“Milagro” en Santa Cruz de Marcenado

La intervención de los servicios de Emergencias Madrid resultó providencial este jueves para salvar la vida de un sinhogar de mediana edad que dejó de respirar junto a su cama habitual, unos cartones junto a un garaje de la calle Santa Cruz de Marcenado.

El suceso tuvo lugar pasadas las 9.00 de la mañana, cuando una ambulancia del servicio llegó a la calle y sus efectivos se lanzaron a intentar revivir al afectado, que yacía en el suelo después de haber entrado en parada cardiorespiratoria. Mientras los sanitarios le aplicaban un masaje de reanimación cardíaca para intentar recuperarlo, la policía acordonaba la zona.

Afortunadamente, el dispositivo logró sacar al hombre de la parada y, después de ser estabilizado, fue trasladado al hospital clínico con pronóstico grave, informan a Somos Malasaña fuentes de Emergencias Madrid.

El sinhogar afectado es un habitual de la zona. Duerme cada noche bajo el alero del edificio situado en el número 1 de la calle junto con otra persona, en una zona que se ha convertido en un refugio para los sintecho. El lugar es visitado frecuentemente por los servicios sociales del Ayuntamiento, que ofrecen a las personas que allí se alojan el traslado a los albergues municipales, alternativa que muchos de ellos rehúsan.

El suceso ha alterado al tranquilo vecindario de Santa Cruz de Marcenado y San Bernardo, que esta mañana hablaba de “milagro” en la actuación de los servicios municipales, a la vez que se lamentaban de la situación creada en su calle. Además, informaban de que la noche anterior se había producido una pelea entre los sinhogar, sin poder especificar si estuvo en ella implicado el afectado por el paro cardíaco de este jueves.

Mientras los vecinos hablaban con este medio, los agentes municipales retiraban el cordón policial y los sanitarios recogían sus equipos y se disponían a llevar al paciente al hospital. Dos de ellos chocaban la mano con cara sonriente, contentos de que su trabajo hubiera servido esta mañana para salvar una vida.

Carlos Osorio

A menudo paso por esta calle y veo decenas de personas durmiendo en el suelo, y no me conformo con esta situación. Creo que podría hacerse más por ellos. La calle mata, dormir en la calle acaba con la salud de la gente. Ya estoy cansado de oir eso de "hay que respetar su libertad", creo que eso es una excusa para no atenderles como se debe. Tendría que haber un albergue en cada barrio. Es muy bella y elogiable la labor de las ONG que les llevan ayudas puntuales, pero creo que el Estado tiene que interesarse por este problema. En fin, Gracias al SAMUR una vez más.