La Ponencia de Paz se da un tiempo para alcanzar “unos mínimos”
Los trabajos de la ponencia de Paz y Convivencia no terminan de arrancar. La primera reunión de trabajo ha venido precedida de un cruce de declaraciones a tres bandas en relación con el suelo común del que deben de partir los trabajos en esta legislatura. PNV y PSE-EE mantienen como referencia un guión basado en el documento pactado la legislatura anterior, ratificadas recientemente. El texto acordado entonces, sin la presencia de la coalición abertzale, consideraba necesario e indispensable hacer una revisión crítica del pasado violento, así como avanzar hacia la desaparición definitiva de la organización terrorista. Solo reconociendo el daño causado se podría consolidar el “nuevo tiempo” en el que todas las formaciones presentes en la ponencia aseguran que está Euskadi tras la decisión del cese definitivo de la violencia por parte de ETA de octubre de 2011. PP mantiene su negativa a participar en estos momentos en este foro parlamentario, mientras que UPyD ya ha anunciado que no tiene intención de blanquear el pasado de Batasuna.
Los parlamentarios del PNV Joseba Egibar e Iñigo Iturrate, los del PSE José Antonio Pastor y Rodolfo Ares, y los parlamentarios de EH Bildu Julen Arzuaga y Laura Mintegi, mantuvieron un encuentro de trabajo de una hora. Es la primera reunión tras la constitución de la ponencia el pasado 11 de abril. Y decidieron darse un tiempo antes de estancarse. Los socialistas reconocen que ya esperaban una “tensión inicial”, dado que cada formación mantiene sus postulados, pero evitaron hablar de “atasco”. “No va a ser fácil, pero no va mal. Y le vamos a seguir guardando una silla al PP”, afirmaban.
Los peneuvistas pusieron encima de la mesa el guión del documento aprobado en la ponencia de la pasada legislatura como punto de partida de los trabajos, algo que comparten con los socialistas. El PSE también presentó los siete puntos acordados al inicio de esta legislatura. Las conclusiones de la pasada legislatura fueron recientemente ratificadas por el pleno del Parlamento vasco con la abstención de EH Bildu y UPyD. EH Bildu ha mostrado sus reticencias con dos de los siete puntos de esas conclusiones: el que hace referencia a la memoria como “herramienta esencial para la deslegitimación ética, social y política del terrorismo” y en el que se anima a trabajar por el nuevo tiempo, pese a reconocer “el miedo que aún persiste en parte de la sociedad vasca y la amenaza”.
En frente, EH Bildu también presentó su propio documento de trabajo. Aunque el texto plantea varias líneas de actuación, hay una que es “prioritaria” para la coalición abertzale: la necesidad de cambios en la política penitenciaria con respecto a los presos etarras. No hay una enmienda a la totalidad a lo planteado por PNV y PSE por parte del mundo que nunca ha condenado a ETA, pero desde la coalición soberanista se exige que la memoria sea completa, “de todo lo que ha pasado, sin dejar nada fuera”. Es decir, que todo el mundo asuma responsabilidades de tipología diferente, reconocen, y que se creen espacios de convivencia basados en el criterio de la “no imposición”, según ha repetido en varias ocasiones, Julen Arzuaga.
El PP, por boca de su presidente Antonio Basagoiti, no ha despejado el momento en el que su partido se sumará a los trabajos, algo que todo el mundo da por hecho en la ponencia. Pero sí dejó claro de nuevo que independientemente de la participación de los populares, lo fundamental es que todos los partidos que quieran trabajar en ese foro por la paz y la convivencia deben condenar la violencia etarra.
También desde fuera de la ponencia, el parlamentario de UPyD, Gorka Maneiro, censura que EH Bildu intente utilizarla para “apuntalar la falsa teoría del conflicto político” y “enredar a los demócratas”. Y reiteró su negativa, en su caso definitiva, a participar en un foro que tiene como objetivo “asumir la agenda de Batasuna”. La nueva cita, el 13 de mayo.
