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Vox Murcia pide proteger la caza de pájaros por su canto, una práctica sancionada desde la UE

Jilgueros en una jaula tras ser capturados según los encontró el Seprona. / EA

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El Grupo Parlamentario de Vox en la Región de Murcia iniciará una toma de contactos con el resto de partidos con el fin de tomar medidas de apoyo para la protección del silvestrismo, una práctica perseguida por la Unión Europea.

La diputada de la formación de extrema derecha Mabel Campuzano se ha reunido con José Ramón Sánchez, secretario de la delegación de Murcia de la Federación Ornitológica Cultural Silvestrista Española (F.O.C.S.E), que ha puesto de manifiesto “las dificultades que esta tradicional actividad está encontrando en los últimos tiempos”.

La norma europea solo permite la caza de aves silvestres “con fines investigación, enseñanza, repoblación y reintroducción, así como para la crianza orientada a dichas acciones”. El silvestrismo centra su actividad en la captura de ejemplares por su canto, motivo por el que el Gobierno regional dejó de conceder permisos en 2017.

Sánchez ha solicitado que, “tal y como ya ha ocurrido en otros países como Austria o Francia, sea protegida por parte de las instituciones, como elemento representativo de nuestra cultura”. Campuzano ha indicado que las dificultades con las que se encuentra el desarrollo del silvestrismo “se enmarcan dentro del ataque sistemático a nuestras tradiciones culturales” y que “la defensa de estas forma parte del ADN de Vox”.

Europa, a la caza del silvestrismo

Hace escasos meses, la Unión Europea frenó una sanción a España por la caza anual de miles de pájaros cantores. Bruselas consideró que se había detenido esta práctica por la que se apresaban, a base de numerosas excepciones administrativas, siete especies de aves, a pesar de que la ley establece una protección estricta. 

El silvestrismo busca pájaros salvajes por sus trinos. Aunque la directiva de Aves prohíbe la caza de ejemplares silvestres, cada año, las comunidades autónomas autorizaban la captura de decenas de miles: entre 2013 y 2015 los cupos sumaron 900.000 ejemplares, lo que provocó que Europa iniciara el proceso de sanción.

Recientemente, Andalucía, que también cuenta con un gobierno de derechas, ha aprobado una proposición no de ley similar impulsada por el PP. La moción solicita al Gobierno que abogue por esta práctica ante la Unión Europea. Considera que el fin de las capturas ha dejado en la ilegalidad a “40.000 españoles”, es decir, a los aficionados a cazar jilgueros, pardillos, verdecillos, pinzones, verderones, canarios y luganos para alimentar sus coros que luego utilizan en concursos.

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