El Túnel de Piqueras se abre tras medio siglo de espera
El Túnel de Piqueras se abre este viernes al tráfico. Lo hace tras una larga espera que comenzó en 1948, año en que recibió su primer impulso por el, por aquel entonces, gobernador civil en la provincia de Soria, Jesús Posada. Lo hace tras seis años de obras no exentas de problemas de la más diversa índole.
A la celebración de tan ansiada apertura, no irán más que los delegados de Gobierno en La Rioja, José Antonio Ulecia, y en Castilla-León, Miguel Alejo. El Ministerio, al parecer, ha preferido dejar pasar esta vez la oportunidad de felicitarse en un acto inaugural.
No será porque la puesta en marcha de esta infraestructura no repercuta en innegables ventajas para los residentes en La Rioja y los sorianos – el túnel, de 2.400 metros de longitud, se sitúa entre los kilómetros 260 y 272, de la carretera N-111 y permitirá reducir en alrededor de quince minutos el viaje entre Soria y Logroño-, así como en una indudable mejora de la seguridad del tráfico en la zona.
Más bien tendrá que ver con la larga cronología de hechos sucedidos desde que en octubre de 2002 se adjudicaran definitivamente los trabajos hasta el día de hoy, una dilatada concatenación de obstáculos administrativos y legales que hacen del día de hoy un día -dirían algunos- incluso histórico.
Así fue:
Febrero de 2003: Se inician las obras, que, en principio, fijan su término en otoño de 2005.
Dos años después: El proyecto es modificado y, con él, su plazo de entrega que se traslada al primer semestre de 2006.
Abril 2006: El tendido eléctrico es, en esta ocasión, el motivo de retraso. Esta vez, la finalización de la obra se pospone al año siguiente.
Noviembre de 2006: Llega el mayor contratiempo. La Ley de Seguridad en Túneles obliga a trazar un nuevo tendido eléctrico y a construir un túnel de seguridad anexo que cumpla sus prescripciones. Por esta norma, el proyecto se modifica para contemplar la construcción de la galería auxiliar, paralela al túnel y de 2.600 metros de longitud. Su función es permitir el paso de vehículos de emergencias. Además, tendrá que estar conectada a los refugios presurizados del túnel por once galerías de 16 metros. Según se exige, los pasajes deben contar con circuito cerrado de televisión, instalaciones resistentes al fuego y megafonía.
Mayo de 2007: Se comienza el proceso para licitar las obras necesarias por valor de 21,2 millones de euros y un plazo de doce meses de ejecución.
Agosto de 2007: Once constructoras se presentan a concurso para hacerse cargo de las obras. Entre ellas se encuentran firmas señeras del país como Dragados o FCC.
Enero de 2008: La Unión Temporal de Empresas formada por Obras Subterráneas y Tecnología de la Construcción resulta adjudicataria de las obras para adaptar el túnel por 20 millones de euros y diez meses de ejecución.
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