Las vallas de obra 'echan raíces' en Luna
Por el tiempo que llevan instaladas en Soledad Torres Acosta las vallas protectoras amarillas que indican que algo no está bien en el pavimento de la plaza, si nos dijeran que se trata de modernas esculturas -compradas a precio de ARCO y puestas adrede por el Ayuntamiento en tan principal espacio- lo creeríamos. Es mucho menos creíble que lleven estropeadas más de un año las lajas de granito que rodean, al menos casi tan poco creíble como comprobar que en estos días la fuente de Luna vuelve a funcionar, superando una sequía mucho más pertinaz que la que la ciudad arrastra esta temporada.
Los trabajos de reparación del pavimento que se están llevando a cabo estos días en el cruce de las calles Luna y Silva y en la parte baja de Corredera de San Pablo permiten albergar ciertas esperanzas de que los operarios que ayer rellenaban socavones y cambiaban adoquines tengan también órdenes de sustituir trozos de granito y de retirar vallas.
ACIBU, Asamblea Ciudadana del Barrio Universidad, ha denunciado, a través de su página web, que “lo triste es que a estas alturas nadie se extrañe de que una plaza que se 'rehabilitó' hace menos de cinco años haya tenido que ser retocada en demasiadas ocasiones”. Por otra parte, esta asociación vecinal ironiza sobre la “obstinación” de los socavones de la zona, que reaparecen una vez tras otra. Apunta la posibilidad de que “la base de la obra se hizo tan mal, que los arreglos superficiales (o en superficie) sólo pueden disimular desperfectos durante unos meses.”
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