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Dinapsis: la vinculación entre lo digital y el desarrollo sostenible lleva el agua del futuro a la Región de Murcia

Sala central de la sede de Dinapsis, en Cartagena, con la información en pantalla de una amplia red de tuberías

Álvaro García Sánchez

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Sin que sea del todo aparente, tan solo la simple unión de dos palabras lleva consigo la promesa de lo mejor de cada una de ellas, la invitación que está implícita en su significado individual y que al unirlas se vinculan la una la otra en una amplitud de matices y conceptos que antes ofrecían por sí solas. Las dos palabras unidas son, en este caso, digital y sinapsis. La primera, asociada a la modificación imparable del mundo, a los datos, al conocimiento tecnológico, al progreso ininterrumpido. La segunda, al espacio de comunicación inagotable entre las neuronas, a la transmisión de información a través de las descargas eléctricas que se producen en el interior del cerebro. Las dos palabras, juntas, engloban la idea perspicaz que persigue Dinapsis, un proyecto puesto en marcha por el grupo Suez, al que pertenece la empresa Hidrogea, con objetivo de, a través de la gestión excelente del agua en las ciudades, integrar simultáneamente toda la información, el conocimiento y los datos necesarios para hacer frente a los retos medioambientales del siglo XXI.

Con el planeta sumido en la vertiginosa y a cada paso más grave y evidente transformación atmosférica del cambio climático, los gobiernos y las entidades mundiales coinciden en que una de las soluciones más prometedoras para afrontarlo es la gestión óptima y sostenible del agua y del medio ambiente, gracias en parte a la transformación digital como herramienta estratégica al servicio no solo de las empresas privadas, sino sobre todo los ciudadanos y de la administración pública.

En este espacio de incertidumbre y cambio radica la importancia de Dinapsis. Su idea innovadora se puso en marcha hace cinco años, y actualmente hay seis centros repartidos por la geografía española, en sus puntos más importantes: Madrid, Barcelona, Valencia, Islas Canarias, Benidorm y Cartagena. Este último, abierto a finales de septiembre de 2020 para poner en el foco los desafíos climáticos a los que la Región de Murcia se enfrenta, si cabe, con más dificultades que en los demás lugares.

Cambios acuciantes

En la Región de Murcia, por sus condiciones geográficas tan peculiares, los problemas que el cambio climático lleva consigo quizás se antojan más acuciantes que en cualquier otro espacio de la península, pero acaso también esos inconvenientes pueden ser aprovechados para sacar beneficio y optimizar los recursos naturales. De ello se encarga Hidrogea, que lleva gestionando el ciclo del agua en los principales municipios de la comunidad durante décadas, y que con la reciente apertura de Dinapsis pretende convertirse en un referente nacional a nivel de innovación y tecnología vinculado al agua y al medio ambiente, pero sobre todo anclado a un firme compromiso de desarrollo sostenible de cara al futuro.

Agua y medio ambiente: prácticamente en torno a esos dos conceptos tan comunes, tan inherentes a la cultura y a las raíces más profundas de la Región de Murcia, se fundamenta en mayor medida la economía del territorio. Su geolocalización es especial, volcada en sus llanuras al mediterráneo, y levantada al noroeste por montañas y colinas que descienden hasta una cuenca fluvial azotada por la escasez durante la mayor parte del año, y desbordada sin control cuando la torrencialidad de las lluvias otoñales y las DANAS inundan y anegan el horizonte en un desastre que tiene algo de hecatombe: el paisaje y las ciudades de la Región, adaptadas a los extremos del clima, a la escasez de agua, a las inundaciones puntuales, a las heladas del invierno, se encuentran optimizadas sin embargo en su mecanismo formidable de conjunción entre naturaleza y urbanismo por las amplias posibilidades que ofrece ‘Dinapsis’.

La gestión óptima del agua ha estado presente a lo largo de toda la historia: si ya los romanos ponían al alcance del tratamiento de las aguas en sus ciudades todos los avances que habían conseguido, con construcciones y obras de la ingeniería hasta la fecha impensables, que llevaban el agua hasta las ciudades y la evacuaban cuando ésta era residual, ahora  Hidrogea también lo hace con Dinapsis, pero no solo a través de la evolución de la ingeniería de infraestructuras, sino sobre todo de innovación, la tecnología más avanzada y los sistemas de información.

Conectados a la red subterránea

La sede de Dinapsis Región de Murcia, situada en un espacioso y diáfano bajo en el centro histórico de Cartagena, es un lugar repleto de servidores que soportan las conexiones de toda la centralización de la red de aguas urbanas de la Región de Murcia. Unos pocos ordenadores en una sala denominada 'hub operativo' son una herramienta eficiente de trabajo y son a la vez el corazón de Dinapsis. Desde ellos se gestionan en tiempo real los activos de todos los municipios cuyas aguas controla Hidrogea. Un simple clic y se tiene acceso a la completa red subterránea de cualquier municipio a su cargo: un total de 7.500 km de redes en versión digital, con cada metro dotado de datos sobre caudales, presiones y estado en tiempo real, con un sistema de alarma previamente configurado que detecta una ineficiencia y permite a los trabajadores de Dinapsis anticiparse y solucionarla de forma eficaz sin malgastar ni un segundo.

Si en Dinapsis no se desperdicia el tiempo, mucho menos el agua: el rendimiento técnico hidráulico de la central de Cartagena es del 87 por ciento. Ese porcentaje tan elevado significa que solamente se pierde el 13 por ciento de toda el agua que se utiliza durante su completo recorrido, desde su captación, hasta que circula subterráneamente por los campos y la tierra clara y arcillosa de la Región y llega finalmente a los hogares. Se trata de una cifra que está por encima de la media nacional, de modo que Hidrogea es un referente también en aspecto de ahorro, pues la empresa es muy consciente de la escasez hídrica de la Región de Murcia.

Anticiparse al deterioro de tuberías y alcantarillado

En Dinapsis se integra toda la información. Ahí reside otro de los valores del proyecto: en su capacidad y su esfuerzo para la integración sin fisuras de lo público y lo privado, para la colaboración y la vocación de apoyo continuo y necesario de un sector a otro.

A través de toda la información almacenada, de mediciones propias, del agua superficial, de la meteorología, logran una colaboración eficiente con la administración en varias vertientes. Primero, en el aspecto de la obsolescencia de infraestructuras. En España hay un porcentaje muy bajo de renovación de tuberías y redes de alcantarillado. Desde Dinapsis saben en tiempo real cuál es la edad de cada infraestructura, y conocen cuántas averías ha tenido en los últimos años y se anticipan de forma sobresaliente a su deterioro. Por otro lado, destaca también la firme colaboración con los servicios públicos de emergencias. En la catastrófica DANA de 2019, desde Hidrogea detectaron cuáles eran los alcantarillados que estuvieron al bode del colapso, y avisaron a los servicios públicos de emergencias para asegurar aquellas zonas en peligro inminente de inundación.

Minimizar los riesgos, actuar de forma anticipada. El mundo se enfrenta a un incremento demográfico casi insostenible, y se calcula que en 2050 la población será de ocho mil quinientos millones de habitantes, y que más del 60% de ellos vivirán en las ciudades, por lo que la demanda de agua llegará a ser mayor que los recursos de la misma disponibles. Desde Dinapsis se trabajará en un modelo de gestión que garantice la calidad y cantidad del recurso.

También, desde este centro podrán abordarse otra serie de objetivos sostenibles, basados en la economía circular: transformar el agua que entra en las depuradoras en una materia prima que reutiliza los recursos orgánicos existentes, el agua depurada para regar los campos, los fangos para fabricar compostaje, el biogás que generan los fangos para producir energía, y generar finalmente un círculo de reutilización que no solo se circunscribe a la perfección a lo que la Unión Europea espera de las empresas del futuro en sus planes de desarrollo, sino que sobre todo ayuda a educar a la ciudadanía y a reforzar una resiliencia urbana que será en un futuro cada vez más próximo la única manera de combatir el cambio climático.

Las empresas del futuro, o serán sostenibles, o no serán. Hidrogea, de la mano de Dinapsis, se ha anticipado con éxito al futuro. No es que ya sea plenamente sostenible, es que además es íntegramente digital.

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