Molina recupera su Muralla
El museo, aprovecha en su espacio la aparición de los restos aparecidos desde 2004 a 2008 de la muralla medieval de la villa, y visitarlo es, en palabras del alcalde de Molina de Segura Eduardo Contreras, “una experiencia interactiva con tecnologías de última generación que sumerge al visitante en el ambiente cotidiano de Molina en el medievo”.
La superficie total del ENCLAVE DE LA MURALLA es de 5.000 m2 y alberga las siguientes instalaciones : el Museo del Enclave de la Muralla (MUDEM); una sala de exposiciones; un taller didáctico multiusos, asociado al museo, para el trabajo en grupo; el Auditorio Virginia Martínez Fernández, de 500 m2 y equipado con 240 butacas, que tendrá una relación especial con el Conservatorio Profesional de Música Maestro Jaime López; y un archivo histórico y digital, asociado con el Archivo de Medina Sidonia.
El acto de inauguración ha contado con el Alcalde de la localidad, Eduardo Contreras , el Presidente de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Pedro Antonio Sánchez y la Consejera de Cultura de la Región de Murcia, Noelia Arroyo.
La razón de ser del nuevo emplazamiento museistíco es el entorno de la muralla y la alcazaba del Barrio del Castillo de Molina de Segura constituyen los restos monumentales del antiguo enclave medieval del hisn Mulina, nombre con el que se conocía este punto fuerte de carácter defensivo que, situado en el citado barrio, constituye el centro histórico de la población y servía para controlar y defender la vega media del Río Segura y a sus gentes.
Aunque por las fuentes se tiene noticia de una alcazaba ya en el siglo IX d.Cr., los restos monumentales encontrados hasta la fecha pueden fecharse desde el siglo XI y sobre todo entre finales del XII y principios del XIII d. Cr.
Estos restos están constituidos por La Alcazaba, situada en el denominado Mirador del Castillo y Casa de la Maita y excavada entre los años 2006 y 2010.
Según parece, todo el recinto contaba con al menos 2 puertas. Una descubierta en las excavaciones de la Fábrica de Maximino Moreno y otra que estaría situada al final de Calle Consolación esquina Calle San Ignacio, esto es, en dirección a Murcia. La puerta descubierta, conocida como Puerta del Campo, es según los expertos de un gran interés ya que presenta una estructura compleja de triple codo. Desde el exterior se accede a un zaguán y desde ahí por una puerta, al interior del recinto.
En cuanto a los restos de la muralla, se conservan de este recinto exterior diversos tramos monumentales. En la Calle Pensionista e integrado en el Centro Municipal Los Postigos y Oficina de Turismo de Molina de Segura, encontramos un lienzo de muralla en altura y el arranque de una de la torres cuadrangulares. Este lienzo se puede contemplar desde la propia calle o bien entrando en la Oficina de Turismo. Recientemente se ha restaurado.
Otro tramo significativo se excavó también en la Calle pensionista y se encuentra en los sótanos de una de las viviendas de la zona. Se trata de un lienzo de muralla de aproximadamente 30 metros articulado por dos torres cuadrangulares.
Otro de los tramos conocidos y excavados es el aparecido a todo lo ancho de la Plaza de la Iglesia de la Asunción. Se localizó un tramo de lienzo de muralla de más de 80 metros de longitud y 2 de anchura, articulado con una torre cuadrangular.
Pero el tramo más significativo e importante de la cerca medieval es el aparecido en el antiguo emplazamiento de la fábrica de conservas vegetales de Maximino Moreno entre la Calle San Ignacio y la Calle Ibn Arabi (antigua Calle Ebro). En este tramo hay un lienzo de muralla de 125 m. que cuenta con 6 torres. 4 de ellas son cuadrangulares, otra forma parte de la estructura de la puerta y una última es de características singulares. Se trata de una torre sin paralelos de forma poligonal con 9 lados. De manera general las torres de este tipo de época almohade tienen 8 lados. Esta torre es única y se encuentra asentada sobre 3 rezarpas de cimentación. Se encuentra en la confluencia entre el foso, que tiene 7 metros de ancho y unos 3 de profundidad, el final de la acequia y el propio Río Segura.
Tanto muralla como alcazaba, así como todos los restos que pudiesen encontrarse a partir de ahora, fueron declarados BIC (Bien de Interés Cultural) a principios de los años 90 del siglo XX.