El camarada Niva tendrá por fin su relevo en 2018
En los años 80 del pasado siglo, quienes necesitaban un vehículo todoterreno de verdad en España y no podían permitirse un Range Rover, ponían los ojos generalmente en el Lada Niva, un recio camarada ruso que por entonces costaba 999.000 pesetas, unos 6.000 euros en la moneda de hoy.
Cuando nevaba con intensidad en la Sierra de la Demanda, la única manera de llegar al Monasterio de San Millán de Suso que tenía su encargado de mantenimiento era, según confesión propia, subirse al Niva porque el resto de los coches con los que lo había intentado habían resultado inoperantes.
Pues bien, el tovarich Niva se había presentado en 1975 y llevaba en el mercado desde 1977, hace ahora 40 años. Desde entonces, apenas ha cambiado nada ni en la fisonomía del modelo ni en su interior si descontamos la introducción de la inyección en 1994 y del ABS en 2012.
Autovaz, la empresa a la que pertenece Lada, ha decidido que ya estaba bien de estirar el chicle y su CEO, Nicolas Maure, acaba de anunciar que el año próximo habrá un Niva completamente nuevo. Tendrá una carrocería de cinco puertas, además de la de tres, y muy posiblemente se parecerá mucho al prototipo XCode, desvelado el pasado mes de agosto, a la vista de la facilidad con que los concepts de la marca rusa pasan a ser coches de producción sin apenas recibir modificaciones.
Comoquiera que Autovaz está participada mayoritariamente por el grupo Renault-Nissan, está claro también que el Niva 2018 compartirá numerosos elementos constructivos con otros modelos de la alianza. En particular, con el Dacia Duster, que ya sirve de base al único todocamino moderno de que dispone hoy la firma de Toliatti: el Lada XRay.
Para que el nuevo Niva y otros modelos gocen de aliento económico ha sido necesario que una junta de accionistas extraordinaria de Autovaz aprobara en otoño pasado una ampliación de capital de 1.200 millones de euros, financiados en su mayor parte por Renault-Nissan, que se convertía de esta manera en la propietaria de más del 70% de la compañía.
Se dice que ya hay un pedido en firme para el Niva 2018, el del presidente Vladimir Putin, que no necesita el ejemplo de camaradas americanos para defender lo suyo (Rusia first y tal). La renovación del modelo va a coincidir en el tiempo con la de otros camperos clásicos como el Land Rover Defender, el Suzuki Jimny y –en la tierra de Trump– los Ford Bronco y Jeep Wagoneer.
La última actualización del Niva 4x4 (esta era su denominación en el mercado español) databa de 2015, cuando se dio a conocer la terminación Urban, que incluía ligeros retoques estéticos y llantas de 17 pulgadas que embellecían su diseño rudo. Como siempre, los verdaderos argumentos del coche residían en otra parte: tracción total con reductora y bloqueo de diferencial por menos de 12.000 euros. En otras palabras, la posibilidad de llegar donde nadie puede y a un precio al alcance de casi todos los bolsillos.
