La falta de aparcamiento para bicis obliga a saltarse la Ordenanza de Movilidad
El cada vez más extendido uso de la bicicleta como medio de transporte, patente en Malasaña como en pocas zonas de la ciudad, se encuentra con diversos problemas entre los que, de entrada, destacan dos de base: el distrito Centro no es zona amigable para ir en bici -puesto que apenas existen carriles para circular en este tipo de vehículos-; faltan elementos específicos donde candar las bicicletas de forma segura y legal (en la Ordenanza de Movilidad para la Ciudad de Madrid,título cuarto, capítulo 2, artículo 62, se indica que “no se podrá estacionar este tipo de vehículos anclados al mobiliario urbano” ni tampoco atarlos a los árboles)
Esta semana, la denuncia de un vecino de la calle Galería de Robles contra la práctica de otros vecinos de la citada vía que dejan sus bicicletas encadenadas a las verjas de unas ventanas de un edificio público ha propiciado que la Policía haya estado tratando de localizar a los dueños de esos vehículos para que retiren las cadenas de las verjas y dejen de aparcar ahí sus bicicletas. Los mismos agentes comentaron que no actúan de oficio contra esta práctica que contraviene la normativa municipal, pero que al haber sido interpuesta una queja se veían obligados a hacer cumplir la ley. También indicaron que, en ningún caso iban a multar a los dueños de las bicicletas aparcadas en Galería de Robles cuando los localicen. Al menos esta primera vez, aseguran que procederán a informarles de la normativa en vigor.
Una de las personas que suele anclar su bicicleta en Galería de Robles, y que tendrá que buscar alguna otra solución de aparcamiento, indicó a este periódico que en el edificio donde vive no le permiten guardar su vehículo en las zonas comunes y que su casa es muy pequeña y está situada en un piso elevado sin ascensor, además de mostrarse sorprendido por el hecho de que a alguien pueda molestarle que deje encadenada su bicicleta en una calle que, aunque tiene las aceras muy estrechas apenas soporta tráfico rodado y el hecho de estacionar bicis en ella no dificulta especialmente el paso de peatones.
Este mismo vecino hacía notar que no es sencillo poder cumplir con la normativa municipal si los aparcamientos específicos para bicicletas no abundan en la zona. En el mapa que elaboramos en su día en Somos Malasasaña sobre dónde poder aparcar bicicletas en el barrio vemos claramente que en lo que es la almendra central del mismo no hay sitios específicos donde dejarlas. Sólo en la plaza del Dos de Mayo queda una triste uve invertida donde poder candarlas (las otras tres que había hace años que fueron tumbadas por un camión de carga y descarga y jamás repuestas).
En cualquier calle del barrio es fácil encontrar bicicletas atadas a árboles, farolas y verjas. Típicas imágenes que deberían servir de aviso para los responsables municipales. En Malasaña existe una necesidad evidente de aparcamientos para bicicletas. Desde mayo de 2012 funciona un 'garaje' privado para estos vehículos.
Algunos enlaces útiles para los amantes de la bicicleta:
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