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Ganadores y perdedores en las elecciones legislativas en Argentina

El presidente de Argentina, Alberto Fernández (i), la candidata a diputada Victoria Tolosa Paz, saludan a seguidores tras conocer los resultados de las elecciones

Ayelén Oliva

Buenos Aires —

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Para el Gobierno argentino, la catástrofe electoral era un escenario posible. Eso no pasó. El Frente de Todos hizo una mala elección. Perdió las legislativas de este domingo en Argentina pero detuvo el desangre político abierto en las primarias septiembre. La lista de Juntos por el Cambio, el partido del expresidente Mauricio Macri, consiguió el 42% a nivel nacional frente al 33% del Gobierno. Entretanto, el peronismo alcanzó uno de sus principales objetivos electorales: acortar la diferencia de hace dos meses.

En una elección con una participación del 71% del padrón electoral, un nivel más bajo que lo habitual en Argentina, el peronismo perdió su mayoría en el Senado aunque conserva su posición de primera minoría en Diputados.

En la provincia de Buenos Aires, el distrito de mayor peso electoral, el peronismo quedó más de un punto por debajo de Juntos. En la ciudad de Buenos Aires, la ventaja de la oposición fue rotunda. Juntos por el Cambio, con la exgobernadora de la provincia de Buenos Aires como cara de la papeleta, consiguió casi duplicar al candidato del Frente de Todos con el 47% frente al 25% de los votos.

No está claro cuál será la reacción del siempre inquieto peronismo, en especial del kirchnerismo, frente a este resultado, ni cómo impactará en la convivencia entre entre las distintas expresiones del peronismo que dan forma al Gobierno, mucho menos cómo incidirá en la debilitada situación económica argentina. Lo que sí queda claro con estos resultados es quiénes ganaron y quiénes perdieron en esta elección.

El peronismo pierde el Senado

El Frente de Todos pierde seis senadores en el nuevo Congreso. La reducción del grupo peronista a 35 legisladores en la cámara alta le quita la presidencia a la actual vicepresidenta Cristina Fernandez de Kirchner y el quórum necesario para que la cámara entre en sesión, e inicia una temporada de relaciones complicadas entre poderes. El escenario preocupa al Gobierno, que deberá dar respuesta a una profunda crisis económica que golpea al país mientras se acercan las elecciones generales de 2023. 

En número de diputados, el Gobierno pudo retener la posición de primera fuerza. Con menos cambios, el peronismo queda con 118 escaños y Juntos por el Cambio, 116 de un total de 257.

En el centro de campaña del peronismo hubo una gran ausente: Cristina Fernández de Kirchner. Dijo estar recuperándose de un postoperatorio y la vicepresidenta argentina no votó ni se hizo presente en el centro de campaña. El resultado abre interrogantes sobre el futuro de la coalición gobernante, en la cual Cristina Fernández de Kirchner, representante de la centro-izquierda peronista, es el eslabón con mayor peso aunque no el único.

Sergio Massa, actual presidente de la Cámara de Diputados y representante del ala más conservadora del peronismo, es otro de los miembros de este delicado armado político al que se suman una multiplicidad de grupos políticos menores, fuerzas políticas locales, movimientos sociales y sindicatos que integran al Frente de Todos, muchas veces como satélites de estas dos grandes expresiones políticas.

El presidente Alberto Fernández, jefe de ministros en 2003 de Néstor Kircher pero uno de los más afilados críticos al Gobierno de Cristina Kircher, insiste en no presentarse como representante de una corriente propia para así suavizar las diferencias. Una estrategia cuestionada por varios de los dirigentes más cercanos a él que argumentan que esto le impide mostrar poder propio.

El macrismo recupera protagonismo

Mauricio Macri escuchó. Lo hizo desde la segunda fila del escenario de Costa Salguero. El protagonista de la noche no fue de él sino del actual alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Tanto la cabeza de lista de la ciudad de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, como Larreta han sido los que le pusieron la cara a este triunfo en medio de una fuerte pulsada interna.

“Millones de argentinos de todo el país hoy dijeron basta”, dijo Vidal. “Esta noche la ganó la gente. Ganó cada uno de los argentinos, que después de un año de encierro, de quedarse sin trabajo, de que sus hijos se quedaran sin clases, fueron a decir 'por acá, no”.

Si bien los resultados fueron muy buenos, no fueron los esperados. Después de la explosión que causaron las elecciones anteriores en el Gobierno, Cambiemos pasó a redoblar sus metas electorales y trató de ampliar la diferencia pero los dos puntos de diferencia tampoco definen el camino electoral de Larreta para 2023.

Juntos, al igual que el Frente de Todos, es una colación donde existen peleas por el liderazgo. De un lado, el ala más radical del partido, representado por la exministra de Seguridad, Patria Bullrich. Del otro, en una posición más moderada, la del actual Horacio Rodríguez Larreta, con un alto perfil presidenciable para las generales de 2023. El lugar de Mauricio Macri no termina de quedar claro. Si bien se respalda en los sectores más radicales de su espacio político intenta, con poco éxito, no dejar de presentarse como el representante de todo el espacio.

Crece la nueva derecha libertaria

Dos alternativas por fuera de estos dos grandes polos de centro obtuvieron buenos resultados: la izquierda tradicional y los nuevos representantes de la llamada “derecha libertaria”, con posiciones más radicales a la derecha de Juntos por el Cambio.

La nueva derecha del candidato porteño y ultraliberal Javier Milei consiguió buenos resultados. El partido Avanza Libertad, liderado por este recién llegado a la política, se posicionó como tercera fuerza en la capital con el 17% de los votos. Un resultado que muestra el hartazgo de varios electores con la política tradicional. Milei, este excéntrico economista de retórica incendiaria, ultraliberal en lo económico y conservador en temas como el derecho al aborto, es el elemento más atípico de esta elección.

Los llamados libertarios, al grito de “libertad, libertad” y “la casta está en el pueblo”, sumaron tres puntos más, con los 295.000 votos, respecto a los resultados de septiembre y consiguieron así meter dos Diputados en el Congreso.

La izquierda se consolida

El Frente de Izquierda, una coalición electoral de la clásica izquierda argentina, también celebró sus resultados.

Con casi 6% de los votos a nivel nacional, más de 1.300.000 votos, alcanzaron dos escaños. Pero los resultados no superaron a los de la primera vuelta y tampoco consiguieron el tercer lugar ni en la ciudad ni en la provincia de Buenos Aires, disputado con la derecha radical.

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