Un ministro británico, en el punto de mira por su relación con una prostituta
El ministro de Cultura, John Whittingdale, se enfrenta a la petición de que renuncie a sus competencias sobre la regulación de la prensa tras saberse que tuvo relaciones con una prostituta. Whittingdale, que está divorciado, tuvo que explicar el martes por la noche cómo no se dio cuenta de que tuvo una relación de seis meses con una mujer que trabajaba en un burdel.
Los promotores de una legislación más estricta sobre la prensa afirman que su posición se ve comprometida después de que se haya sabido que varios periódicos habían investigado esta historia pero que, al final, decidieron no publicarla.
El diputado laborista Chris Bryant dijo a la BBC: “Parece que la prensa estuvo estuvo deliberadamente sosteniendo una espada de Damocles sobre John Whittingdale”. “Él tiene derecho a su vida privada pero en el momento en el que se enteró debería haberse retirado de todo lo concerniente a la regulación de la prensa”, apunta.
Whittingdale describió la situación como embarazosa e insistió en que no ha tenido ningún impacto en su toma de decisiones como ministro. “Entre agosto de 2013 y febrero de 2014, tuve una relación con alguien que conocí en Match.com”, explicó en una declaración. “Era de una edad parecida a la mía y vivía cerca de mí. En ningún momento me dijo cuál era su ocupación real, lo descubrí cuando fui avisado de que alguien estaba tratando de vender la historia a los tabloides”, aseguró.
“Tan pronto como lo descubrí, terminé la relación. Todo ocurrió mucho antes de que llegase a mi actual cargo y nunca tuvo ninguna influencia sobre las decisiones que he tomado como ministro de Cultura”, añade en sus explicaciones.
Whittingdale está acusado de haber llevado a dicha mujer a dos actos públicos en calidad de ministro de Cultura, Medios y Deporte de la Cámara de los Comunes. Fueron a los MTV Europe Music Awards en Ámsterdam, en el que disfrutaron de hotel y viaje con gastos pagados por la organización, y a los premios Sport Aid en Londres, en ambos casos a finales de 2013.
Dudas sobre las actuaciones del ministro
Evan Harris, director ejecutivo de la plataforma Hacked Off, explicó en el programa Today de la BBC que es correcto informar sobre la relación entre Whittingdale con la mujer porque el ministro ha cambiado de postura en dos áreas clave desde el comienzo de su relación. Dejó de pedir una segunda parte de la investigación Leveson sobre supuestas malas prácticas periodísticas; y no aplicó los llamados 'cost incentives', penalizaciones o incentivos para los periódicos que se acogieran o no al nuevo sistema de regulación de la prensa.
“¿Por qué Whittingdale cambió su postura y la posición del Gobierno en estas dos últimas áreas?”, se pregunta Harris.
Neil Wallis, antiguo director adjunto de News of the World y exdirector de the People, fue muy crítico con la decisión del programa de noticias de la BBC por centrarse en la relación del ministro. “Esto es Alicia a través del espejo. Esto es realmente fantástico. Tienes a la BBC colaborando con Hacked Off. Durante años había estado haciendo campaña en contra de la violación de la privacidad por los periódicos”.
Pero Wallis admitió que la prensa hubiera informado sobre una historia similar antes de la nueva regulación diseñada después del escándalo de las escuchas telefónicas“. ”Hace unos años, sí, esta historia hubiera aparecido publicada. Pero la verdad es que la situación ha cambiado“.
La BBC informó este martes de que muchos periódicos nacionales, incluidos the Sun, the People y Mail on Sunday habían investigado la historia pero decidieron no publicar nada. Alegaron que no era de interés público y que pertenecía a la vida privada del ministro.
Brian Cathcart, un portavoz del grupo de presión Hacked Of, asegura: “La gente ya no puede confiar en sus decisiones ni en su independencia a la hora de tomar decisiones sobre los medios nunca más”.
“Esta es una historia de sobre por qué los periódicos no cubrieron el asunto. Da que pensar que en la misma semana en la que vemos a todos los periódicos compitiendo con agresividad por conseguir una historia de la vida privada de un famoso que los jueces dicen que no tienen derecho a cubrir, que sean tan escrupulosos a contar la historia sobre el ministro que cualquier juez del país les permitiría publicar. Es absurdo”, zanja Carhcart.
El experto en medios de the Guardian, Roy Greenslade, dice que “es un castigo demasiado grande para los periódicos por hacer lo correcto por una vez”. “Esta era una historia sobre un hombre divorciado, que tenía una relación con una mujer que no le había contado que era una prostituta”, recuerda. “Cuando lo supo, terminó la relación. No soy capaz de ver una gran historia en esto y, claramente, the People, the Sun y the Mail on Sunday, pensaron exactamente lo mismo”.
Greenslade añade que el hecho de que los periódicos tuvieran conocimiento de esta relación no le comprometió en la supervisión de la regulación de la prensa.
Traducido por Cristina Armunia Berges