Vemos que hay sectores de la agricultura murciana, como en otros lugares de la geografía española, que piden la derogación de la Agenda 2030 -asociándola con una especie de ecologismo malvado, incluso, como una hoja de ruta para acabar con todo por parte de un gobierno globalista en la sombra-, cuando esta declaración de la ONU realmente se queda en papel mojado como la propia Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Tengo la convicción de que no se lee la Agenda 2030 porque los 17 objetivos y sus 169 metas son algo que el mundo lo necesita si quiere generar futuro. La derogación de la Agenda 2030 ha sido planteado por la ultraderecha murciana y ha sido asumida, a su vez, por determinados sectores agrícolas de una manera acrítica e irreflexiva.
Voy a reflejar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para saber de lo que estamos hablando.
1. Fin de la pobreza.
2. Hambre cero.
3. Salud y bienestar.
4. Educación de calidad.
5. Igualdad de género.
6. Agua limpia y saneamiento.
7. Energía asequible y no contaminante.
8. Trabajo decente y crecimiento económico.
9. Industria, innovación e infraestructura.
10. Reducción de las desigualdades.
11. Ciudades y comunidades sostenibles.
12. Producción y consumo responsables.
13. Acción por el clima.
14. Vida submarina.
15. Vida de ecosistemas terrestres.
16. Paz, justicia e instituciones sólidas.
17. Alianzas por lograr los objetivos.
Creo que mucha gente buena que se deja la vida en el campo y, que apoya su derogación, no se ha leído esta declaración aprobada por la ONU. ¿Quién se puede oponer al fin de la pobreza o al hambre cero? ¿Quién se puede oponer a la salud y el bienestar o a la educación de calidad? ¿Quién se puede oponer a la igualdad entre hombres y mujeres? ¿Quién se puede oponer al agua limpia o al saneamiento? ¿Quién se puede oponer a la energía asequible y no contaminante o al trabajo digno y el crecimiento económico?
Precisamente, en el objetivo 2 (Hambre cero) se defiende como meta la soberanía alimentaria y el fomento de la agricultura. Se incluyen la duplicación de la productividad e ingresos agrícolas en pequeñas escalas (Meta 2.3), prácticas agrícolas sostenibles y resilientes (Meta 2.4), aumento de inversiones en agricultura (Meta 2.A) o control de la volatilidad de precios de los alimentos (Meta 2.C).
Muchos hablan de la Agenda 2030 como algo dañino sin leérsela y dejándose llevar por unos discursos ideológicos que encubren los grandes negocios, como es el caso del agronegocio, y también a los grandes terratenientes y fondos buitres que actúan a sus anchas, poniendo en riesgo la propia agricultura.
Ojalá en las manifestaciones de los agricultores se reivindique el cumplimiento de la Agenda 2030 y que, además de garantizar condiciones laborales dignas, también exijan que los intereses de los préstamos bancarios se congelen. Estoy pensando en ese agricultor o agricultora que se compra un tractor, por ejemplo, y pide un préstamo y los intereses le suben continuamente destrozando su economía personal, familiar y empresarial.
Nuestro total apoyo a todos los agricultores y agricultoras para que los costes de producción les dejen beneficios con los que poder vivir dignamente y en contra de todos esos intermediarios y especuladores que ejercen su fuerza y poder en el mercado para comprar por debajo de coste y después venderlo a un precio muy elevado. Esta práctica hace mucho daño, no solo a la agricultura, sino a toda la sociedad. Por eso, van en contra de la Agenda 2030, no caigamos en su trampa. Espero que desaparezcan esos carteles en las tractoradas.
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