades salvo La Rioja, en donde pronto contará también con una oficina.
Carne Cruda también subió su podcast al escenario de María Pita. El capítulo está dedicado a la figura de Antón Patiño Regueira, del que se suele decir que era oficialmente librero, pero que tuvo un papel relevante mucho más allá del local que abrió en los años 60 en Vigo, Librouro. Exiliado en Argentina, regresó con maletas con doble fondo en las que traía libros prohibidos por el franquismo. Libros como los que, recordaron Javier Gallego y Violeta Muñoz, se quemaron en el puerto de A Coruña en el verano del 36, procedentes en parte de la biblioteca de Santiago Casares Quiroga, el que era presidente del Gobierno de la República en el momento del golpe de Estado.
Como invitado estuvo presente su hijo, también llamado Antón Patiño, que se refirió a su padre como “una fuerza de la naturaleza, un activista cultural que nunca tuvo miedo a nada”. Aunque la “vocación” por los libros era más de su madre, Munda Pérez Sobreira, reivindicó. Tras los “asesinatos selectivos de la materia gris” del franquismo en Galicia, en donde no hubo batallas en la Guerra Civil, pero sí represión, Patiño Regueira puso en circulación un texto básico del nacionalismo gallego, Sempre en Galiza, de Castelao y trabajó por la cultura gallega.
El programa de Quan Zhou invitó al rapero Frank T para hablar de personas racializadas, de diferencias de edad y de si en los últimos años se ha notado un cambio en las actitudes racistas en España. El artista, padre de un hijo de 19 años, recurrió al número de veces que la policía lo ha parado por la calle: dos, hasta el momento. A esa edad, a él le habían pedido la documentación ya unas 60 veces, dijo.
Frank T se ha distanciado de revisiones de series como Friends: “Son blancos de clase media acomodada. Es una descripción muy buena de cómo eran y cómo vivían esas personas. No hay por qué incluir ahí a una persona negra”. También ha señalado que no se siente representado en general en el cine hecho en España y se identifica más con películas francesas que cuentan historias en las que hay personas racializadas. Y ha planteado problemas en la elección de la palabra inclusión: “Ya solo usar esa palabra... Estás en un escalón más arriba y me tienes que incluir a mí. Eso es para reflexionar”.
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