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Perfil

José Ballesta, el “alcalde perpetuo” del PP en Murcia que hiberna a la espera de las siguientes elecciones

Ballesta, en la presentación de 'Murcia y Movilidad' este pasado 29 de junio.

Santiago Cabrera Catanesi / Erena Calvo

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No se le ha escuchado ni en uno solo de los 16 plenos que se han celebrado en el Ayuntamiento de Murcia desde que le arrabataran el bastón de mando en marzo de 2021 con una moción de censura orquestada por PSOE y Ciudadanos (los naranjas habían sido hasta ese momento sus socios en el Gobierno municipal) y que sumó el apoyo de Podemos. El exalcalde de la capital, el popular José Ballesta, no ha renunciado a mostrar su lado más carismático en la calle, pero sí que se ha ceñido –denuncian ediles de la oposición– a mantenerse lo más silencioso posible en la actividad del Consistorio.

Ballesta asumió el cargo de alcalde en 2015. Siete años después, se encuentra en la oposición y en un estado de hibernación en lo que a actividad institucional se refiere. La moción de censura que le desbancó supuso un duro revés para el exalcalde. Una acción que quitó el cetro de las manos al PP después de 25 años de victorias electorales ininterrumpidas en la capital. 

Durante este tiempo, ha mantenido un perfil inexistente en los plenos del Ayuntamiento murciano, según denuncian concejales del resto de agrupaciones. En la calle, se ha esforzado por mantener el aura de líder: se pasea por las pedanías para hablar con vecinos y monta eventos para anunciar políticas del PP para la capital. Una iniciativa que no ha sido casual, ya que se postula con toda probabilidad como candidato a la alcaldía para la capital en los comicios de 2023.

“La decisión de volver a presentarse solo le pertenece a él –reflexiona una fuente cercana a Ballesta–, pero lo que puedo asegurar es que pasear con él por Murcia es una locura, le para muchísima gente para saludarle y animarle a que lo haga”. La mayoría de ciudadanos de la capital “le sigue identificando como el alcalde, solo había que verle la mañana del viernes santo en la procesión de Salzillo, la cantidad de personas que le aplaudieron las seis horas que dura el recorrido, una barbaridad”, continúan fuentes del PP.

“Por encima del bien y del mal”

“El egocentrismo y el narcisismo de este hombre no le permiten hablar con la plebe”, asegura a este medio Mario Gómez, vicealcalde del Ayuntamiento murciano y concejal de Ciudadanos. Gómez acusa a Ballesta de sentirse un “alcalde perpetuo que está por encima del bien, del mal y del resto de los mortales”. El edil cree que el exalcalde no asume tener un papel secundario: “Siendo el número uno de su partido, es de sentido común que, si le apela en alguna moción, sea capaz de responder por sí mismo. No se responsabiliza de nada, no dice nada ni defiende ninguna postura”.

Coincide el concejal socialista Enrique Lorca: “Me parece una falta de respeto a los 29 ediles de la corporación, y también al resto de murcianos y murcianas; dudo mucho que desde que Alfonso X le dio a Murcia la posibilidad de establecer concejos –hace 700 años– haya habido algún político que no haya participado nada en 16 sesiones plenarias como ha hecho Ballesta”.

El exalcalde “ha asumido lo que pasó, y ha vuelto a su puesto como catedrático de Medicina en la Universidad de Murcia, pero no ha dejado de participar en las comisiones de pleno o de dirigir las reuniones del grupo popular”, explican fuentes cercanas al exalcalde, que precisan que “en la bancada de los plenos le acompañan los concejales que hasta hace poco habían dirigido las competencias del Ayuntamiento; ¿quién mejor que ellos para responder a las cuestiones que se planteen?”. Además, concretan, “Ballesta es una persona muy institucional, siempre ha trabajado con consenso, ha sido rector de la universidad y los plenos del Ayuntamiento se han convertido en una olla de crispación, con insultos, echando a gente del público... él no está para esas cosas”.

Aunque el exalcalde todavía no ha confirmado su candidatura, fuentes cercanas al PP aseguran que sí será el cabeza de lista. “Mi reflexión de hace cinco meses no es la misma que la de ahora; uno no es insensible a lo que pasa cada día”, dijo el exalcalde tras la presentación del proyecto de municipio 2023 correspondiente al mes de junio, centrado en la conexión Huerta-Ciudad. “Son proyectos propositivos, que presenta como concejal del grupo popular, y que podrían ser asumidos por el actual alcalde”, señalan fuentes del PP.

Murcia subterránea y baño de multitudes

De todos sus planes, el que más ha dado que hablar es el de proyectar dos túneles subterráneos dentro de su Plan Integral de Movilidad Metropolitana y que encaja en la docena de propuestas estratégicas que los populares de Murcia quieren presentar a lo largo de este año. Los túneles –que se destinarían al tráfico rodado– han recibido las críticas de vecinos, partidos de la oposición y algunas asociaciones conservacionistas que han advertido de que al menos uno de ellos podría afectar al Puente Viejo de la capital, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).

El exalcalde tampoco desaprovecha ni una sola oportunidad para dejarse ver en las fiestas de las pedanías, la semana pasada en las de la Virgen del Carmen de Beniaján junto al consejero de Salud, Juan José Pedreño, o el pasado 8 de julio en el festival 'Las Noches del Palmeral' de Santiago y Zaraiche. Sigue recibiendo en los despachos del Consistorio a los vecinos “para construir un futuro juntos”, y organizando visitas a colectivos como el de los más mayores –a principios de este mes– en el Centro Social de El Raal.

Ballesta, desde que llegó a la alcaldía, se ha caracterizado por un apego especial a los macroproyectos al estilo de su plan 'Murcia Río' para recuperar el entorno del cauce del río Segura a su paso por la ciudad, la rehabilitación de la Cárcel Vieja –que le valió la denuncia de la Asociación para la Conservación de la Huerta y el Patrimonio de Murcia (Huermur) por la demolición de los muros de un Bien de Interés Cultural (BIC)– o el proyecto 'Conexión Sur', que contemplaba destinar 34.700 metros cuadrados para jardines y zonas verdes, así como espacios deportivos o parques infantiles y muchos espacios peatonales.

También le distingue de otros políticos murcianos su afán por sus citas célebres. En el discurso de la moción de censura referenció desde a la poeta murciana María Cegarra a los escritores Jon Juaristi o Hannah Arendt. Y en su discurso de investidura en 2019 extrajo y readaptó algunas ideas de 'La política de la decepción' del filósofo Daniel Innerarity. “En la política es fundamentalmente el aprendizaje de la decepción, por tanto está incapacitado para ella aquel que no haya aprendido a dar por bueno lo que no le satisface”, dijo entonces el exalcalde. “Pero parece que él (Ballesta) no ha aprendido nada –critica el edil socialista Enrique Lorca– porque debería estar liderando la oposición, pero se le está escuchando más en la calle que en el órgano de representación ciudadana donde se debe debatir y consensuar”.

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