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Nuevo Kia Sportage: tratamiento de belleza

El Kia Sportage estrena ópticas y parrilla delanteras.

Pedro Urteaga

17 de noviembre de 2025 06:00 h

En el ecuador del ciclo comercial que corresponde a su quinta generación, Kia ha sometido al Sportage a un facelift que le ayude a seguir siendo el modelo de la marca coreana más vendido en el mundo. Desde su lanzamiento en 1993, se han entregado unos 7,4 millones de unidades del coche en todo el mundo; en España, uno de cada cuatro Kia que se comercializan ahora mismo es un Sportage, lo que muestra bien a las claras su popularidad.

Los cambios introducidos en el superventas no son profundos, pero sí lo ponen al día con respecto a una competencia. En el exterior son nuevos los paragolpes, las ópticas delanteras y traseras, la parrilla frontal y las llantas, que van de las 17 a las 19 pulgadas, con un diseño específico -en este último tamaño- para la versión deportiva GT-Line.

Los nuevos colores gris azulado y granate disponibles en el Sportage.

Las cotas del vehículo se mantienen prácticamente intactas, lo mismo que el espacio interior. La capacidad del maletero alcanza los 587 litros en la versión más capaz, y los 1.776 con los asientos de la segunda fila abatidos. En las variantes híbrida ligera y full hybrid, el compartimento cuenta con un piso de doble nivel que facilita transportar todo tipo de objetos sin temor a que se golpeen o desplacen durante la marcha.

El habitáculo estrena salpicadero, salidas de aire, materiales, botonería y volante, de dos radios. Es especialmente agradable la nueva tapicería desarrollada por la marca Dinamica para el Sportage, una microfibra de gamuza no tejida que resulta muy gustosa al tacto. Otra buena noticia, a nuestro parecer, es la supresión del material piano black, sobre todo de las zonas -como la consola central- donde la manipulación constante por parte del conductor deja un sinfín de huellas de dedos.

La consola acaba con el material acabado en 'negro piano'.

Desde el punto de vista tecnológico, el elemento central de la experiencia de conducción que ha preparado Kia es el Connected Car Navigation Cockpit (CCnC). Consiste en dos pantallas panorámicas curvas de 12,3 pulgadas y -en función de la versión- un nuevo head-up display de 10“. Todas las funciones y la información están situadas de forma que el usuario puede acceder a ellas y verlas fácilmente, incluidos los sistemas de asistencia a la conducción, el de infoentretenimiento y las indicaciones detalladas de la ruta.

La conectividad y las opciones integradas en el vehículo se han mejorado, por fin, con Apple CarPlay y Android Auto inalámbricos. Los servicios de Kia Connect y las actualizaciones remotas dan acceso a funciones específicas, como comprobar el estado de las cerraduras del vehículo o planificar rutas. Además, la plataforma Feature-on-Demand (FOD) del Sportage permite añadir juegos, YouTube y otros servicios de streaming de vídeo a través de WebOS, además de nuevos diseños para la pantalla del sistema de infoentretenimiento.

Vista general del salpicadero, volante de nuevo diseño incluido.

A la espera del PHEV

La gama de motores propone tres tecnologías de impulsión, a la que se añadirá próximamente una cuarta, la híbrida enchufable (PHEV). La primera opción de las ya disponibles es la de gasolina, bien de 150 bien de 180 caballos, la primera con tracción delantera y la segunda con tracción a las cuatro ruedas. Por orden directa de Seúl, aquí se pierde la hibridación ligera de la que disponía el modelo anterior.

Sí se mantiene esta solución en la variante diésel de 130 CV, de modo que conserva el distintivo ambiental Eco de la DGT, aunque -como veremos- a un precio poco atractivo. En tercer lugar, tenemos una versión híbrida completa que entrega 240 CV y puede llevar tracción delantera o total. Kia ha decidido apostar fuerte por esta última -también vía precio-, que concentrará alrededor del 60% de los pedidos según sus planes.

La gama del Sportage recibe modificaciones que enriquecen cada uno de sus cuatro acabados. El más básico, Concept, dispone ahora de llave inteligente y botón start/stop de serie, y cuesta 31.245 euros asociado al motor de gasolina de 150 caballos; el acabado Drive, a partir de 33.100 euros en idéntica combinación, incorpora asistente de ángulo muerto y cambia los faros antiniebla convencionales por leds integrados directamente en la óptica.

Desde 36.000 euros aproximadamente se ofrece una terminación Tech donde la novedad es que puede contar con Pack Luxury. Por último, las variantes GT-Line, a la venta a partir de 44.200 euros, añaden a todo lo anterior llave digital 2.0 y el antes mencionado head-up display.

El híbrido completo más asequible está disponible desde unos interesantes 35.130 euros. Por el contrario, quienes se inclinen por la variante diésel de hibridación ligera tendrán que tener muy clara su elección, pues exige un desembolso cercano a los 37.700 euros; eso sí, viene como mínimo con acabado Drive.

El maletero cubica 587 litros en la versión más capaz del Sportage.

El Sportage se ofrece en nueve colores de carrocería, dos de los cuales son nuevos, el Magma Red y el Wolf Grey. Según versiones, puede incorporar luz interior ambiental, tomas USB en la segunda fila de asientos y cargador inalámbrico para móviles en la consola.

Por supuesto, el equipamiento de seguridad incluye una extensa dotación de sistemas de ayuda a la conducción de los que merecen destacarse dos. Uno de ellos, el de frenado de emergencia automático, equipado con detección de peatones, ciclistas y vehículos, está diseñado para utilizar sensores y una cámara que escanean la carretera delante del vehículo. De esta forma detecta eventuales riesgos y aplica automáticamente los frenos si se detecta una colisión potencial.

Por su parte, la asistencia de conducción en carretera se sirve de una cámara frontal, sensores de radar y datos de navegación para mantener una velocidad y una distancia predeterminadas con respecto al vehículo detectado delante, en determinadas circunstancias. El sistema también puede ayudar con el control del volante al cambiar de carril (activado por el intermitente) y con la asistencia de maniobra evasiva.

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