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Cuando las moscas y larvas del vertedero condicionan tu vida: “No podemos cenar en la terraza porque es asqueroso”

José Deprit, integrante de la plataforma de afectados por el vertedero, exige soluciones inmediatas a los problemas que genera la planta de reciclaje.

Nicolás Ribas / Marcelo Sastre

Eivissa —
9 de octubre de 2025 22:38 h

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“Hace por lo menos dos años que estamos notando olores muy fuertes [de la planta de reciclaje]. Hay días que no podemos salir a cenar a la terraza porque es asqueroso”. Beatriz es vecina de Talamanca, uno de los tres núcleos de la ciudad de Eivissa que cuenta con una playa urbana. Ella vive entre Puig d’en Vinyets y Can Pep Simó, el área residencial más alejada de la capital, ya en el municipio de Santa Eulària des Riu. Su casa está a seis kilómetros de Ca na Putxa, donde se sitúa el vertedero y la planta de reciclaje de la isla.

Los vecinos cercanos a Ca na Putxa, en Eivissa, aseguran que los malos olores vienen de la planta de residuos mientras que Ecoembes y las instituciones defienden su gestión: “Nunca me había pasado que tuviera que estar en la terraza espantando moscas todo el tiempo”, asegura. En su caso, el problema ha surgido desde hace algo más de un mes. Los vecinos que integran la plataforma reclaman al Consell d’Eivissa, gobernado por el PP, medidas “urgentes para frenar la proliferación” de estos insectos “a fin de evitar un problema grave de salud pública”. Apuntan, como una de las posibles causas, la acumulación prolongada de residuos de envases del contenedor amarillo por parte de Ecoembes como la principal causa. Por estos motivos, piden al Gobierno insular “que obligue a la empresa a cumplir los plazos de retirada”.

La plataforma vecinal alertó, ya durante el mes de agosto, que había un repunte de la proliferación de plagas de moscas. Según la entidad, el área de Medio Ambiente del Consell d’Eivissa les trasladó en las reuniones mantenidas en 2024 que el origen del problema está en la acumulación prolongada de balas de envase procedentes del contenedor amarillo. Es decir, plásticos, tetrabriks y latas. Explican, además, que el convenio que la administración insular tiene firmado con Ecoembes obliga a la empresa a recoger dichas balas cada 15 días. Por este motivo, reivindican ante el Gobierno insular que exija a Ecoembes “el cumplimiento estricto de los plazos de retirada de las balas y que proceda a las fumigaciones necesarias para controlar al máximo el problema”.

Beatriz es una de las vecinas afectadas por los malos olores pese a que vive a más de seis kilómetros de la planta de residuos.

En el mismo sentido, reclaman al Ajuntament de Santa Eulària —donde también gobierna el PP— que ejerza sus competencias en materia de control de plagas que afectan a las zonas habitadas en el municipio. “La protección de la salud pública y el medio ambiente es también su responsabilidad”, indican. José Deprit es integrante de la junta directiva de la plataforma y vecino de la urbanización de Roca Llisa. Vive a seiscientos metros del vertedero. El Consistorio, sin embargo, niega tener competencias de gestión de plagas en esta zona y traslada esta responsabilidad al Consell Insular.

En conversaciones con este diario, explica que el mal olor es un problema de todo el año, mientras que las plagas de moscas se concentran durante el verano. En verano, además, huele casi todos los demás. “A veces no podemos estar fuera de casa, tenemos que cerrar puertas y ventanas porque el olor es repugnante”, afirma Deprit. El integrante de la plataforma cree que hay varios factores que explican los problemas. Entre ellos, cita los filtros de la planta de compostaje; una balsa que “huele bastante mal”; los lodos que se transportan desde la planta de Sa Coma [la depuradora de la ciudad] a reciclar y los animales muertos que tiran en unas celdas que hay cerca de la carretera general.

A veces no podemos estar fuera de casa, tenemos que cerrar puertas y ventanas porque el olor es repugnante

José Deprit Vecino afectado

“Todo esto tiene solución, pero no hacen nada. Es impresionante”, critica Deprit. “Llevamos cuatro años pidiendo soluciones, pero todo va lentísimo”, comenta, y añade que la situación es “desesperante”. Quienes se llevan la peor parte son los vecinos y vecinas que viven a unos doscientos metros de las instalaciones. “Si cenas en la terraza tienes que ir con una raqueta para matarlas. Es un problema que está ahí y que en verano se acentúa por el calor”, asegura.

Los problemas denunciados en agosto empeoraron en las siguientes semanas, por lo que la plataforma envió un escrito tanto al Consell d’Eivissa como al Ajuntament de Santa Eulària en el que lamentaron que los primeros niegan “la evidencia” y los segundos no asumen “la responsabilidad de evitar los problemas de salubridad en sus núcleos de población”. Los problemas que padecen han sido remitidos también mediante grabaciones de vídeo a Ignacio Andrés Rosselló (PP), conseller insular de Gestión Ambiental.

Los vecinos exigen soluciones

Entre las medidas que siguen esperando, Deprit exige, en representación de los vecinos y vecinas, que se ejecute la inversión de 17 millones de euros aprobada por el Consell d’Eivissa en sus presupuestos para 2025. Esta inversión tiene como objetivo cambiar los filtros de brezos de la planta de compostaje por filtros eficaces de carbono activo. En este sentido, los afectados han mostrado su preocupación sobre los efectos de estos gases para la salud, ya que se desconoce cuál es su composición, más allá del malestar que les suponen los malos olores.

Así, denuncian que el Consell Insular tiene un estudio de la Universitat Rovira i Virgili, de Tarragona, sobre los peligrosos gases COV (Compuestos Orgánicos Volátiles) cuyos datos y resultados desconocen porque no se han hecho públicos. “A pesar de las reiteradas peticiones de la plataforma, se niegan a dar el acceso a esos datos”, exponen. Según su versión, la institución insular aseguró que el estudio se presentaría en la primera quincena de septiembre, en el marco de la Comisión Anual de Seguimiento del Área Ambiental de Ca na Putxa. Ignacio Andrés Rosselló, además de conseller insular de Gestión Ambiental, también asume la cartera de Transparencia.

Los vecinos piden que se ejecute la inversión de 17 millones de euros aprobada por el Consell d’Eivissa en sus presupuestos para 2025

Finalmente, la reunión se celebró el 7 de octubre. Pese a todo, la plataforma, que representa a los vecinos y vecinas de Jesús y de los barrios y urbanizaciones de Can Furnet, Cas Cómodo, Roca Llisa, Cala Llonga y Cap Martinet, reclama esta información desde noviembre de 2024. Por último, no descartan emprender “acciones legales” en el caso de que las instituciones no adopten medidas para equilibrar la salubridad y el medio ambiente del municipio.

Después de que este diario se entrevistara con la plataforma vecinal, se presentó el informe de calidad del aire elaborado por la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona. “No existe correlación directa entre los gases detectados en el área ambiental y las poblaciones próximas”, ha señalado el Consell Insular, en un comunicado de prensa. “Los compuestos identificados son propios del tránsito rodado y se mantienen dentro de los niveles típicos de otras zonas urbanas, confirmando la buena gestión ambiental de las instalaciones”, ha zanjado.

El Consell Insular asegura que 'no existe correlación directa entre los gases detectados en el área ambiental y las poblaciones próximas' y que 'los compuestos identificados son propios del tránsito rodado y se mantienen dentro de los niveles típicos de otras zonas urbanas, confirmando la buena gestión ambiental de las instalaciones'

José Deprit señala las inmediaciones del vertedero y la planta de reciclaje, origen de los malos olores que sufren los vecinos.

Las empresas e instituciones implicadas lo niegan

Además de Ecoembes, responsable de la retirada y reciclaje de los envases de plástico, cabe señalar que, aunque el Consell Insular tiene las competencias sobre las plantas de selección y tratamiento de residuos, la gestión ha sido adjudicada mediante concesión a la UTE Giref, que está compuesta por la empresa ibicenca Herbusa (Vicente Bufí) y por las multinacionales FCC (cuyo accionista mayoritario es el grupo Carso del empresario mexicano Carlos Slim), Urbaser (Fondo Platinum Equity) y Prezero (Grupo Swartz).

Este diario ha enviado una consulta a la UTE Giref en la que se pregunta a la empresa el origen de los malos olores y se citan algunas posibles causas. En su respuesta, pide que nos dirijamos al Consell Insular. “Faltan a la verdad continuamente por desconocimiento y os hacéis eco de posibles problemas erróneamente”, ha respondido la compañía, en relación a las quejas vecinales.

La UTE Giref asegura que los vecinos 'faltan a la verdad continuamente por desconocimiento'. 'Os hacéis eco de posibles problemas erróneamente', ha añadido

En su respuesta a este diario, el Consell Insular defiende que ha realizado revisiones técnicas que certifican que el embalaje y acumulación de los residuos plásticos no son el origen de la plaga de moscas que los vecinos han denunciado públicamente. Las fuentes consultadas van más allá y afirman que los técnicos, después de haber revisado las instalaciones, no han observado un exceso de larvas y moscas que pudieran “originar una plaga”.

Por otro lado, señalan que, durante el pasado mes de julio, hubo retrasos por parte de Ecoembes en la recogida de las balas de residuos plásticos. “Se les hizo un requerimiento para que cumplieran con el convenio y garantizaran las frecuencias de recogida de estos residuos”, asegura el Consell Insular. Según esta versión, desde entonces no ha vuelto a haber incidencias y los plazos se están cumpliendo mayoritariamente, lo que “evita la acumulación de estas balas y una posible aparición de larvas y moscas”.

Por otro lado, insisten en que, para evitar la aparición de larvas y moscas, la UTE Giref realiza “tratamientos constantes como son limpiezas intensivas de las instalaciones aplicando larvicidas y limpieza de las balas, así como fumigaciones prácticamente diarias”. Asimismo, afirman que están aplicando un tratamiento salino para sumergir las balas de plástico en sal antes de almacenarlas y matar así las posibles larvas que haya en ellas.

Vistas del área de la planta de residuos de Eivissa, en el municipio de Jesús.

Tras las consultas enviadas por elDiario.es, Ecoembes niega que las balas de plástico sean el origen de los malos olores que denuncia la plataforma vecinal. “La argumentación de los vecinos viene a raíz de un comentario del Consell Insular en verano de 2024. El incremento turístico en la isla genera mayor cantidad de residuos y eso provocó una acumulación de material. Pero eso no quiere decir que las balas de envases sean la fuente del olor”, afirma Xavier Balaguer, responsable de la entidad. En su lugar, Balaguer asegura que los malos olores, así como la plaga de moscas, tienen su origen en la materia orgánica que también trata la planta de Ca na Putxa.

Ecoembes niega que las balas de plástico sean el origen de los malos olores que denuncia la plataforma vecinal. En su lugar, asegura que los malos olores, así como la plaga de moscas, tienen su origen en la materia orgánica que también trata la planta de Ca na Putxa

“En la reunión que hubo ayer [martes 7 de octubre] se presentaron los resultados de las medidas por los malos olores. En ningún momento se han identificado como fuente de olores las balas de envases”, insiste Balaguer y añade que el origen es el tratamiento de la materia orgánica, el vertedero en cola y los lodos de la depuradora.

Respecto a Ecoembes, en un conflicto anterior con la Administración balear, la entidad presentó un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de las Illes Balears (TSJIB) para impugnar el Plan Director Sectorial de Residuos no Peligrosos de Mallorca (PDSR) aprobado el 9 de mayo por el Consell Insular. El PDSR es una trasposición literal de la Ley 8/2019, de 19 de febrero, de residuos y suelos contaminados de las Illes Balears aprobada por el Govern durante la primera legislatura de Francina Armengol. El objetivo de Ecoembes era tumbar la normativa.

Sin embargo, la Fiscalía dio la razón al Govern y sostuvo que la Administración balear tiene las competencias en materia de reciclaje, tal como vienen reflejadas en los apartados del artículo 2 de la ley autonómica de residuos y suelos contaminados. Por tanto, el Ejecutivo autonómico puede fijar unas tasas de reciclaje más elevadas que las que marca la norma estatal, según se desprendía del informe del Ministerio Público al cual accedió este diario.

Ecoembes, en cambio, negó que el objetivo fuera “reciclar menos”. “Estamos en las antípodas de cualquier interés en iniciar o alimentar una guerra; solo queremos cumplir los objetivos de reciclaje de la manera más transparente y respetuosa con el marco legal vigente”, afirmaron fuentes de Ecoembes a este diario. En cuanto a la cuestión de inconstitucionalidad presentada al TSJIB, afirmaron que no tenía “intención confrontativa”, sino “aclaratoria”. “Necesitamos tener muy bien definidas las reglas de juego para desempeñar nuestra responsabilidad legal con la máxima seguridad jurídica posible”, aseguraron.

Las instituciones y empresas implicadas aseguran que todo funciona correctamente.

Quiénes gestionan el vertedero

Aunque la infraestructura de Ca na Putxa es del Consell Insular, la gestión del vertedero ha sido adjudicada a la UTE Giref, que está compuesta por varias empresas: la ibicenca Herbusa (Vicente Bufí); FCC; Urbaser y Prezero.

El máximo accionista de la multinacional española FCC es el magnate mexicano Carlos Slim, que posee casi un 12% de las acciones, según figura en la web de la constructora. El empresario, que ha hecho su fortuna a base de adquirir grandes proyectos de licitación pública, es conocido también por sus obras filantrópicas, entre las que destaca haber financiado a la orden ultracatólica de los Legionarios de Cristo. Entre las miembros del Consejo de Administración también aparecen varias integrantes de la familia Koplowitz. 

Respecto a Urbaser, pertenece al fondo de inversión estadounidense Platinum Equity, cuya sede está en Beverly Hills (California). Fue fundada por el empresario israelí Tom Gores. Y Prezero es la división ambiental del Grupo Schwarz, que también posee Lidl, Kaufland, Schwarz Produktion y Schwarz Digits. Su CEO y propietario es el empresario alemán Dieter Schwarz.

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