Más rápido que Usain Bolt, un Fórmula 1 o un submarino supersónico: así viajan los datos por la fibra óptica
Uno de los campos de batalla en el que compiten las empresas de telecomunicaciones es sin duda la televisión. Cada vez que nuestro programa favorito se ve interrumpido por la publicidad, los anuncios de las operadoras nos bombardean con ofertas de ADSL que resultan de lo más tentadoras. Que si 30 megas reales por 19,90 euros, que si 50 megas con llamadas a móviles gratis...
Unas cifras que dan que pensar porque, sí, podemos llegar a tener una conexión rápida sin tener que pagar mucho, pero ¿cuánto, exactamente? Lo primero que hay que saber antes de hacer comparaciones es que la velocidad de transferencia de datos se mide en bits por segundo. Una medida que no solemos emplear para estimar, por ejemplo, la velocidad a la que circula un coche por la autovía, el AVE o a la que corre una simple liebre.
Y al igual que la liebre y el coche alcanzan distintas velocidades debido a lo diferentes que son entre sí, la velocidad a la que circulan los datos varía dependiendo del medio por el que se transmitan. El medio más veloz de los que se emplean actualmente es la fibra óptica. Su gran ancho de banda, seguridad y perdurabilidad la han convertido en la elegida por las operadoras para la transmisión de datos, y por los consumidores para tener internet en casa. De hecho, en España ya hay más de un millón de líneas basadas en fibra óptica. Datos que viajan a una velocidad que puede dejar a algunos con la boca abierta.
La fibra, a la velocidad de la luz
Hace un año, un grupo de investigación de la Universidad de Southampton, en Reino Unido, creó una fibra óptica que tenía la capacidad de transmitir datos al 99,7% la velocidad de la luz. Concretamente, podía mandar información hasta a 73,7 terabits por segundo, un dato que implica enviarlos mil veces más rápido que los enlaces de fibra óptica de hoy en día -de 40 gigabits por segundo.
La fibra que idearon los científicos está pensada, de momento, para los centros de datos y los superordenadores gubernamentales y científicos. Habrá que esperar unos cuantos años hasta que llegue a los consumidores, que de momento, disfrutan de una fibra que logra alcanza un 69% de la velocidad a la que circula la luz (299.792,458 kilómetros por segundo).
¿Y cuánto supone un 69% de velocidad? Nada más y nada menos que 206.855,42 kilómetros por segundo, o lo que es lo mismo: 744.679.518,105 kilómetros por hora. Una velocidad que hemos comparado con la rapidez de otros prodigios de la naturaleza y la ingeniería humana.
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| Velocidad (Km/hora) | ||
| Usain Bolt |  | 44,160 |
| Guepardo |  | 104 |
| Coche de Fórmula 1 |  | 160,42 |
| Barrera del sonido |  | 1.230 |
| Blackbird SR-071 |  | 3.529,56 |
| Bala .223 WSSM (40 gramos) |  | 4.775,4 |
| Submarino supersónico |  | 5.800 |
| NASA X-43 |  | 14.000 |
| Nave IUS |  | 28.000 |
| Fibra óptica |  | 744.679.518,105 |
| Velocidad de la luz |  | 1.079.252.848,8 |
.grdhdr {background-color:#057C9A; font-family:arial; font-weight:bold; font-size:12px; text-align:center; color:#FFFFFF }.grdbdy {background-color:#FFFFFF; font-family:arial; font-weight:bold; font-size:12px; text-align:center; color:#057C9A } chart table generated at www.isdntek.com/tagbot/grids.htm Más rápido que una nave espacial
El año pasado, el coche de Kimi Raikkonen se hizo con la vuelta más rápida en el circuito de Melbourne, en el Gran Premio de Australia. A pesar de haber recorrido los 5.303 metros de la pista en tan sólo 1 minuto y 29 segundos, los 160 kilómetros/hora a los que circulaba resultan irrisorios si se comparan con la rapidez que alcanzan los datos en un cable de fibra óptica.
La velocidad de la fibra óptica supera también, con bastante diferencia, a la del sonido, que discurre a 1230 kilómetros por hora. Incluso está por encima del avión espía más conocido de la inteligencia estadounidense, el Blackbird SR-71, que ostenta el récord de ser el aeroplano más rápido del mundo con su vuelo de 3.529,56 kilómetros por hora.
Otro que no es rival para la fibra es el submarino supersónico ideado por un grupo de investigación del Instituto de Tecnología de Harbin (China), que se desplazaría por el agua a unos 5.800 kilómetros por hora - la velocidad media del sonido en el agua -, y que sería capaz de recorrer, en menos de dos horas, la distancia que separa Shangai de San Francisco.
La información que transcurre por la fibra óptica va más rápido que una bala .223 Super Short Magnum de Winchester, uno de los proyectiles más veloces del mundo. Las aeronaves no tripuladas de la NASA tampoco logran batir a los datos cuando se mueven por la fibra. El motor de combustión supersónica del X-43, que le hace volar a 14.000 kilómetros cada sesenta minutos, en comparación, no parece demasiado impresionante.
Al igual que la nave espacial IUS, encargada de transportar, en 1989, el satélite Galileo para colocarlo en la órbita de Júpiter. Con una velocidad media de 28.000 kilómetros por hora, casi 27.000 veces menos que la que alcanza la fibra.
Como para menospreciar los treinta 'megas' que tenemos en casa...
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Las imágenes de este reportaje son propiedad, por orden de aparición, de Sascha Kolhmann, Ministerio TIC Colombia y Wikimedia Commons
