Realidad virtual con olores, la propuesta de FeelReal
En los últimos años la realidad virtual está pasando de ser un invento de ciencia ficción a una realidad pura y dura cuya comercialización, si no se ha producido ya en el caso de ciertos dispositivos, se encuentra a la vuelta de la esquina queriendo llevar la inmersión en los videojuegos un paso más allá.
Es un hecho que cada vez más empresas quieren sumarse a esta moda tratando de sacar tajada, ya sea lanzando sus propios cascos o bien creando herramientas que faciliten el poder llegar a ofrecer un entorno más abierto y atractivo tanto para los desarrolladores de contenido como para los propios usuarios. Por supuesto, tampoco podían faltar aquellos que quieren llevar esta tecnología aún más lejos diseñando todo tipo de complementos, desde nuevos y revolucionarios sistemas de control, hasta la máscara de olores de la que hoy os hablamos.
Bautizada como Feelreal, este invento nace para implementar olores y ‘ráfagas de aire’ en la realidad virtual de Oculus Rift, siendo una máscara independiente que colocamos sobre la mitad inferior de nuestra cabeza cubriendo nariz y boca. Promete ser la pionera en la ‘olovisión virtual’ ofreciendo siete olores distintos y pequeños ventiladores capaces de emitir aire a diversas temperaturas para recrear, por ejemplo, la sensación de estar en un acantilado frente al mar. Los olores en concreto son: océano, selva, fuego, hierba, polvo, flores y metal.
Bien es cierto que no es el primer dispositivo que trata de recrear olores que puedan influir en una experiencia virtual, pero su gran innovación radica en la implementación total con el casco Oculus y en su ambición por querer recrear ciertos ambientes; desde las húmedas selvas hasta los asfixiantes alrededores de un volcán.
Desde el portal The Verge ya lo han probado, y desde luego no parecen estar muy convencidos. El redactor Adi Robertson destaca que, si ya de por si el uso de la realidad virtual puede provocar mareos con la tecnología existente, sumar Feelreal sólo puede derivar en todo un castigo para el usuario; por lo que habrá que ver si realmente este invento llega a evolucionar ofreciendo una experiencia óptima o si por el contrario sólo se queda en una mera anécdota tecnológica.