Denuncia vecinal ante la falta de limpieza de la plaza de las Salesas Antonio Pérez

El nacionalismo catalán y el español llevan varias semanas protagonizando un curioso sainete a cuenta de la figura del almirante Pascual Cervera y Topete, mando de la marina española durante el siglo XIX cuya figura unos defenestran y otros ensalzan.
La historia empezó en Barcelona, con el gobierno municipal cambiando el nombre de una calle dedicada al militar ("un facha", dijo su alcaldesa) y poniendo en su lugar a Pepe Rubianes. Y ha acabado -de momento- este lunes en unos jardines de Chamberí, donde el PP, Ciudadanos y PSOE quieren colocar el nombre de este gaditano para enmendar el "desagravio" de Colau.
La decisión se tomó en el pleno de la Junta de este distrito, donde se votaba una propuesta del Partido Popular, que había sido presentada la semana anterior en el propio espacio:
📢Esta mañana hemos propuesto que estos jardines de #Chamberí reciban el nombre del Almirante Cervera, héroe español que combatió hasta la muerte en la guerra de Cuba y al que Ada Colau le ha quitado una calle en Barcelona por “facha” pic.twitter.com/BwYpVcn3Dd
— PP Chamberí 🇪🇸 (@ppchamberi) 16 de mayo de 2018
El edil del PP en el Ayuntamiento de Madrid Pedro Corral aseguró que el almirante Pascual Cervera fue un "insigne marino" y destacó también por su defensa de la Primera República española contra el movimiento cantonalista. Además, recordó que participó en la Guerra de Cuba contra la armada norteamericana.
"No hay mal que por bien no venga, y el pretendido agravio a su figura en alguna ciudad de España ha dado paso al rescate de un personaje injustamente olvidado en Madrid, que es lo que importa", ha afirmado el edil para destacar los valores y la actitud vital de Cervera, válidos en "cualquier época y en cualquier circunstancia".
Tanto Ciudadanos como PSOE sumaron sus votos a los del PP para aprobar el nombre de estos jardines, mientras que Ahora Madrid votó en contra por considerar que este almirante "no tiene vinculación" con la capital y no entienden el porqué del homenaje.
La imposición del nuevo nombre en el callejero no es automática, ya que solo el equipo de Gobierno del Ayuntamiento -que dirige Manuela Carmena- posee la facultad de cambiar los nombres de las calles. Será la alcaldesa y su equipo quienes decidan si añaden la placa a los jardines de la plaza del Conde del Valle de Suchil.
Si finalmente prospera la propuesta de la oposición, sucedería algo extraño en la toponimia de Madrid: que una plaza cerrada con nombre (el del Conde del Valle de Suchil) contaría además con otra denominación en su interior (los Jardines del Almirante Cervera). ¿Acabaría sustituyendo un nombre al otro en estos peculiares jardines donde sobre todo abundan las baldosas? Solo el tiempo lo diría.