Otra final en el horizonte
El Clavijo enfila la recta final del campeonato con urgencias, pero con un aspecto positivo, depende de sí mismo. No tiene que mirar otros resultados -cierto que podrían ayudar- para saber si continúa o no otra temporada en LEB Oro. Tres partidos, tres duelos a cara de perro, sin concesiones, sin dar tregua a los contrincantes: Araberri, Sammic Hostelería y Leyma Coruña. El primero es el más importante, el único en el que toca centrarse. Es este viernes, 20-45 horas, con el Palacio como escenario. Un aliado. Un pabellón que en los últimos encuentros ha mejorado su asistencia para darle ánimos al cuadro de Jenaro Díaz.
Y los riojanos han contestado con empuje, con intensidad, con energía. Como le gusta al técnico asturiano. Por eso, más allá de la derrota, lógica, ante el líder Café Candelas Breogán, la buena dinámica invita al optimismo. Pero esa racha (5 triunfos en 7 jornadas) no servirá de nada si ahora, en el momento decisivo, vuelven el bloqueo mental, la inconsistencia defensiva, la falta de confianza en el lanzamiento… De ahí que todo lo pasado, que está muy bien, hay que dejarlo en la orilla para centrarse en el Sáenz Horeca Araberri. Un conjunto que entrena Antonio Pérez, el cual estuvo las tres últimas campañas en las filas logroñesas.
El preparador gallego, como es menester, busca la mejor clasificación posible para los vitorianos. Con la salvación casi hecha incluso piensa en disputar el ‘play off’. Lo tiene complicado por cuanto debe ganar todo y que Valladolid pierda sus encuentros. Pero bueno, es lícito que piense en ese reto. Quizá eso le descargue ante una grada que no acabó muy contenta con Antonio Pérez –por no hablar de la marcha de muchos entrenadores de la base ante el rumbo que tomó el club en verano de 2017-.
Más allá de eso, Araberri cuenta con un tridente de cuidado. El base Wintering hace y deshace, Dee es un tirador fiable y Jamal Edwards es un pívot fajador y con buena mano. Tres estiletes sobre los que gira el bloque alavés en el que también milita el que fuera base del Clavijo, el jamaicano Newby. Los vitorianos acuden a Logroño con 13 triunfos en su bolsillo, pero sólo con tres victorias (Oviedo, Sammic Hostelería y Barcelona B) más allá de su pista. Y eso que ha ganado en consistencia como visitante, ya que sus primeras visitas del curso eran un regalo para los anfitriones. Hasta cuatro choques ha perdido por tres o menos puntos –tres partidos por la mínima-. Por lo tanto, está avisado el equipo riojano.
En este sentido, el Clavijo no puede cambiar su discurso. No debe. Intensidad y actitud defensiva como pilares. El rebote debajo de su tablero tiene que ser vital para las aspiraciones de los logroñeses Ante el Café Candelas Breogán se comprobó que sin capturas defensivas no se puede correr y cuesta más atacar en posicional. Los ocho jugadores con los que cuenta Jenaro Díaz saben su cometido; exprimirse al máximo. Ritmo, velocidad. Gracias a ello se podrá estar en disposición de ganar, de lo contrario, será más complicado. Un aspecto, también importante, pasa porque el tiro exterior no sea una obsesión. La confianza que da la defensa permite mirar de otra manera al aro.
Además, enfrente estará un adversario que apuesta por marcadores altos. Recibe muchos puntos, pero es que sabe moverse en esos dígitos. Por lo tanto, la agresividad y la ambición defensiva pueden ser fundamentales para estar un poco más cerca de la salvación. Ganar o seguir en la encrucijada y aumentar los nervios para las dos últimas finales.
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