Si trabajar con previsión es siempre una virtud en cualquier puesto de responsabilidad en una empresa, el ámbito de las 'apps' corporativas va a hacer aún más necesario que los directivos y responsables técnicos actúen con antelación y planificación.
Un reciente estudio de la consultora Gartner pone de manifiesto que, a finales de 2017, la demanda de servicios de desarrollo de aplicaciones móviles corporativas crecerá, como mínimo, cinco veces más rápido que la capacidad de las organizaciones de TI para desarrollar las herramientas que demandan las empresas.
Esta predicción plantea todo un reto a las empresas que tendrán que absorber una demanda de tales dimensiones (¿de dónde van a sacar el tiempo y las manos?), pero también a las compañías que aún no han desarrollado aplicaciones para mejorar sus servicios (¿a qué están esperando sus CIOs?)
La empresa móvil del siglo XXI
Cada vez más compañías recurren a herramientas móviles para el desarrollo de su actividad. Un ejemplo de esta tendencia son las 'tablets', que se han convertido en aliadas perfectas de la productividad empresarial. Actualmente, diez millones de tabletas se emplean en el ámbito corporativo en Europa Occidental.
Al contrario de lo que podría parecer, se trata de un mercado en crecimiento: según un estudio de la consultora IDC, uno de cada cuatro equipos que utilicen las empresas de esta región en 2019 serán tabletas. Así, en los próximos cinco años, se venderán más de 40 millones.
Las tabletas, junto con otros dispositivos móviles (Gartner pronostica que las ventas de teléfonos superarán los 2.000 millones de unidades en 2019), están llamadas a ser las herramientas ideales de una oficina del siglo XXI. De ahí que el desarrollo de aplicaciones corporativas se presente como uno de los retos más importantes para CIOs y empresas de TI.
Según otro estudio, realizado por 451 Research, las 'apps' más populares entre los responsables de las compañías son, a día de hoy, las relacionadas con el CRM (Costumer Relationship Management), ventas e interacción con los clientes, y aquellas enfocadas a la productividad.
Para evitar el cuello de botella que podría producirse en un par de años, Gartner sugiere a las empresas que estén planteándose desarrollar aplicaciones propias que prioricen esta actividad. Si esperan demasiado, podrían encontrarse con dificultades y retrasos por una sobrecarga del mercado.
Además, propone un modelo mixto: si bien las empresas seguirían teniendo un control casi total de las aplicaciones que usarán en el futuro, parte del trabajo podría delegarse a compañías externas que cuentan con el equipo y la agilidad necesarios para crear productos estables en poco tiempo.
De acuerdo con el informe de 451 Research, este sistema tiene todos los visos de imponerse: dos tercios de las aplicaciones corporativas serán desarrolladas por empresas externas en 2017, justo cuando (según Gartner) la demanda quintuplicará a la oferta.
Si el futuro va a ser tal como lo pintan, más vale que unos (los que encargan) y otros (los que reciben los encargos) se vayan remangando: los próximos años van a ser cruciales para la implantación de las aplicaciones móviles en el sector corporativo.
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Las imágenes de este artículo son propiedad, por orden de aparición, de Esther Vargas, Innovate360 e ijclarck.
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