Desprendimiento sin consecuencias en el edificio del número 3 de Pez

Esta mañana se ha desprendido un trozo de enfoscado de la fachada del edificio situado en el número 3 de la calle del Pez, el cual ha caído justo sobre la puerta de entrada del inmueble sin, afortunadamente, causar daños. El accidente ha provocado la intervención de los bomberos, con el consecuente corte temporal de tráfico de la vía. El edificio, en estado de semiabandono aparente, y en el que sólo hay un piso habitado, está recubierto de manera perenne por una malla verde de protección desde hace aproximadamente dos años, instalada precisamente a raíz de los frecuentes desprendimientos que sufría. Su propietario es una fundación de la Universidad Pontificia de Salamanca.

Según denuncia la asociación vecinal ACIBU, “a principios de los noventa el inmueble completo pertenecía a una señora de avanzada edad, ingresada en una residencia y un administrador se encargaba de la finca. Las órdenes de este administrador eran las de hacer los mínimos arreglos indispensables para evitar daños a terceros. El objetivo, que el inmueble fuese declarado en ruina para poder desalojar a los inquilinos y poder demolerlo. Tras la muerte de la anciana, el inmueble pasó a sus herederos, que continuaron con la política de hostigar a los inquilinos y permitir el deterioro del inmueble. Al final, acabaron vendiendo el edificio a su actual propietario, una fundación de la universidad pontificia de Salamanca”.

Siempre según ACIBU, el edificio se construyó en la segunda mitad del siglo XIX, tiene cuatro alturas y 13 balcones por planta, seis en la calle del Pez y siete en la de San Roque, con los correspondientes miradores en el piso principal. Es uno de los más grandes y vetustos de esta vía. En torno a él, sospechas de 'mobbing' inmobiliario.