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Ernestina de Champourcín ya tiene su placa en Barquillo 23, la casa donde vivió

Somos Chueca

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Cuatro creadoras e intelectuales de la Generación del 27 cuentan desde ayer con una placa del Plan Memoria de Madrid en los lugares donde vivieron o trabajaron. Una de ellas es Ernestina de Champourcín, que no solo se dejó ver por La Casa de las Siete Chimeneas junto a otras “liceómanas”, sino que también fue vecina del barrio: vivió en el número 23 de la calle Barquillo.

Desde el balcón del cuarto piso, Ernestina fue testigo de los encendidos discursos de La Pasionaria, de Margarita Nelken, pero también del estruendo de las primeras bombas nacionales lanzadas sobre del Ministerio de la Guerra (en el Palacio de Buenavista, hoy Cuartel General del Ejército de Tierra).

Ahora, el Ayuntamiento de Madrid la recuerda con una placa conmemorativa que ya puede verse en la fachada del edificio que fuera su residencia y que reza «Ernestina de Champourcí (1905-1999), “poeta de la Generación del 27, crítica de arte y literatura”, en la calle Barquillo, 23, donde residió».

No es el único homenaje que el equipo de Carmena quiere hacer a las mujeres de la Generación del 27 a la que perteneció. No muy lejos de allí, en la calle Infantas número 31, se inauguró el 8 de marzo de este año otra placa conmemorativa del Lyceum Club femenino, una de las primeras y más influyentes asociaciones femeninas.

En ese edificio de la plaza del Rey esquina con la calle de las Infantas –hoy propiedad del Ministerio de Cultura y sede de la Secretaría de Estado de Cultura y popularmente conocido como La Casa de las Siete Chimeneas– fue lugar de reunión de esa entidad de 1926 a 1939.

Su primera presidenta fue la escritora novecentista María de Maeztu y, entre sus socias, se encontraban nombres como los de Victoria Kent, Isabel Oyarzábal, María Teresa León, Ernestina de Champourcin, Concha Méndez, Elena Fortún, Zenobia Camprubí, Clara Campoamor, Victorina Durán, Carmen Baroja, Amalia Galárraga o Hellen Phillips.

Victoria Kent, María Lejárraga y Luisa Carnés

Junto a Champourcín, otras tres destacadas mujeres de su época también tienen desde ayer su placa. La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena; la delgada de Políticas de Género y Diversidad, Celia Mayer; el concejal de Centro, Jorge García Castaño; y la decana del Colegio de Abogados de Madrid, Sonia Gumpert; se encargaban de descubrir la de Victoria Kent en la calle Marqués de Riscal, 5, donde tuvo su despacho de abogada hasta 1936.

«Victoria Kent (1891-1987), “comprometida feminista, directora de prisiones y diputada de la II República Española», señala el texto conmemorativo, que Carmena acompañó con una anécdota de cuando fue Directora de Prisiones, que eliminó los grilletes entre los presos de las cárceles españolas y, con ese material, encargó un busto de Concepción Arenal.

Las otras dos placas son las de María Lejárraga, «prolífica escritora, comprometida feminista y diputada por Granada en 1933», en el edificio de la calle Manuela Malasaña, 28, donde vivió; y Luisa Carnés, «innovadora, escritora y periodista de la Generación del 27».

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