Han pasado cien días y se otean algunos cambios, aunque las juntas siguen igual, la gestión ha mejorado en los barrios: se hacen más cosas y se notan mejoras con respecto a la gestión del PP. Algunas de ellas son debidas a la presión de las asociaciones de vecinos, otras demuestran que, o bien no existe un proyecto de ciudad y Región, o bien éste sigue sin atisbarse por una comunicación política nefasta.
Un proyecto de ciudad y de Región con visión de futuro tiene que incluir transportes de alta capacidad: el tranvía o el metro. A la vista de lo publicado, al tranvía ni está ni se le espera, como tampoco, aprovechando que tienen mayoría en gran parte de los ayuntamientos que conforman la metrópolis, un consorcio metropolitano de transportes que daría cobertura a la solicitud de fondos europeos o nacionales que necesitamos para la transformación verde. Una acción que mostraría un atisbo de política regional, de proyecto, en un PSOE que, tras la moción de censura, yace en la lona escuchando la cuenta, sin señal de levantarse o comunicar dónde van.
Visto lo visto, van a reciclar sin mejorar el proyecto del tranvibus o BTR y lo harán porque son incapaces de confrontar marcos, proponer futuro y crear proyectos nuevos. Además no hay interés desde Madrid, que si financia actuaciones parecidas en otras ciudades con fondo europeoa, ¿aquí no se puede?
Cabe recordar que en la elección de Pedro Saura pesó el soterramiento y los problemas ferroviarios, aunque había miles de cuestiones más a tratar. Un murciano en una secretaría de Estado decisiva. Cuantas ilusiones nos hicimos algunos. Esperábamos que con él en el Gobierno y la presión de Unidas Podemos se desarrollaran proyectos más allá del soterramiento. Muchos creíamos que, avanzada la legislatura, tendríamos: nuestro estudio para la electrificación y desdoble de la línea Chinchilla-Cartagena con intercambiador o en Alta-Velocidad manteniendo la línea de Calasparra; medias distancias con Albacete que demandan allí sus centrales sindicales y tantas otras cosas.
Sin embargo, si a Saura se le olvidó que es del campo de Cartagena, al diputado de IU/Podemos, elegido en Madrid con listas plancha, se le olvidó que lo votan en Murcia y de este modo los proyectos de mejora de la línea de Chinchilla/Cartagena que iban a solicitar cayeron, a pesar de ser decisivos para la comarca de Cartagena, para el noroeste y para el crecimiento de esta Región mientras que lo de los compañeros de Guadix salía adelante.
El fracaso en la mejora de la línea Cartagena/Chinchilla, en la que no se ha movido un dedo, nos ha traído su corte y el del cercanías Murcia/Águilas para el que ni siquiera se ha elaborado un estudio de compatibilidad de los tráficos durante la larga duración de las obras. Nos cuentan que desde la cúpula de ADIF dicen que es un tema político que el PSOE murciano va a asumir haciendo pedagogía desde unos ayuntamientos divididos vista su posición ante las mociones sobre el cierre. Mientras, en Albacete, el PSOE de Castilla-La Mancha y las centrales sindicales se levantan en armas y estoy seguro que el PP murciano no tardará en llegar a la misma posición y forzar una votación en la Asamblea.
Ha sido la falta de planificación, la carencia de un proyecto lo que nos ha traído hasta aquí: la Región no se piensa como un todo, articulando, por ejemplo, la conexión Cartagena/Albacete, ni la capital como una metrópolis porque si lo hiciera constituyendo un consorcio se rompería el modelo clientelar municipal. ¿Falta liderazgo para hacerlo? ¿Se hará antes que caduquen los proyectos europeos?
La parálisis de un proyecto de futuro afecta a los servicios y conexiones entre las diferentes urbes que la conforman impidiendo el crecimiento regional. Este necesita de sinergias con polos de crecimiento complementarios. Para ello, la ruta Cartagena/Chinchilla no se puede cortar, se debe mejorar; como tampoco el cercanías Murcia/Aguilas durante las obras que habrán de compatibilizarse con el tráfico. Vayamos a por todas que ya esta bien que sea la Región la pagafantas del país.
0