El graffiti animado y repintado decenas de veces de NSN997, obra ganadora de Pinta Malasaña 2019
El colectivo NSN997 se ha llevado el primer premio de Pinta Malasaña 2019, el festival de arte urbano que acogió este domingo el centro de Madrid. Sus componentes lo han conseguido con una obra que traspasa los límites de la persiana que intervinieron en la calle Palma. Una chapa que sirvió de mero soporte para una idea que iba mucho más allá de la pintura mural y que acabó convertida en un vídeo en formato GIF compuesto, fotograma a fotograma, por decenas de graffitis pintados, borrados y repintados para crear la ilusión de movimiento.
La obra BROTHERHOOD, con el estilo positivo que siempre caracteriza a sus autores, fue elaborada a lo largo de una mañana en la que los paseantes no terminaban de entender por qué los miembros de este colectivo de italianos afincados en Madrid se pisaban a ellos mismos sus propias pinturas para volver a dibujar otras muy similares. Ellos, mientras, iban fotografiando cada paso pacientemente y grabando en vídeo toda la intervención. Por la tarde dejaron las pinturas a un lado para terminar su trabajo con el ordenador y lo compartieron en Instagram.
El jurado valoró la obra especialmente “por haber desentrañado los desafíos del festival en cuanto a los tres momentos de recepción de las obras por el público: el momento de la realización de la obra, regalándole a los vecinos de Malasaña una demostración de destreza técnica pintando varios murales en un sólo día; por haber dominado el momento digital, compartiendo un contenido que recoge todo este proceso en un vídeo que finalmente se transforma en la obra en sí misma; y por haber jugado con el tercer momento, el que viene después del festival y que, en muchos casos, conlleva una repintada de las intervenciones de Pinta Malasaña por otras personas ajenas al festival”.
El segundo premio ha recaído en Teléfono de Lata, la obra con la que Rice, un artista barcelonés que pintó en San Vicente Ferrer, quiso reflejar la experiencia de una relación a distancia, volviendo a sus juegos de infancia, cuando con sus amigos agujereaba latas vacías para unirlas con cuerdas y hablar por ellas de forma inocente.
Su pintura, protagonizada por dos hombres unidos por un hilo real, mereció de forma unánime la atención del jurado por “haber construido su propuesta en torno a la idea de salir del lienzo y haber interactuado con el espacio disponible más allá de las persianas a través de esos vasos comunicantes”.
El tercer premio ha sido para Lucía Gutiérrez, que ofreció un homenaje a su abuela Carmen en la Corredera de San Pablo, la calle en la que vivió hasta que se mudó a Carabanchel. La artista colocó imágenes de su abuela de joven, sobre las que imprimió, en forma de anuncios para coger que se colocan en la calle, conversaciones mantenidas con ella sobre su vida en Malasaña. Además, un audio disponible junto a la obra recogía estas mismas charlas para que los asistentes, con auriculares, pudieran escuchar las palabras de Carmen -que ahora tiene 93 años- con su nieta.
El jurado considera que esta obra “ha sido destacada entre las demás por tratarse de un proyecto relativo a la memoria del barrio y sus habitantes, y por haber conseguido vincularlo a los vecinos de Malasaña contando con la participación del público”.
El jurado estuvo compuesto por el ganador de Pinta Malasaña 2018, Margalef, la directora de La Causa Galería, Manuela Medina, y el periodista cultural Custodio Pastor. El importe de los tres primeros premios (en metálico) es de 800€, 500€ y 300€ respectivamente, que serán entregados el próximo 19 de junio. Los galardones del resto de certámenes paralelos serán dados a conocer esta semana.
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