El Gobierno asegura que ya no opera con tecnologías de Israel como Pegasus
El Gobierno ha aprobado el decreto para el embargo de armas a Israel por el genocidio que Benjamin Netanyahu está perpetrando en Gaza. El ministro de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo, ha presentado el texto que también incluye una prohibición de importar productos originarios de los territorios palestinos ocupados. Además, en el Gobierno aseguran que ya no se opera con tecnologías israelíes. Esa decisión incluiría tecnologías como el software espía Pegasus.
Prohibido comprar y vender armas a Israel
El decreto establece la prohibición de comprar y vender armas a Israel. “Se prohíben las exportaciones destinadas a Israel y las importaciones originarias de Israel del material incluido en los anexos del Reglamento de control del comercio exterior de material de defensa, de otro material y de productos y tecnologías de doble uso”, señala en su artículo 1. Esos anexos recogen todo tipo de armamento (fusiles, granadas, munición, carros de combate, misiles, etc.) así como los mecanismos y materiales necesarios para su funcionamiento.
No obstante, el Gobierno se reserva la potestad de saltarse el embargo por “razones de interés nacional”. El ministro de Economía y Comercio, Carlos Cuerpo, ha asegurado que serán “puntuales y excepcionales”. Sobre esas decisiones, el Ejecutivo tendrá que rendir cuentas ante el Congreso, donde tendrá que comparecer cada tres meses para explicar la situación del embargo.
¿Desde cuándo?
La prohibición entra en vigor al día siguiente de la publicación del decreto ley en el Boletín Oficial del Estado, que se publicará este miércoles. Ahora bien, incluye una cláusula de “retroactividad”. Esa nueva normativa servirá como munición legal para la denegación de las solicitudes pendientes de autorización o la revocación de las ya vigentes, aunque no es automático, sino que seguirán la tramitación establecida en la ley sobre el control del comercio exterior de material de defensa y de doble uso, en el primer caso; y se podrán rescindir, en el segundo caso, en virtud de esa misma ley.
En todo caso, ya se podía aplicar esa normativa, que da la posibilidad de revocar licencias, entre otras situaciones, “cuando existan indicios racionales de que el material de defensa, el otro material o los productos y tecnologías de doble uso puedan ser empleados en acciones que perturben la paz, la estabilidad o la seguridad en un ámbito mundial o regional, puedan exacerbar tensiones o conflictos latentes, puedan ser utilizados de manera contraria al respeto debido y la dignidad inherente al ser humano, con fines de represión interna o en situaciones de violación de derechos humanos (...)”.
Prohibido el tránsito
El decreto establece la prohibición de autorizar las escalas de los buques que transportan armamento con destino final Israel, que es otra de las premisas del Tratado de Comercio de Armas respecto a los embargos. “El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación y el Ministerio de Economía, Comercio y Empresa denegarán las solicitudes de autorización de tránsito del material”, reza el artículo 1.3. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha asegurado que la legislación vigente ya permitía rechazar esas paradas y que “ya se está haciendo”.
Igualmente, el decreto incluye la prohibición expresa de que el combustible que utilizan las Fuerzas Armadas israelíes transiten por territorio español. “Se denegarán las solicitudes de autorización de tránsito con destino a Israel de combustibles”, recoge el artículo 2.
No obstante, EEUU podrá enviar esos materiales a través de sus bases en Morón y Rota, que se rigen por un tratado que el decreto no toca.
Objetivo “cero dependencia” de Israel
Lo que aseguran en el Gobierno es que desde hace meses están trabajando en el objetivo “cero dependencia de tecnología israelí”. Como parte de ese “plan de desconexión”, fuentes gubernamentales aseguran “en este momento no hay licencias activas” de este tipo: “Además, hemos pedido la anulación o el desistimiento en todos los contratos que puedan incluir algún tipo de tecnología procedente de Israel”. Esa decisión incluiría tecnologías como el software espía de Pegasus, que se empleó para espiar a 65 personas vinculadas al independentismo —incluidos políticos, activistas, abogados y periodistas—, según una investigación de Citizen Lab.
“Hemos puesto ya en marcha la anulación de todos los acuerdos marco, contratos y otro tipo de figuras contractuales que incluya algún tipo de tecnología procedente de Israel”, agregan esas fuentes, que explican que el procedimiento pasa por identificar las tecnologías israelíes, pedir la revocación de todas las licencias que estuvieran en ese momento activas y poner en marcha la sustitución dentro de los programas y de los contratos. La intención es que ese proceso se haga mediante “acuerdos” con los proveedores para la “reconversión”.
Lo que pretende el Ejecutivo, por tanto, es sustituir todas las tecnologías o los componentes de los programas que procedan de Israel por otros españoles, europeos o de otros aliados. Es lo que sucede con los cazas F-5 que sirven para el adiestramiento del ejército. Lo que sostienen en el Gobierno es que ya está planificado su reemplazo por otros aviones conocidos como 'Entrenador' y que, entre tanto, la formación de pilotos se llevará a cabo en otros países, como Italia o EEUU.
Esas mismas fuentes minimizan el impacto económico de la desconexión y niegan que vaya a suponer sobrecostes: “Fundamentalmente por dos cuestiones porque nuestra dependencia de Israel era mínima y porque supone una parte muy pequeña del programa, solo son determinadas tecnologías. No es el conjunto del sistema de armas”. “Por lo tanto, los sobrecostes imputables probablemente sean muy bajos y, en cualquier caso, perfectamente asumibles con la financiación global del programa”, rematan esas fuentes. En ese plan de desconexión, además, niegan que haya habido reclamaciones por el momento.
¿Cómo se borra la huella de Israel de los productos de los asentamientos?
El decreto también incluye la prohibición de importar productos procedentes de los asentamientos ocupados ilegalmente por Israel. En total, las exportaciones a Israel suponen un 0,4% del total y las importaciones se quedan en el 0,2%. Los productos que mayoritariamente se importan de esos territorios son los dátiles.
El problema técnico que encontró el Gobierno para limitar las entradas es que Israel comercia con los productos sin identificar la procedencia y los camufla bajo la etiqueta “made in Israel”. “Si un Estado no puede determinar si un producto está hecho en un asentamiento o en el Estado de Israel, tiene derecho a prohibir el comercio de ese producto. En muchos aspectos, Israel no solo no distingue, sino que intenta encubrir las huellas de los asentamientos”, expresó en una entrevista en elDiario.es Chris Sidoti, uno de los expertos encargados de elaborar un informe independiente sobre el genocidio para la ONU.
La nueva normativa obligará a que las declaraciones de mercancías originarias de Israel incluyan “el código postal y la localidad correspondiente al lugar de origen de las mismas”. Para que se pueda cumplir esa prerrogativa, la Agencia Estatal de Administración Tributaria “aprobará el listado de localidades y códigos postales correspondientes a los asentamientos israelíes en el Territorio Palestino Ocupado”.
Sanciones por incumplimientos
Lo que sostienen en el Gobierno es que el comercio y el tránsito de armamento se impedirá en el caso de que se intente realizar en territorio español. Además, se incluye un régimen sancionador para casos en los que se intente saltar la prohibición “utilizando otra vía de acceso, falseando el origen de la mercancía o cualquier otra triangulación por otro territorio”. En esos casos, se aplicará la Ley Orgánica de Represión del Contrabando. Hasta los 50.000 euros la sanción sería administrativa y, a partir de ese umbral, se considera un delito cuya pena oscila entre un año y cinco de prisión y una multa correspondiente a seis veces el valor de la mercancía.
Más vigilancia aduanera
El Gobierno asegura también que reforzará los controles. Por un lado, estará la denegación de las autorizaciones y, por otro, las inspecciones en las aduanas. “Como ha sucedido en otros momentos históricos, las aduanas serán especialmente vigilantes con las importaciones y exportaciones de Israel”, afirman.
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