La renovación de Palma y San Vicente Ferrer pierde la mitad de los árboles planificados
Las calles San Vicente Ferrer y Palma tendrán 25 árboles menos de los previstos. La reforma integral de su suelo, que está rebajando los bordillos y convirtiendo en plataforma única el tramo de estas calles entre San Bernardo y Amaniel, se quedará a medias en lo relativo a las plantaciones de plantas como las lilas de las índias, los escobillones rojos y los cerezos de Japón.
La plantación de árboles se quedará en 31 y solo afectará a tres de las seis manzanas que abarcan los trabajos. Además, también se ha modificado parte del mobiliario urbano que se iba a instalar, siguiendo el ejemplo de la reforma llevada a cabo en el entorno de Chueca: los bloques de piedra que servían como banco no serán colocados y en su lugar se están instalando grandes bolardos recubiertos de goma y con reflectantes, que inicialmente no estaban en el proyecto original.
Fuentes conocedoras del proyecto indican a Somos Malasaña que todos estos cambios no corresponden con la licitación sacada a concurso por la Junta de Centro durante la época en la que gobernaba Manuela Carmena y afirman que la reforma es una “oportunidad perdida” para dotar de más verde a esta parte del barrio. Este periódico ha solicitado información al respecto al actual equipo de gobierno pero no ha obtenido respuesta alguna.
La alerta la dio un vecino de la calle Palma la semana pasada, cuando comprobó sobre el terreno con decepción que los planos publicados por Somos Malasaña en su día eran bastante diferentes a la actuación que se estaba llevando a cabo. “Los pivotes parecen dignos de un parque industrial y no de una zona a prioridad residencial, y la ausencia de arboles hace que con las obras esto parezca una superficie de piedra anónima e inhóspita”, se queja este habitante de la zona, que no entiende por qué no se han aprovechado las obras para mejorar de forma integral su barrio.
Las calles San Vicente Ferrer y Palma están siendo reformadas dentro de una remodelación completa de Malasaña planificada por el equipo de Centro del anterior mandato. Primero empezaron retirando los coches aparcados de ambas en la zona más cercana al Dos de Mayo, luego arrancaron las obras de Amaniel y después de que acabe la reforma debería producirse el arreglo de otras vías cercanas como Montserrat o Norte, cuyo proyecto ya tiene financiación pero está pendiente de ser licitado por el nuevo Ayuntamiento.
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