Chueca se queda por el momento fuera de las futuras APR

Desde principios de agosto entraba en funcionamiento el Área de Prioridad Residencial (APR) de Ópera, que servirá de ensayo para las futuras APR de la ciudad que se plantea crear el Ayuntamiento de Madrid. Y es que el equipo de Manuela Carmena está elaborando informes periódicos propios a los que se incorporarán las aportaciones de comerciantes y vecinos con el objetivo de estudiar su ampliación al resto del Centro.

A partir de los resultados obtenidos por estos estudios de impacto y viabilidad se está estudiando incorporar en la siguiente fase a Malasaña y La Latina, poniendo en marcha una normativa más homogénea para todas las APR, y cerrando paulatinamente el casco urbano al tráfico rodado para intentar reducir los problemas de calidad del aire.

De cumplirse esta previsión, Chueca y Salesas se quedarían nuevamente fuera del espacio de prioridad residencial tan demandado por vecinos y comerciantes del barrio de Justicia, del que sí se beneficiaría el vecino barrio de Universidad.

Un nuevo plan integral de movilidad

Las amenazas de sanción debido al incumplimiento sistemático de las directrices europeas (que han provocado que a principios de este año ya se hubieran vulnerado los límites de dióxido de nitrógeno de todo 2015) han llevado a Ahora Madrid a plantearse muy seriamente alternativas de un plan de calidad del aire eficaz y realista.

En 2012 se aprobó un Plan de Calidad del Aire que, a pesar de haber disminuido las emisiones de nitrógeno de oxígeno en un 20%, no ha sido suficiente para mantener la ciudad por debajo de los límites marcados por la directiva de calidad del aire. Además, aunque nunca se ha puesto en funcionamiento, el Ayuntamiento ya cuenta con un protocolo de restricción de tráfico para hacer frente a episodios puntuales de alta contaminación.

Inés Sabanés, responsable del área de Medio Ambiente y Movilidad, se ha comprometido a remodelar el protocolo del aire desarrollado por sus antecedores en el cargo, introduciendo medidas preventivas y reduciendo los niveles del sistema de alertas, de las que se informará a través de las pantallas informativas del Ayuntamiento repartidas por toda la urbe.

Además, ha explicado que está ya trabajando en un plan de movilidad integral que priorice el transporte público y la bicicleta sobre los vehículos privados. Ese nuevo documento persigue conciliar las necesidades de desplazamiento de los madrileños con las del medio ambiente y la consolidación de un espacio urbano más amable.

En este sentido, se apuesta por la implantación de energías sostenibles en el transporte público, así como por la creación de una «tarifa social» y un billete único intermodal que permitirá hacer transbordos sin coste adicional.