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El coche eléctrico ideal, según el consumidor: de 30.000 euros, 470 km de autonomía y carga rápida

Hyundai Kona EV.

Víctor Celaya

Los consumidores han hablado con claridad, a través de una encuesta de la firma de lubricantes Castrol, sobre los requisitos que deberían reunir los coches eléctricos para dar el paso de adquirir uno de ellos. El estudio dictamina que los “puntos de inflexión” para que se generalice este tipo de vehículos son tres: deberían costar una media de 30.500 euros, cargarse en una media hora y ofrecer cerca de 470 kilómetros de autonomía con una sola carga.

Acelerando la EVolución, como se titula el trabajo -que juega con las iniciales de Electric Vehicle-, estima también que el mercado anual de los eléctricos podría tener un valor cercano a los 311.000 millones de euros en 2025, siempre y cuando se cumplan los tres grandes requerimientos de los usuarios.

Llevado a cabo entre diciembre de 2019 y enero de 2020 -antes del azote del coronavirus-, el estudio ha tenido en cuenta la opinión no solo de los consumidores, sino también de gestores de flotas y líderes de la industria del automóvil de todo el mundo.

Una de sus primeras conclusiones se refiere a los tiempos en que es previsible que se acelere la transición a la movilidad eléctrica. Los conductores declararon que considerarían comprar un vehículo de baterías para el año 2024. Casi dos tercios (61%) de los encuestados señalaron que su actitud actual es la de “esperar y ver”, y la mitad (54%) de los gestores de flotas afirmaron que esperarían a que la competencia hiciera el cambio antes de acometerlo ellos.

Mandhir Singh, director general de Castrol, ha manifestado al respecto: “En el sector del automóvil, que se ha visto gravemente afectado por los efectos de la pandemia del coronavirus, los vehículos eléctricos pueden tener un papel decisivo en el impulso de la reducción de emisiones de carbono. Las investigaciones de Castrol muestran que los consumidores individuales tienen una actitud positiva para cambiar a un eléctrico en 2024 pero, como industria, debemos hacer más para traducir esa positividad en decisiones de compra. Los tres puntos de inflexión revelados proporcionan una hoja de ruta clara de dónde debería centrarse el sector de la automoción para acelerar la compra generalizada de coches eléctricos”.

Respecto a los factores decisivos para su popularización, el precio es la principal prioridad para los usuarios, que en un 63% declaran que exceden su presupuesto de compra. La encuesta revela que persisten ideas equivocadas sobre los costes de mantenimiento de este tipo de coches, pues el 65% cree que los eléctricos son más caros de mantener que los habituales con motor de combustión interna.

Aunque 36.000 dólares (unos 30.500 €) fue el punto de inflexión en este punto para los consumidores de todo el mundo, se aprecia una diferencia notable entre mercados. De media, los conductores japoneses están dispuestos a pagar el máximo por un vehículo eléctrico, 43.000 $ (36.400 €), mientras que los británicos son más sensibles al precio y prefieren no sobrepasar la barrera de los 30.000 $.

Otra exigencia clara alude a la necesidad de tiempos de recarga rápidos, que el promedio de los entrevistados sitúa en los 31 minutos. Dos de cada tres consumidores también consideran que los vehículos eléctricos solo dominarán las carreteras una vez que puedan cargarse en un tiempo similar al que se tarda en repostar uno equipado con motor de combustión interna.

La ansiedad por la autonomía es real

La autonomía es la tercera prioridad para los consumidores, y tres de cada cinco la señalan como una barrera significativa para la compra generalizada de vehículos de baterías. De media, se aspira a un alcance de 469 kilómetros con una sola carga, aproximadamente la distancia entre Londres y París. Se trata tan solo de 72 km más de los que la industria ya puede conseguir en la actualidad. Aunque dos de cada tres conductores realizan diariamente trayectos cortos, se sentirían más tranquilos si dispusieran de autonomías largas, por lo que la ansiedad del coche eléctrico sigue siendo un hecho según el estudio.

Mandhir Singh ha concluido que “la industria del automóvil ya ha demostrado lo que puede conseguir en respuesta a la pandemia, transformando sus capacidades para producir equipos médicos muy necesarios. Ahora, con la mejora continua de la tecnología de los vehículos eléctricos, el reto será contribuir a producir menos emisiones de carbono y acelerar lo más posible la EVolution. Reducir el coste y el tiempo de carga de los coches eléctricos, al tiempo que aumentan la autonomía, la infraestructura y la variedad de vehículos, será esencial para convencer a los consumidores de hacer el cambio”.

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