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Medina y Llagostera dejan a España a un punto de semifinales

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Las españolas Anabel Medina (n.1) y Nuria Llagostera (n.2), con sus triunfos ante las italianas Flavia Pennetta (n.2) y Francesca Schiavone (n.1), respectivamente, han situado a España a un punto de las semifinales, al dominar la eliminatoria del Grupo Mundial de la Copa Federación por 2-0.

Un marcador que muy pocos esperaban para la primera jornada de una eliminatoria, que se disputa en el “Palavesuvio” de Ponticelli (afueras de Nápoles), donde el conjunto italiano (ganador de la competición en 2006 y finalista en 2007) partía como neto favorito.

Pero hoy las españolas han cambiado todos los pronósticos. Anabel Medina arrolló a Penetta (6-2 y 6-3) y Nuria Llagostera doblegó a Schiavone con mayor contundencia: 7-6 (4), 3-6 y 6-2.

Miguel Margets, seleccionador español, había dicho en que le hubiera gustado que abriera la eliminatoria Anabel Medina, por su mayor experiencia. Pero luego, al decir lo contrario el sorteo, también dijo que el inicio con Llagostera podía ser un “arma de doble filo” para el rival. Y atinó.

El comienzo de la eliminatoria, que se presentaba favorable a Italia, resultó de neto color español. Y es que Nuria Llagostera, la número dos del equipo en este duelo y la 136 mundial, rompió todo pronóstico y dio el primer punto a España al batir a la número uno italiana Francesca Schiavone, vigésima tercera jugadora del mundo.

Y lo hizo mucho más por méritos propios que por deméritos de una rival con la que ya se había medido en dos precedentes ocasiones (1 a 1, con triunfo de Schiavone e 2004 y de Llagostera en 2006). En estas dos oportunidades el partido no duró más de dos sets.

Hoy, en un “Palavesuvio” de Ponticelli, en las afueras de Nápoles y que no contó con más de la mitad de su aforo, Llagostera se mostró muy superior a Schiavone, pese a precisar de tres sets. Lo hizo saliendo muy centrada y agresiva, golpeando a la rival con golpes profundos y que alternaba a un lado y otro de la pista, no permitiendo nunca a la italiana encontrar su ritmo.

La española no perdió la concentración ni siquiera cuando, tras hacerse con un primero por 7-6 (4) pero que debió cerrar con 5-4 y su saque, se vino un poco abajo físicamente y no encontró su saque a mitad del segundo set, que se lo llevó por ello Schiavone (6-3); ni, muchos menos, tras el inesperado parón sufrido por la aparición de una gotera en el techo del pabellón, que llevó a la pista la filtración del agua de la lluvia que caía sobre Nápoles y a una suspensión cercana a los 50 minutos.

Entonces, Nuria acababa de romper el saque a Schiavone, dominando por 2-1 y a punto de servir. El parón no afectó en nada a Llagostera, que volvió a la pista aún más mandona.

Tanto que se fue a un contundente 5-1 ante una rival desquiciada al no saber parar la avalancha de la española. En su primera bola para hacerse con el partido, en el octavo juego, se lo adjudicó de la misma forma con que había dominado el choque: primer golpe profundo y, tras la devolución, castigó aún más duro a la zona contraria de su rival, que no pudo agarrar la bola.

Llagostera, tras tres horas y treinta y dos minutos (incluidos los del parón), daba a España el primer punto de la eliminatoria.

Con la tranquilidad del trabajo bien hecho por Llagostera, apareció después una Medina arrolladora y sin piedad con Pennetta, que la había ganado hace dos años en la eliminatoria de semifinales, disputada en Zaragoza, y además endosándola un 6-0 en el segundo y último set.

Tan vez por ello, y por dejar claro que actualmente es mucho mejor jugadora que Pennetta, la valenciana salió contundente, a no dejar a la rival entrar en partido, y la dio un auténtico batacazo ya en el primer set, que hizo suyo por un rotundo 6-2, en apenas treinta y cuatro minutos de juego.

En la segunda manga, la española se relajó antes, eso sí sabiendo que el partido no corría peligro y lo controlaba. Los primeros cuatro juegos vieron rotura del saque de cada jugadora. Pero en el quinto ya Anabel dijo que no iba a más y forzó la marcha.

Volvió a jugar como en el primer set y se fue a un claro 5-2. Dejó a Pennetta hacerse con su único saque del set, pero luego cerró la contienda con el 6-3.

Anabel ponía el 2-0 y deja a España a un punto de la gloria de las semifinales, lo que puede lograr mañana la propia valenciana ya que inicia ante Schiavone. Pero ojo, Italia no está muerta; pero sí moribunda. Falta un solo punto para redondear la gesta. Visto lo visto hoy, debe llegar.

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