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Las diferencias entre el proyecto de Plaza España que aprobó Carmena y el que inaugurará Almeida

Vista del plano general del proyecto final para Plaza de España

Diego Casado

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A finales del año 2015 se puso en marcha lo que se ha terminado convirtiendo en una de las obras más largas afrontadas por el Ayuntamiento de Madrid. En noviembre de 2021, fecha prevista para su conclusión, la reforma de Plaza de España cumplirá seis años desde que comenzó a ser pensada en sucesivas reuniones primero, votación ciudadana después y proyecto final de obras de la candidatura ganadora.

Después de que la idea Wellcome Mother Nature se impusiera en el concurso organizado por el equipo de Carmena, el Ayuntamiento de Madrid licitó una obra en 2018 que ha ido cambiando en muchos pequeños detalles, hasta parecerse a lo que hoy se está ejecutando, que el nuevo equipo de Obras de Almeida desveló hace unos días, en forma de un plano que incluye todas las modificaciones sobre el terreno.

Aprovechando esta nueva información, comparamos en Somos Madrid los planos del proyecto licitado en 2018 y el plano de lo que será la nueva Plaza de España en 2021 para comprobar todos los cambios que se han ido aprobando:

El cambio más evidente es el obligado por el hallazgo de varios restos arqueológicos en el entorno, cuando se empezó a levantar el subsuelo. Los más importantes son los que pertenecían a Palacio de Godoy (punto 02 en el plano), una extensión del edificio que queda en pie junto a la Plaza de la Marina Española, que fue derribado para dar paso a la calle Bailén y cuyas zonas bajas cuentan con un relativamente buen estado de conservación. Se podrán visitar in situ y también contemplar desde arriba, a través de miradores.

El cambio del proyecto definitivo afecta al paseo y también al carril bici, que en principio iba a discurrir en paralelo a la carretera y ahora irá por encima del conjunto histórico, separado con claridad del resto de caminos, hasta llegar al cruce de la calle de San Quintín.

Este espacio formará parte de un itinerario cultural propuesto por el Ayuntamiento de Madrid para visitar también los contrafuertes de los Jardines de Sabatini encontrados durante la obra (punto 01 en el plano).

El itinerario de vestigios hallados en las obras se completará con los restos del Cuartel de San Gil (punto rojo en el mapa), encontrados bajo la calle Ferraz y que serán mostrados a unos metros de su ubicación original.

La colocación de este elemento ha obligado a cambiar el diseño de los jardines en forma de triángulo característicos del nuevo diseño de la Plaza de España, que pueblan todo el proyecto y que se dividirán en dos tipologías: algunos llenos de césped, sobre los que sentarse, y otros con zonas estanciales en su interior.

Cambio de sentido en Martín de los Heros

Aunque el esquema de movilidad del tráfico apenas se ha modificado con los nuevos retoques, una calle sí que parece que cambiará de sentido a partir del fin de las obras. Será el tramo de Martín de los Heros más cercano a la Plaza de España, donde se dará salida a los coches que accedan desde la calle Princesa, como se aprecia en el siguiente plano:

Todavía se desconoce qué tipo de accesos se permitirán por esta zona, aunque el cambio de sentido podría aumentar el tráfico en este tramo de la calle, al dar continuidad al resto de la vía y resultar con la modificación un punto de acceso más interesante para los conductores hacia el interior de Argüelles. La calle actualmente cuenta con plataforma única, escasa circulación y numerosos negocios asociados a los cines que tienen acceso desde esta vía. Incluso cuenta con un pequeño paseo de las estrellas en homenaje a varias figuras del celuloide español.

En el mismo plano situado sobre estas líneas se aprecian más cambios: se han habilitado tres zonas de aparcamiento para coches no previstas inicialmente, y el carril bici de subida se ha convertido en uno bidireccional, que se ha segregado del resto del tráfico, en lugar de colocarlo en paralelo a la carretera, como estaba diseñado en el proyecto de 2018.

También en esta zona, los ciudadanos que hayan pasado por ahí habrán podido observar una de las pocas zonas de la obra que ya está acabada. Se trata de la plaza Emilio Jiménez Millás, situada a la salida del pasadizo que por el otro lado da a la Plaza de los Cubos y a Martín de los Heros, que antes funcionaba como aparcamiento en superficie para numerosos coches.

Con la reforma, el peatón toma protagonismo. Han desaparecido las plazas de aparcamiento y una zona estancial -con bancos y árboles- ocupa la parte central de esta disimulada plaza. Con respecto al proyecto original, solo ha cambiado que la zona ajardinada se ha dividido en dos bandas paralelas, con espacio para caminar y varias escaleras en el medio.

Movilidad ciclista en el nuevo proyecto

Los cambios más importantes en cuanto a la movilidad respecto a lo que se presentó en 2018 tienen que ver con la bicicleta. En general, las vías ciclistas están más segregadas del resto del tráfico rodado que en el diseño original y discurren de una forma más natural por los diferentes puntos de la nueva Plaza de España.

Aunque los ciclistas contarán ahora con varias formas de atravesar el entorno sin compartir espacio con los coches, hay un pequeño tramo de carril bici que se suprime: el de bajada desde el final de la Plaza de España con giro a la derecha. Ahí, el proyecto inicial preveía una vía ciclista paralela al carril bus, que bajo el puente de la calle Bailén desaparecía, obligando a los ciclistas a unirse primero al carril taxi bus y luego al de tráfico normal.

Con el nuevo diseño la acera Este de Plaza España se ensancha un poco más en este punto y también cambia el carril bici de subida por la Cuesta de San Vicente, pensado para discurrir en paralelo junto al tráfico y que finalmente estará segregado, compartiendo un tramo de acera en las paradas de autobús, como se puede observar en la siguiente imagen:

La segregación del carril ciclista, que ya fue adelantada en este medio hace más de un año por el área de Obras, se extiende a toda la Cuesta de San Vicente. Los ciclistas no tendrán que circular por una vía situada entre el resto del tráfico y el carril bus, sino que irán en paralelo a la acera, tanto en este tramo como en el inferior.

El nuevo proyecto contempla además un giro ciclista hacia la calle Cadarso, no previsto inicialmente. Como tampoco estaba dibujado el paso de cebra para los peatones en este punto, fundamental para facilitar la movilidad andando hacia una de las entradas a los Jardines de Sabatini y la accesibilidad hasta el nuevo ascensor que subirá a la parte de arriba del antiguo puente de Bailén.

Fuentes y otros pasos de cebra

Subiendo a la zona peatonal creada sobre la antigua carretera que daba a la calle Bailén, el aspecto del proyecto no difiere demasiado, salvo por la desaparición de una de las dos fuentes ornamentales que iban a ser colocadas en la zona. Finalmente se prescinde de la más pequeña, la más grande se instalará más al sur y se amplían ligeramente los jardines triangulares sobre la Cuesta de San Vicente.

La otra de las fuentes ornamentales, que se conservará de la antigua Plaza de España, se mantendrá en el lugar previsto en 2018, aunque virando ligeramente su orientación. Se trata de la Fuente de las Cochas o del Nacimiento del Agua, obra del escultor murciano Antonio Campillo, que se situará en la zona sur del nuevo parque, junto a la salida del túnel que da a la calle Ferraz.

En el siguiente plano que la ubica también se aprecia otra modificación en la movilidad de los ciclistas, donde se suprime la circulación en doble dirección prevista al inicio de la calle Ferraz, una solución que podría haber resultado peligrosa al encontrarse las bicis de subida con coches que bajaban de frente. En este punto, los ciclistas podrán usar tanto la senda bici que serpentea junto a la Fuente de las Conchas como el carril bici que sube hacia Princesa.

Pasando de la zona sur a la norte, se observa que el proyecto final elimina alguno de los accesos peatonales al pasadizo y al párking de Plaza España, que iba a contar con dos entradas. Ahora pasa a contar con un acceso por escaleras y el hueco circular que iba a dar luz natural a este espacio se dibuja más hacia el centro. Es todavía una incógnita cómo se resolverá el acceso a Metro desde esta parte, por la que apostaba el proyecto ganador del concurso.

Justo al lado de este punto y relacionado con la movilidad peatonal, el actual área de Obras del Ayuntamiento descartó el paso de cebra gigante, al estilo del existente en Shibuya (Tokio) para cruzar andando hacia cualquiera de los puntos de estas cuatro esquinas, que contemplaba el proyecto licitado en 2018. Finalmente queda sustituido por cuatro pasos de cebra clásicos, dos de ellos con un pequeño descanso peatonal en el medio.

Calle Princesa y plaza Cristino Martos

Dentro del mismo conjunto de obras de Plaza España, hace unos meses se reformó la calle Princesa, donde se ampliaron aceras y se creó un minibulevar con una hilera de árboles en el centro, además de añadir más pasos de cebra. En la zona de los accesos al Metro de Ventura Rodríguez la solución para los coches ha cambiado mucho con respecto a la idea que se tenía en 2018.

Para facilitar la bajada por la calle Ventura Rodríguez para los coches que subieran por Princesa, inicialmente se había pensado una nueva carretera de acceso que hiciera un giro. Finalmente se decidió por adaptar las vías existentes, para posibilitar también la subida desde Princesa a la calle de las Negras, a la que de otra forma resultaba muy difícil acceder para los habitantes del entorno de Conde Duque.

Por último, las obras de Plaza España también iban a servir para reformar la aledaña plaza de Cristino Martos, en la parte baja de Conde Duque. El proyecto de 2018 preveía una rampa para facilitar la accesibilidad universal desde la calle Princesa, solución que finalmente se descartó para conservar las actuales escaleras de subida por tres zonas distintas.

En la propia plaza, la configuración de los triángulos de césped también se ha modificado, así como los elementos de juego previstos inicialmente para sustituir el parque infantil que había hasta ahora.

Más allá de los detalles arriba reseñados y de los diferentes ajustes con respecto al proyecto de 2018, lo que no cambiará en Plaza de España es la parte central de este espacio, pensado en su zona norte como una gran plaza de encuentro frente al monumento a Cervantes, en la que poder celebrar todo tipo de eventos, y una zona sur lleva de árboles y césped, donde disfrutar de un entorno natural y de juego en pleno centro de Madrid.

Si quieres consultar las imágenes publicadas en un formato mayor, puedes descargártelas en tu navegador. O también mirar aquí una versión ampliada del plano del proyecto final publicado por el Ayuntamiento de Madrid. Por último, te recordamos las informaciones más destacadas sobre el proyecto de Plaza España que hemos publicado en el periódico Somos Madrid:

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