Luis Tudanca adquiere fuerza y Julio Villarrubia se desinfla en el PSOE de Castilla y León

El PSOE de Castilla y León no acaba de vislumbrar la salida del túnel, de un pozo en el que lo metieron sus propios dirigentes. Las peleas cainitas o las disputas palaciegas impiden que los socialistas de esta comunidad autónoma vea cercana una tranquilidad que sus militantes ansían. Las diferencias con el PP, que son por ahora insalvables en cuanto a votos se refiere, y la llegada de Podemos y de movimientos de izquierda como Ganemos, hacen que algunos dirigentes socialistas tomen carrera para evitar un nuevo derrumbe, tanto electoral como ideológico.

Así, el pasado fin de semana se conoció que el secretario provincial del PSOE de Burgos, el joven diputado Luis Tudanca, quería encabezar una lista alternativa a lo que hasta ahora se ha vivido en Castilla y León. Quiso quitarse correas de Óscar López o de Julio Villarrubia. Ni quiere dejarse manipular por ninguno de ellos. Tiene excelentes relaciones con López, el próximo senador por Castilla y León. Y es amigo de Villarrubia.

Pero Tudanca, según revelan fuentes próximas a él, quiere apostar “por el partido” y por quitarse ataduras de uno y de otro. Incluso, dicen las mismas fuentes, no aceptó de buen grado el titular de un periódico regional, que decía que Ana Redondo –procuradora regional y fiel escudera de Óscar López- “amadrina a Luis Tudanca”. No quiere que nadie le encasille ni con el bando ‘lopecista’ ni con el clan ‘villarrubista’.

En las últimas semanas, tres secretarios regionales vieron con ojos de temor, o de miedo visceral, que la disputa cainita podría volver a repetirse, si Ana Redondo o José Luis Vázquez –alcalde de La Granja de San Ildefonso- encabezaban una lista y Julio Villarrubia otra. Los tres responsables del partido comenzaron a unificar criterios, a unirse para evitar una nueva guerra: Luis Tudanca, Carlos Martínez (alcalde de Soria) y Fernando Pablos (Salamanca) empezaron a buscar soluciones. Y la encontraron la semana pasada, cuando el burgalés decide encabezar la candidatura. Eso sí, con el apoyo de Salamanca y de Soria, principalmente, aunque poco a poco fueron encontrando más respaldos.

Y mientras tanto, Julio Villarrubia comenzó a ver como le adelantaban por la derecha y por la izquierda. O planeó mal la estrategia de futuro o la inició tarde. Fuentes socialistas destacan que la semana pasada, en concreto el viernes, iba a reunirse con sus fieles. Pero suspendió ese encuentro. También tenía pensado anunciar ayer lunes su candidatura al cargo de secretario general del PSOE en Castilla y León. Pero también la pospuso. Empieza a ver que pierde fuerza y apoyos. Es más, las mismas fuentes señalan que solo tendría el respaldo de algunos dirigentes socialistas de su provincia, Palencia, y uno de los sectores más guerreros del PSOE en Valladolid, el encabezado por Cecilio Vadillo.

Otras fuentes señalan una duda que se genera: ¿qué ocurrirá con los dirigentes que apoyaron a Villarrubia en contra de Óscar López y que mantienen buenas relaciones con Luis Tudanca?