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Multas y posibles juicios, el incentivo para que los neoyorquinos se hagan responsables de las aceras que están frente a sus casas después de una nevada

Un parque de Nueva York cubierto de nieve

Sarah Yáñez-Richards

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La ilusión de la primera nevada siempre está en Nueva York, los niños piden a sus padres que saquen los trineos de los trasteros para lanzarse por las colinas blancas de Central Park y los mayores llenan sus stories de vídeos blancos. Pero también es el día en el que los neoyorquinos, sobre todo los que son dueños o responsables de alguna propiedad, salen a comprar sal en roca para esparcir frente a sus casas y sacan las palas para despejar la nieve y el hielo de sus pedazos de acera.

De acuerdo con el Código Administrativo de la Ciudad de Nueva York, cada propietario o inquilino de un edificio debe limpiar la nieve y el hielo de las aceras adyacentes de su propiedad, es decir, no solo frente a la fachada, sino también en los laterales, la parte de atrás, las escaleras y sus estacionamientos. El objetivo es crear un camino entre la nieve de un metro de ancho.

Los dueños también son responsables de mantener las bocas de incendios –que suelen estar en las aceras– libre de nieve o hielo para garantizar que sean accesibles. Así como de crear un camino hacia los pasos de cebra.

La multa por no retirar la nieve va de 100 a 150 dólares (entre 81,80 y 122,70 euros) si es la primera infracción, pero puede ascender hasta los 350 dólares (286,30 euros) si es la segunda vez o tercera vez que se incumple la normativa. Además, si un peatón se lesiona en el perímetro del edificio este podría denunciar a los propietarios por no haber limpiado bien el área.

Pese a que no es una obligación, la ciudad también pide que los neoyorquinos ayuden a los vecinos más ancianos, aquellos que tengan alguna discapacidad o a los que se han quedado atrapados en sus hogares por la nieve. Y recomienda que en el caso de nevadas fuertes se contrate ayuda.

También está reglamentado cuándo hay que limpiar las aceras. Depende de cuando haya dejado de caer la nieve. Por ejemplo, si cesó de nevar entre las 7 de la mañana y las 4:59 de la tarde los propietarios o responsables del edificio tendrán cuatro horas para despejar la zona; pero si la nieve paró entre las 5 de la tarde y las 8:59 de la tarde tendrán 14 horas; y si es entre las 9 de la noche y las 6 de la mañana deben despejar la nieve a las 11 de la mañana del día siguiente.

El Departamento de Saneamiento de la ciudad de Nueva York es el que se encarga del resto de la Gran Manzana. Su primera acción es esparcir una mezcla de sal de roca y cloruro de calcio antes de que empiece la tormenta, esto permitirá retirar la nieve sin dañar el asfalto. Los quitanieves empiezan a limpiar las calles cuando hay más de 5 centímetros de nieve.

Pese a que Nueva York tiene un manual claro de cómo actuar en caso de temporal, hay imágenes que comparte con Madrid. Como que los únicos valientes que se atreven a recorrer las calles son los repartidores de comida en sus motos y bicicletas o que, cuando la nieve empieza a deshacerse muestra toda la basura que ha quedado atrapada en la nieve, como las mascarillas, las colillas o las heces de las mascotas.

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