Prueba del Skoda Octavia Combi PHEV, una fórmula que se acerca a la perfección
Es imposible dedicarse a esta profesión que consiste básicamente en conocer y probar automóviles (y luego contarlo) sin preguntarse con alguna frecuencia qué modelo actualmente a la venta se acerca más a la perfección, o el más redondo si no se quiere ser tan categórico. Otro momento en que se plantea la misma incógnita llega cuando los conocidos de uno le asaltan con la cuestión fatídica: “¿Cuál es el mejor coche que conoces, el que tú te comprarías?”.
Naturalmente, ni la respuesta puede ser concluyente ni los gustos o necesidades de las personas son coincidentes, de manera que siempre hay que recurrir al socorrido “depende de lo que quieras”. Quien se siente atraído por los SUV difícilmente se dejará cautivar por las virtudes de una buena berlina de las de toda la vida, y un amante de los deportivos no querrá encaramarse a un mastodonte con estribos ni bajo tortura, por estupendos que sean los modelos en cuestión.
Decimos todo esto para explicar que lo que sigue es fruto de la visión personal de quien escribe y, por tanto, pueden no compartirlo muchos lectores. Pero vamos allá con el relato de por qué el Skoda Octavia Combi híbrido enchufable, que de él tratamos hoy, nos parece uno de los vehículos más completos que se pueden adquirir ahora mismo en España. Cualidades objetivas, desde luego, no le faltan a este familiar que, a diferencia de muchos de los de antaño, presenta incluso un aspecto bastante atractivo, aunque esto también va en gustos…
Skoda ofrece dos versiones enchufables -iV en la denominación que utiliza la marca para referirse a sus modelos electrificados- del Octavia Combi, una de 204 caballos, que es la que hemos probado estos días, y otra más deportiva, con la denominación RS y 245 CV, ambas con cambio de doble embrague DSG de seis velocidades.
La autonomía eléctrica del vehículo ronda los 50 kilómetros y debería bastar para los desplazamientos cotidianos, siempre que recarguemos a diario la batería de 13 kWh (10,9 kWh útiles) del sistema híbrido. Cuando se agota la carga, el Octavia presenta el consumo contenido que cabe esperar de un coche de unos 1.600 kilos equipado, en su parte térmica, con un eficiente motor de gasolina 1.4 que desarrolla por sí solo 150 CV.
Estamos hablando de algo más de 6 litros/100 km, cifra que cualquiera considerará razonable cuando se trata de emprender viajes por carretera, una circunstancia donde hoy por hoy los híbridos enchufables son claramente superiores a los eléctricos puros por razones bien conocidas, particularmente la escasez de puntos de recarga.
Los 204 CV de esta versión, disponibles por un tiempo máximo de 15 segundos, permiten realizar adelantamientos con rapidez y seguridad, en tanto que en ciudad y en condiciones normales de circulación suponen una potencia sobrada para un modelo de estas características, hasta cuando circula muy cargado. Incluso el modo de conducción más tranquilo -Eco- resulta suficiente para moverse con agilidad en entornos urbanos o a ritmo pausado en carretera.
Ya que hablamos de carga, hay que consignar aquí la única pega que presenta esta variante híbrida enchufable con respecto a las de combustión, como es la pérdida de volumen en el maletero de 640 a 490 litros. A pesar de que la merma parece abultada, lo cierto es que el compartimento pierde únicamente algo de altura y su capacidad se ve solo ligeramente comprometida, al mantenerse la anchura, la profundidad y la regularidad de sus formas.
Por supuesto, el habitáculo sigue siendo el dechado de amplitud que ha caracterizado al modelo checo desde su lanzamiento. Las plazas traseras son especialmente espaciosas para las piernas de los pasajeros, de un modo que resulta difícil de explicar teniendo en cuenta que la longitud del coche es de únicamente 4,69 metros.
Un repaso al interior
Al volante del Octavia Combi, los ojos se detienen primero en un volante que ahora carece del tradicional tercer brazo vertical, y más tarde en el nuevo selector de cambio que sustituye a la palanca de cambios tradicional. En un ambiente no lujoso pero sí cuidado y limpio de obstáculos, destacan también el vistoso virtual cockpit y una pantalla central que agrupa prácticamente todas las funciones del vehículo, también aquellas que, según nuestro criterio, son más fáciles de manejar y ofrecen mayor nivel de seguridad cuando disponen de mandos físicos, como la climatización y el audio.
No hemos detectado, sin embargo, retardos indeseables en el funcionamiento del sistema multimedia como los que sí apreciamos en la unidad del Skoda Enyaq iV 80 que probamos recientemente en elDiario.es (puedes leer aquí el artículo).
El precio de la versión que hemos tenido entre manos, Style, asciende a 36.200 euros, cifra que puede reducirse con las ayudas del Plan Moves III y que, si bien no nos atreveremos a calificar de asequible, es la más ajustada que podemos encontrar entre los modelos del tamaño y la tecnología del Octavia Combi. Existe un acabado algo menos completo, llamado Ambition, que sale por 34.700 euros, mientras que quienes se inclinen por el más deportivo RS verán crecer la factura hasta 38.820 euros.