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Alba Molina: “El arte tiene una manera muy bonita de cicatrizar”

Alba Molina actúa en La Mar de Músicas el 24 de julio

José Miguel Vilar-Bou

Murcia —

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Afirma no ser cantaora pese a que algunos la señalen como la nueva voz del flamenco. Alba Molina, hija de Dolores Montoya y Manuel Molina (Lole y Manuel, primer exponente de música flamenca no dirigida a un público exclusivamente flamenco) tardó quince años en volver a un estudio para crear un proyecto en solitario. Lo hizo tras la muerte de su padre en 2015 y así fue como nació `Alba Molina canta a Lole y Manuel´, álbum en el que interpreta junto al guitarrista Joselito Acedo los míticos temas de sus padres, alguno de los cuales se ha colado en las películas de Tarantino.

A este disco le siguió `Caminando con Manuel´, centrado en el repertorio de su padre. Alba traerá este legado familiar y universal a La Mar de Músicas de Cartagena en un concierto que tendrá lugar el martes 24 de julio a las 21.30 en el patio del antiguo CIM (Facultad de Ciencias de la Empresa). El gran aliciente extra del concierto será la presencia de Dolores Montoya, Lole, que por primera vez en estas giras interpretará sus viejos temas junto a su hija.

Lole y Manuel grabaron ocho discos de 1975 a 1995, aunque los más recordados siguen siendo los de los años setenta. ¿Crees que su repertorio necesita ser recuperado para la gente joven?

Estas canciones son para siempre. Gustan desde niño pequeño hasta persona adulta. No tienen más que espiritualidad, color. Lo mismo hablan de un pajarillo, que de una mariposa… cosas que todo el mundo entiende. Sería superimportante y bonito que las recordara la gente, pero ahora hay tantas cosas para escuchar y de tantos tipos… Me gusta pensar que al menos las personas que conocen los temas de Lole y Manuel se los enseñan a sus hijos, porque ha sido toda la vida así como se ha transmitido la música.

¿Ha sido para ti una responsabilidad muy grande hacerte cargo de este repertorio?

Más grande, imposible. Pero poco a poco hemos ido entrando en las nebulosas en que se entra cuando cantas, hemos cogido las riendas de las canciones.

¿Fue difícil?

Lo que nos costó fue entrar porque son canciones que las debe cantar Lole y que debe tocar Manuel porque se hicieron por y para ellos. Yo no tengo la voz de mi madre ni la poesía de mi padre, pero bueno, creo que las canciones las encuentro mías. Es verdad que a veces digo: no me debería haber metido aquí, debo de estar loca. Pero la clave es que no se trata de parecerse a ellos, sino de sentir su música. Es suficiente con eso.

Llevas más de dos años interpretando las canciones de tu padre. ¿Es doloroso o terapéutico?

Al principio fue un trabajo, era difícil. Pero te vas dando cuenta de que el arte tiene una manera muy hermosa de cicatrizar. Es bonito acordarte de tu padre a través de su música. De alguna manera es sanador.

A lo largo de tu vida has interpretado funky, jazz, música brasileña… ¿Qué ha supuesto este cambio de registro a cantaora para ti?

Pues mira, ha sido una cosa natural. Si no, no lo hubiera hecho, porque me hubiera dado vértigo. Yo no había cantado estas canciones antes, ni tenía idea de que podía cantarlas. Aún ahora siento latente a veces esa mezcla contradictoria de miedo y de el cuerpo me lo pide. Simplemente me lanzo, sin hacerme demasiadas preguntas.

Estuviste quince años sin entrar en un estudio en solitario hasta que la muerte de tu padre te impulsó. ¿Cómo fue el regreso?

Bueno, siempre he estado grabando, investigando, trabajando con otros cantantes, amigos, guitarristas de diferentes mundos musicales. Lo que no había hecho es editar un disco así a la calle, pero no me ha costado mucho. La sensacion ha sido grata. Si hacer música no es grato, si no te da cosas, directamente no lo hagas. En ese momento acababa de morir mi padre y estaba yo mal. Sin embargo, el disco salió fácil. Lo grabamos en ocho, nueve días. El segundo sí costó un poco más porque, aunque son letras que he escuchado desde pequeña, no estaba acostumbrada a hacerlas.

¿Planeas seguir trabajando el repertorio de tu padre en el futuro?

No lo sé, creo que no. Aunque también dije que no volvería a hacer un disco de flamenco después del de `Alba Molina canta a Lole y Manuel´ y mira. Lo que sí te digo es que no soy cantaora de flamenco ni creo que lo vaya a ser, a no ser que Dios me dé con una varita mágica. Entonces, adónde vaya en el futuro… no tengo ni idea. Lo que me vaya pidiendo el cuerpo.

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