Israel bombardea Gaza sin descanso y ordena a la población marcharse de más zonas del sur de la Franja
Israel continúa atacando distintos puntos de la Franja de Gaza sin descanso y, en la madrugada del lunes, ha matado a al menos 31 personas con un bombardeo contra una escuela donde se refugiaban personas desplazadas en Ciudad de Gaza. La Agencia EFE y Associated Press han informado de que fuentes sanitarias locales cifran en 31 las víctimas mortales y en más de medio centenar los heridos. La cadena de televisión qatarí eleva el número de fallecidos a 36.
En un vídeo del ataque compartido en redes sociales se ve un gran incendio provocado por el bombardeo y una niña palestina intentando escapar de las llamas. También hay imágenes de cuerpos carbonizados entre las carpas que los desplazados habían montado en el patio de la escuela.
Por su parte, el Ejército israelí ha afirmado que en la escuela Faami Aljerjawi de Ciudad de Gaza se encontraban “terroristas que estaban operando en un centro de comando y control de Hamás y de Yihad Islámica”, los principales grupos armados palestinos de la Franja. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han atacado numerosas escuelas y lugares donde se cobijan los desplazados alegando que entre ellos se esconden y operan los milicianos palestinos, aunque no suele aportar pruebas que demuestren esas acusaciones.
Las FDI han asegurado este lunes que siguen operando contra “las organizaciones terroristas” y que, en las pasadas 48 horas, la aviación ha golpeado 200 “objetivos” a lo largo y ancho de la Franja.
Además del ataque contra la escuela de Ciudad de Gaza, otro bombardeo contra una vivienda en la norteña localidad de Yabalia ha matado a 15 personas, entre ellas miembros de una misma familia y desplazados, según EFE.
Este lunes, el Ejército ha ordenado la evacuación de más áreas del sur del enclave, que está considerado en casi su totalidad una “zona de combate peligrosa”, menos el área de Al Mawasi, donde ya se encuentran hacinados muchos desplazados.
A pesar de que en estos momentos las conversaciones para un alto el fuego en Gaza están paralizadas, fuentes de Hamás han dicho a las agencias Reuters y AFP que el grupo islamista ha recibido una propuesta del enviado especial de EEUU, Steve Witkoff, para una tregua de 70 días y la liberación de diez rehenes israelíes que permanecen con vida en Gaza.
Si bien las fuentes han asegurado que el grupo ha aceptado esa propuesta, que incluye también una retirada parcial de Israel de la Franja, Witkoff lo ha desmentido. El enviado especial para Oriente Medio ha dicho al medio estadounidense Axios que Israel aceptaría un alto el fuego temporal y la entrega de la mitad de los rehenes vivos y la mitad de los muertos, y que Hamás debe aceptar ese trato.
El plan israelí-estadounidense, en duda
Mientras continúa la ofensiva militar, que Israel redobló la semana pasada dando comienzo a la operación 'Carros de Gedeón', la ayuda humanitaria llega con cuentagotas a la población civil hambrienta y desesperada, después de un bloqueo total durante más de dos meses y medio.
El Gobierno israelí está permitiendo la entrada a Gaza de un “mínimo” de ayuda desde la semana pasada, mientras ultima su plan para un nuevo sistema de distribución que no esté en manos de la ONU sino de empresas privadas, bajo la supervisión de las tropas hebreas. La encargada de poner en práctica el mecanismo es la llamada Fundación Humanitaria de Gaza, cuyo director ejecutivo Jake Wood, ha renunciado a su cargo. En un comunicado, Wood ha afirmado que el plan israelí-estadounidense para Gaza no puede aplicarse con base en “los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia”.
Sin embargo, la junta directiva de la Fundación ha declarado que “no dará marcha atrás” y que, a pesar de la renuncia de Wood, las entregas de ayuda comenzarán este mismo lunes y buscan llegar a más de un millón de gazatíes a lo largo de la semana.
El plan, ideado por Israel y respaldado por EEUU, involucra a empresas privadas, que sustituirían a la ONU y a las organizaciones humanitarias que operan sobre el terreno, y consiste en distribuir la ayuda a través de un número limitado de centros “seguros”, que estarían en el sur de Gaza, lo cual obligaría a los palestinos a desplazarse a esa zona para obtener la asistencia. Tanto Naciones Unidas como otras organizaciones internacionales han criticado el mecanismo porque supondría el desplazamiento de la población y porque, en la práctica, sería muy difícil que alcanzara a los más de dos millones de personas necesitadas.
El periódico israelí Haaretz ha desvelado que la empresa elegida para gestionar la Fundación Humanitaria de Gaza es la estadounidense Safe Reach Solutions (SRS), sin experiencia previa en este ámbito. El periódico denuncia que fue elegida por el Gobierno de Benjamín Netanyahu a través de “un proceso secreto y no competitivo que pasó por alto los canales gubernamentales habituales” y que incluso altos mandos de Defensa se mostraron “desconcertados” por la elección.
SRS dice tener sede en Estados Unidos. Uno de sus directivos, Phil Reilly, un exfuncionario de la CIA, también representaba a otra empresa en Israel llamada Orbis, que proporcionaba información al Gobierno israelí sobre la ayuda humanitaria en Gaza, según la investigación del periódico.
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