Logroño, la ciudad en la que la arquitectura sabe a vino
Bodegas Campo Viejo, el Centro de la Cultura del Rioja, Bodegas Darien, la Concatedral Santa María La Redonda, la Iglesia de San Bartolomé o la Muralla del Revellín, son algunas de las edificaciones seleccionadas por una web para hablar de Logroño como una ciudad en la que la arquitectura sabe a vino.
Así, describe La Rioja como una región famosa por sus vinos. Región en la que está Logroño, capital que ha conseguido aprovechar esta ventaja para impulsar una arquitectura de vanguardia. De esta manera, algunos de los edificios que resultan más interesantes desde el punto de vista arquitectónico son precisamente sus bodegas, como es el caso de la de Campo Viejo o la conocida como Darien, ambas construidas hace escasos años.
El hecho de que estos edificios apuesten por diseños atrevidos da lugar a otro aspecto curioso, y es que se trata de construcciones que, más allá de lo estético, se preocupan por la sostenibilidad: una exigencia para cualquier bodega que se basa en respetar la naturaleza del lugar en el que se levanta, puesto que su negocio depende de la misma.
Al margen de la arquitectura que va de la mano del vino, la ciudad cuenta con otros edificios como el ayuntamiento, de Rafael Moneo, o la Casa de las Ciencias, de Luis Barrón, que también merece la pena visitar, ya que representan distintas épocas de la ciudad y de los estilos que han dejado marca en la misma.
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