Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Prueba del Jeep Renegade 4xe: enchufable, veloz y campero

Jeep Renegade 4xe.

Pedro Urteaga

La histórica marca de todoterrenos Jeep se halla en plena transformación eléctrica de su catálogo de modelos. Uno de los sistemas híbridos enchufables de que dispone, el más potente, entrega 380 caballos y se ha desarrollado para los hermanos mayores de la familia, el Wrangler y el Grand Cherokee -al que llegará próximamente-, en tanto que los benjamines, Compass y Renegade, emplean otro que rinde 190 o 240 caballos.

En los últimos días hemos conducido el Renegade 4xe, que es la denominación que utiliza la marca para referirse a su gama de enchufables, en la variante más rutera, o deportiva si se quiere, de las dos disponibles: la S, que se contrapone a la Trailhawk, de orientación y mejores aptitudes off road. Ambas comparten el sistema híbrido de 240 CV y son las únicas variantes del modelo que cuentan con tracción a las cuatro ruedas, de acuerdo con una configuración que ahora detallaremos.

Por un lado tenemos un motor de gasolina de cuatro cilindros y 1,3 litros que por sí solo entrega 179 CV y se encarga de mover las ruedas delanteras; por otro, un motor eléctrico que hace girar las traseras, de modo que el coche dispone de tracción total sin un elemento mecánico que conecte los dos ejes. Jeep asegura que este esquema mejora las capacidades todoterreno y que es más preciso y eficiente en la gestión de la tracción que el método tradicional que une el tren delantero y el trasero mediante un árbol de transmisión. 

Para asegurar la tracción en el eje posterior se usa un segundo propulsor eléctrico que, unido al térmico a través de una correa, genera la electricidad necesaria para suministrar energía si la de la batería no es suficiente. Este pequeño motor eléctrico también sirve para arrancar el motor de combustión y para mejorar la respuesta cuando el conductor pisa el pedal del acelerador.

Por lo que respecta a la batería, tiene una capacidad nominal de 11,4 kWh y otorga 48 kilómetros de autonomía en ciclo WLTP, lo que significa que la mayoría de los desplazamientos cotidianos deben poder realizarse sin consumo ni emisiones de CO2 directas. Este es el objetivo de todo híbrido enchufable y, como siempre recordamos, exige para tener sentido que el vehículo se enchufe a la red eléctrica antes de cada utilización; en caso contrario, estaría lejos de ser el coche cero emisiones que proclama el distintivo concedido por la DGT.

Debido a la colocación de la batería debajo de los asientos traseros y del módulo de carga en la zona del maletero, esta versión plug-in pierde algo de capacidad de carga con respecto a las térmicas del mismo modelo. Se trata en concreto de 21 litros menos, que sitúan el volumen total en 330 litros (por 351 de sus hermanos de gama convencionales).

Modos de impulsión y conducción

El Renegade 4xe inicia la marcha por defecto en modo híbrido, a diferencia de otros modelos con parecida tecnología, que lo hacen en modo eléctrico puro, seleccionable también aquí junto con un tercero que nos permite conservar el nivel de carga de la batería. En un mando aparte podemos activar un programa que logra la máxima regeneración de energía.

En una ruleta situada en la parte baja de la consola central encontramos el selector de modos de conducción propiamente dichos: automático, Sport -exclusivo de la gama 4xe- y los específicos para arena/barro y nieve, al que la versión Trailhawk añade otro llamado Rock que se ha concebido para afrontar los terrenos más abruptos.

El Renegade S sacrifica parte de esa faceta campera para ofrecer un mejor rendimiento sobre el asfalto, del que da fe su brillante cifra de aceleración: 7,1 segundos en el 0 a 100 km/h. Especialmente en el programa Sport, la respuesta del modelo de Jeep es fulgurante, con un consumo que, una vez agotada la batería -en viajes, por ejemplo-, puede mantenerse en el entorno de los 7 litros/100 km.

A pesar de este gasto de combustible moderado, una de las mayores fallas que presenta el Renegade 4xe es una autonomía total -sumadas la que proporcionan la gasolina y la electricidad- que nos parece decididamente corta, de no más de 400 kilómetros. La razón no es otra que los parcos 36,5 litros del depósito de combustible, con los que es difícil recorrer más de 350 km, a los que la batería añade como mucho los 48 km en modo eléctrico mencionados más arriba.

En cambio, como virtud distintiva es preciso anotar las capacidades off road que atesora cualquier versión del Renegade con respecto a modelos semejantes de la competencia, no solo por sus aventajados ángulos característicos, sino también por los diversos dispositivos electrónicos que incorpora, como el de control de descenso, el que bloquea o cambia el reparto de par entre los ejes delantero y trasero o el que frena la rueda que no tiene tracción en un momento determinado.

Tanto la variante S como la Trailhawk están a la venta por 36.060 euros con arreglo a la promoción que Jeep aplica este mes de febrero. La primera lleva de serie las llantas de 19 pulgadas en gris granito que puedes ver en las imágenes, sistema Uconnect con pantalla de 8“, Apple CarPlay o Android Auto, aviso de colisión frontal mejorado, detector de fatiga del conductor y cristales traseros oscurecidos, entre otros elementos.

Etiquetas
stats