Una vecina se rompe el fémur tras forcejear con varios turistas por aparcar en una plaza para residentes en Mallorca

En medio del debate sobre las consecuencias de la masificación en Balears, una vecina de la localidad mallorquina de Sóller ha resultado herida tras discutir con varios turistas que pretendían aparcar su coche de alquiler en una zona reservada para residentes. Al negarse a retirar el vehículo, la mujer se ha enzarzado con una de las pasajeras, cayendo al suelo como consecuencia del forcejeo y rompiéndose el fémur. Precisamente, Sóller y otros municipios de la Serra de Tramuntana, al noroeste de la isla, acusan desde hace años graves problemas de atascos y falta de aparcamiento como consecuencia de una saturación turística que cada año alcanza límites extremos.

La supuesta agresora y víctima de la lesión fue localizada por los agentes de la Policía Local cuando se encontraba sobre la superficie, tras lo cual fue atendida por los sanitarios del SAMU 061, tal como ha informado el cuerpo municipal en sus redes sociales. Los agentes recabaron la información necesaria para esclarecer los hechos y determinaron que todo se inició después de que un coche de alquiler pretendiera aparcar en una zona reservada para los residentes.

La mujer les indicó que no podían estacionar en ese sitio y desistieron en el intento. Sin embargo, mientras estos retiraban su vehículo, otro coche de alquiler, aparentemente ocupado por personas extranjeras, aprovechó el momento y ocupó su lugar.

Fue entonces cuando la sospechosa salió de su vehículo y agredió a una pasajera del coche de alquiler. El conductor trató de separarlas, momento en el que la mujer cayó al suelo y se rompió el fémur. Los policías locales realizarán el correspondiente atestado y lo remitirán al juzgado de guardia.

En Sóller, ante las dificultades de llegar al pueblo en el que residen y de no poder estacionar en sus calles, los vecinos se alzaron hace más de un año en pie de guerra para protestar, constituyéndose en un movimiento, SOS Sóller, que exige que las instituciones miren más por ellos. El colectivo registró además una petición en la plataforma Change.org: “En nuestra localidad, Sóller, estos últimos años nos resulta prácticamente imposible poder aparcar cerca de nuestra vivienda debido al gran número de coches que circulan. Los residentes pagamos una cuota anual, aunque no es garantía de éxito pues el número de coches es, con creces, superior al número de aparcamientos. Solicitamos una solución por parte del Ayuntamiento, pues es una situación insostenible”.

El Consell de Mallorca, por su parte, está preparando un proyecto de ley dirigido a regular la entrada de vehículos en la isla, establecer un número máximo de coches de alquiler que puedan acceder y crear una tasa disuasoria para los turismos que no tributen en Balears en los meses de temporada alta. En junio de 2024, el Parlament tomó en consideración una iniciativa similar del Consell d'Eivissa para controlar la entrada de automóviles a la mayor de las Pitiüses.

Según el Estudio de Carga de la Red Viaria de Mallorca, en 2023 entraron por los puertos de Mallorca un total de 379.000 vehículos, una cifra equivalente al 40% de los automóviles que tienen los residentes de la isla. Los mallorquines cuentan ya cuenta de por sí con una tasa de 900 coches por cada 1.000 habitantes, la más alta de España. El parque móvil se resiente sobre todo en verano, cuando la población llega a duplicarse.

El informe define dos posibles cantidades de techo vehicular. El primero de ellos, más restrictivo, es de 834.263 vehículos. Atendiendo a este tope y teniendo en cuenta las cifras de la semana con mayor movilidad de 2023, sobrarían en la Isla unos 122.000 coches. La segunda propuesta se establece en 863.061 vehículo, de modo que se deberían restar unos 93.600 vehículos para no superar este límite.